Académica de la UTEM adapta Test de Rorschach para la enseñanza de psicólogos ciegos

Autor: Christian Luco|

Tiempos de respuesta, percepción de movimientos, formas, texturas y colores, es parte de lo que psicólogos evalúan cuando aplican el Test de Rorschach a un paciente. Esta técnica y método proyectivo de psicodiagnóstico, creado por el psiquiatra y psicoanalista suizo Hernan Rorschach en 1921, se ha vuelto de uso habitual para evaluar la personalidad de las personas.

Pero, ¿cómo lo hace un psicólogo ciego para atender a sus pacientes usando este test y no estar limitado respecto a los tipos de métodos a utilizar? Dentro de su trabajo de inclusión social, la Universidad Tecnológica Metropolitana, a través del Programa Centro de Cartografía Táctil (CECAT), desarrolló la adaptación del primer Test de Rorschach destinado para que profesionales (psicólogos) ciegos, lo puedan aplicar a pacientes sin problemas de visión.

Este método consiste en un set de diez láminas, que, a través de la interpretación de imágenes táctiles por parte del paciente, permite al especialista evaluar su condición mental.

Conversamos con la encargada del proyecto, la Doctora Pilar Correa Silva, perteneciente al equipo de investigadores del CECAT y académica del Departamento de Diseño de la Universidad, quien nos contó cómo se gestó la realización de este test y los resultados que han obtenido.

La realización de la primera propuesta de adaptación del Test de Rorschach para personas ciegas, fue realizado en el año 2012 para un estudiante de psicología de Punta Arenas, quien necesitaba de este material para finalizar sus estudios. Tras la solicitud realizada en aquel entonces por su padre, la académica realizó una primera versión de las láminas, que, con el paso de los años, tras diversas instancias de prueba y nuevas solicitudes del material por parte de la Universidad Católica, se fue mejorando, hasta llegar a la etapa actual: un Test de Rorschach para personas ciegas que pueden utilizar primero como alumnos de psicología, y luego como titulados.

El proyecto también responde a la nueva Ley de inclusión social de personas con discapacidad, que exige a las instituciones educacionales proveer a sus estudiantes del material necesario para su proceso educativo.

Así, la Universidad Católica, institución que cuenta con el Programa para la Inclusión de Alumnos con Necesidades Especiales (Piane) e imparte la carrera de Psicología, fue la primera casa de estudios interesada en adquirir el material. En adelante podrán hacerlo las diferentes instituciones que requieran de este test.

En el año 2014, en conjunto con la actual decana de Humanidades de la Universidad Central, Pilar Calderón Albornoz, las académicas comenzaron a desarrollar el test a través de un proyecto de investigación, financiado con fondos internos de la UTEM, el que se perfeccionó sometiéndolo a nuevas evaluaciones.

“Se hizo un seguimiento del trabajo, porque es meritorio ver cómo una persona ciega puede realmente interpretar imágenes, comprenderlas y a partir de tener el material adecuado, emular todos los elementos que tiene que dominar”, indicó la académica, quien explicó que, tras la primera versión, se hicieron las correcciones, “respondiendo a las características preponderantes de los bordes, espacios y formas más significativos. Al terminar esa segunda evaluación se hicieron de nuevo todas las láminas y se entregaron evaluadas a la Universidad Católica”.

Una vez realizada esta segunda corrección, “se entregaron las láminas a cuatro psicólogos expertos en Test de Rorschach, quienes entregaron sus apreciaciones. Después se realizó un focus group con estudiantes y académicos especialistas. Y ahora estamos en posición de entregar la versión final y preparar artículos como una forma de darlo a conocer, ya que es un material que no está hecho en ninguna otra parte del mundo”, explicó Pilar Correa Silva, quien indicó que hasta el momento han hecho cuatro juegos del test.

La especialista aseguró que “lo maravilloso” de todo el trabajo es que a partir de lo que han hecho, se han dado cuenta “y hemos podido fundamentar que deberíamos manejar mucho más el tacto en la educación, deberíamos trabajar mucho más con la educación multisensorial”.

Por último, la académica fue enfática en señalar que el Test de Rorschach responde a que las personas no son incapaces, “no son discapacitadas, el sistema las hace discapacitadas. Por esto nosotros ya no hablamos de discapacidad, sino de diseñar capacidad, y eso significa que si entregamos material pedagógico diseñado para diversas formas de captar la información, tendremos personas más felices, que podrán aprender según sus propias capacidades sensoriales y cognitivas, con su forma, intuyendo de manera distinta y haciendo efectiva la diversidad de la que hoy en día todos somos parte”.

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