Tras la evaluación del anteproyecto, que entiende el compromiso social y académico junto con la conciencia por la conservación del patrimonio histórico de calle Dieciocho, como parte del sello de la Universidad, los ministerios de Bienes Nacionales y de Obras Publicas entregaron la concesión del edificio en comodato a la Casa de Estudios. Asegurando la inversión a nivel de infraestructura y equipamiento tendiente a la habilitación y recuperación del inmueble.

Como Universidad Estatal, nuestro papel no se limita exclusivamente a la formación de profesionales, ni al desarrollo de investigación y postgrado. Tenemos además la responsabilidad de contribuir a la preservación, el rescate del patrimonio y al desarrollo del país», enfatizó el Rector Luis Pinto Faverio.

Con la incorporación del Palacio Ariztía a la infraestructura Universitaria de la UTEM no sólo se asegura la recuperación del patrimonio histórico de calle Dieciocho y de la comuna de Santiago, sino también el beneficio constante a la comunidad universitaria, a los vecinos y al medio, con múltiples actividades culturales, sociales y educacionales que desde ya hace años, caracterizan a la Institución.

El nuevo comodato, que creará un punto de acceso desde la avenida principal de Santiago, beneficiará a los más de 8.000 estudiantes que conforman la institución académica y a los vecinos del centro de Santiago y de las zonas aledañas.

Permitirá además, el uso de espacios adecuados para múltiples proyectos de extensión y vinculación con el medio que hoy posee la Universidad, abiertos a toda la comunidad.

Este emplazamiento busca convertirse en un eje rector del sector como polo de desarrollo y crecimiento, con un sentido de campus comunitario y de conversación del patrimonio histórico, como fue planteado en la zona de conservación del Consejo de Monumentos Nacionales Zona Típica calle Dieciocho.

Palacio Ariztía y sus nuevos objetivos

El palacio Ariztía, construido en 1917 por el importante arquitecto nacional Alberto Cruz Montt (1879 – 1955) fue concebido inicialmente como la residencia de Don Rafael Ariztía y su esposa Doña Teresa Browne. Se caracteriza por su prominente estilo neoclásico francés, con lujosos salones ordenados en torno a un hall principal, que tenía la particularidad de ser un gran salón de baile.

En el anteproyecto desarrollado por el Departamento de Obras UTEM se plantean tres etapas de intervención. La primera de ellas propone la restauración de la fachada principal del edificio, así como su hall principal. La segunda propone remodelación y restauración, lo que permitiría la puesta en marcha de actividades relacionadas a vinculación con el medio en su primer nivel, así como actividades administrativas en los pisos superiores. La tercera etapa significaría la edificación de una gran plaza interior, bajo la cual se desarrollarán salas de exposiciones permanentes y temporales, salas de conferencias, salas multimedias y estacionamientos.

Autor: Daniela Bozo V.