Activa participación marcó el Ciclo de Talleres “Prevención de la violencia contra las mujeres”
Autor: Christian Luco|
La iniciativa, organizada por el Centro de Familia y Comunidad UTEM (CEFACOM), contó con dos sesiones en las que se desarrollaron temáticas desde la inequidad de género y la violencia como problemática que afecta a mujeres en Chile y el mundo.
Según señaló la Directora del CEFACOM, Julia Cerda Carvajal, la actividad buscó sensibilizar y posibilitar una reflexión en la comunidad universitaria y a sus familias. Durante el ciclo, en el que también participó el equipo de profesionales de la Oficina de Protección de la Infancia y la Oficina de Protección de Derechos de Santiago, el debate y las conclusiones se generaron a partir de la exposición de Amanda Muñoz, Trabajadora Social, encargada de Prevención de la Violencia Contra la Mujer del Centro de la Mujer Sernam Santiago.
Conversamos con la Directora del CEFACOM sobre el Ciclo de talleres Prevención de la violencia contra las mujeres.
¿Qué ha significado generar este tipo de talleres para la comunidad universitaria?
Una de las misiones que tiene el Centro de Familia como unidad, es vincularse con el medio en término de las redes territoriales. Estamos trabajando con diversos organismos que desarrollan atención con la familia, y esa red tiene significado en tanto logremos articular efectivamente acciones.
Como nosotras somos académicas, nos corresponde activar esta área, en consonancia con eso pensamos en un taller conjuntamente con el Centro de la Mujer. La primera sesión que trabajamos fue donde se logró mirar este fenómeno macro, enraizado en las culturas planetarias, el tema del género y la inequidad con la mujer.
Tenemos una alta consciencia y convicción desde la academia, que la Universidad debe estar comprometida en acciones de este tipo, y este segundo taller tiene que ver con el fenómeno de normalización de la inequidad de género. Hoy hemos visto cómo se relevan estrategias de enfrentamientos de las mujeres frente a esta violencia que viven en el mundo privado y con su pareja. Visibilizar desde los estudios que se han realizado, dirigidos por nuestras académicas al interior de la Universidad, en nuestra Escuela de Trabajo Social, y en nuestro Departamento, cómo la mujer enfrenta estos temas.
¿Cómo se muestra al interior de la Universidad la inequidad de género, y cómo se responde en pro de la equidad?
En la Universidad tenemos acciones que tienden a visibilizar los aportes de las mujeres, como EMULIES; encuentro del que fuimos parte activa como académicas del Departamento de Trabajo Social y del Centro Familia y Comunidad. Hemos participado en dos acciones. Primero en intentar articular el interés de los centros de género del país, e hicimos todas las articulaciones como académicas con el Centro de Género de la USACH, el Centro de Género Multidisciplinario de la Universidad de Concepción, y el Centro de la UFRO, que es el Observatorio de la Mujer.
La segunda instancia que nosotras trabajamos fue solicitar a la Dirección General de Análisis Institucional, el poder visibilizar los indicadores de género, lo que también se logró en un trabajo conjunto con el equipo del profesor Dieter Koch Zúñiga, a cargo de la DGAI, donde pudimos mirar por ejemplo cómo ha ido incrementando el ingreso de las jóvenes a las carrera de tecnología.
¿De qué otra manera se aporta a la no violencia a la mujer y a la equidad de género desde la institución?
El concepto del género debiera estar transversalizado en todas las mallas curriculares. En nuestro modelo educativo hay algunos elementos interesantes en término de las competencias genéricas, que hablan de ciudadanía, del concepto de la justicia igual para todos, pero debiera también en el futuro ponerse esta variable para que esté presente en los indicadores. Internacionalmente, todas las políticas hoy día de la Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) las incluyen, entonces debiéramos estar a la altura de todos los estándares internacionales.
Tenemos que recordar, las estadísticas internacionales señalan que los índices de desarrollo humano son más altos en los países en que las mujeres tienen más poder, eso está comprobado. El quehacer de las mujeres tiene ciertas características que hace que haya menos corrupción, más dedicación, más criterio amplio e igualdad.</p>