En palabras del académico Álvaro Miranda Delgado, el encuentro nació bajo la intención de «crear un espacio que sea lo más distendido posible para lograr formarnos una opinión robustecida del proyecto».

¿Qué sentirías si una autopista de alto flujo fuera instalada en la mitad de tu barrio, interrumpiendo o eliminando las calles por las que siempre transitas? Esa es la pregunta que los vecinos de La Reina se hacen, frente a la inminente construcción del trazado que busca completar la conexión de la rotonda Américo Vespucio.

Pedro Davis Urzúa, representante de la Coordinadora Vecinal de La Reina, expuso ante los asistentes, la lucha que como comunidad han dado frente al trazado establecido por el proyecto original. En la exposición, Davis hizo hincapié en que, como vecinos «no nos oponemos al progreso. Estamos conscientes de que la ciudad tiene que crecer y que estos accesos nos benefician hasta cierto punto. Sin embargo, nuestra calidad de vida y la de nuestras familias, continúa siendo prioridad».

Lejos de solo quedarse en protestas contra la concesionaria y el Ministerio de Obras Públicas, han propuesto formas menos invasivas para plantar la autopista en el sector, entre ellas se sugirieron: diseño aéreo, superficie en eje Vespucio, trinchera cerrada y túnel minero. Durante el transcurso de las conversaciones y manifestaciones, la Municipalidad de La Reina se hizo partícipe del reclamo de los vecinos.

Por su parte, Rodrigo Quijada Plubins, representante de Ciudad Viva, organización comunitaria nacida de la Coordinadora No a la Costanera Norte, expuso las cifras que rodean a la construcción de la autopista, retratando que las seis autopistas de Santiago suman 181 km. de carretera, mientras que el Metro de Santiago suma en total 103 km. de cobertura; volviendo al debate de la importancia que se le entrega a los automóviles, siendo que solo el 15% de los viajes en automóvil se realiza en autopista.

Actualmente el proyecto se encuentra en su segunda evaluación de impacto ambiental, puesto que, además de afectar la calidad de vida de la ciudadanía en términos de interrupción vial, el funcionamiento de la autopista aumentará la concentración de la contaminación del aire en sectores específicos, a través de las ventilaciones de la misma.

De acuerdo al proyecto inicial, alrededor de las ventilaciones de la autopista se dispondrá un parque recreativo, es decir, explica Quijada «podemos ir nosotros con nuestros hijos paseando por el parque, mientras la reja de la autopista expele gases que, desconocemos su nivel de toxicidad, al lado nuestro».

Finalmente, Ariel López López, ingeniero en Transporte y Tránsito, aportando a las observaciones de tipo social, mostró a los presentes, los errores de infraestructura en que recae el proyecto AVO, reflejados en la llamada «Ruta Escénica» que abarca la absorción de La Pirámide, en donde se proyectan cuatro miradores con acceso vehicular y estacionamiento, pero que no cuentan con la pista de desaceleración necesaria para llegar a ellos; y la construcción de ciclovías que no conecta con las demás rutas para bicicletas del plano.

Además de permitir continuar con el debate en torno a la construcción de la autopista, el encuentro grupal permitió acordar entre los presentes, un trabajo cooperativo que contribuya a divulgar las razones de la discusión que rodea al proyecto.