El lanzamiento del libro se realizó en mayo en el marco de la exhibición internacional Exponor 2017, realizada en Antofagasta y contó con la presencia de la Ministra de Minería, Aurora Williams Baussa, entre otras autoridades que impulsaron el proyecto. Los 100 relatos permiten recopilar testimonios y experiencias de mujeres de todo el país, las cuales han sido pioneras en la participación laboral femenina en la pequeña, mediana y gran minería.

Ante esto, y por su relación como ex estudiante UTEM, conversamos con Caty Veas para profundizar en el origen de esta publicación y conocer su experiencia en la minería y los desafíos que enfrenta como mujer al desempeñarse en un área desafiante y de suma relevancia para el país.

¿Cómo se originó su participación en el libro 100 mujeres en la minería?

Sigo a WIM Chile a través del portal de LinkedIn. Siempre leía la publicidad que te invitaban a participar, hasta que un día me contactaron y me propusieron escribir mi historia. Me programé en mi turno y en un par de días tenía mi historia escrita.

¿Cuál es el impacto que genera la creación de este libro?

El impacto es de contribuir a que las mujeres adquieran protagonismo en una industria considerada solo para hombres, dar valor a su trabajo y que desde su incorporación ha aportado en la innovación y el desarrollo de la minería chilena. Cada historia refleja la experiencia de desenvolverse en las diferentes posiciones de trabajo y de liderazgo, permitiendo promover y apoyar el desarrollo de la mujer, en igualdad y equidad.

Considerando la impronta UTEM, ¿cuál o cuáles han sido las implicancias de su formación en la Universidad en el desarrollo de su profesión y vínculo con la minería?

Mi formación académica me permitió incrementar mis habilidades y actitudes, que sin duda contribuyeron a potenciar mi desarrollo profesional y permitirme estar en un área de trabajo exigente, en constante desarrollo y que es clave para el desarrollo del país, como es la minería.

¿Cuál es su opinión sobre cómo se ha dado la inserción laboral femenina en esta área?

Se han logrado avances desde la incorporación de las primeras mujeres en el año 1996, quienes desafiaron este rubro, pero aún nos falta mucho por hacer en igualdad y equidad. El tema no pasa solo por una equidad salarial o inclusión en cargos ejecutivos, sino más bien es no perder el talento, que puede complementarse al de los hombres para que una compañía sea más innovadora, productiva y sustentable.

¿Qué mensaje o recomendaciones les daría a las estudiantes actuales de Ingeniería en Transportes de la UTEM?

Un hecho anecdótico que vale la pena contar, es que en algunas empresas mineras desconocen nuestra carrera, por lo que en los perfiles de contratación no nos incluyen. Lo considero una oportunidad para darnos a conocer y ampliar la búsqueda de trabajo al egresar.

Como ustedes saben, el transporte se relaciona con otras áreas en forma transversal, por lo que resulta crucial para el desarrollo económico y social. El rubro minero desarrolla sus actividades en gran parte en la zona cordillerana y no puede detener su actividad, por lo que sus accesos deben estar siempre operativos y mantener un stock de insumos que permita la continuidad operacional, a pesar del clima extremo donde se ubican. Como profesionales del área del transporte tenemos mucho que aportar y desarrollar a una industria que poco a poco ha ido integrando a la mujer.

¿Qué expectativas tiene para la minería y el rol de la mujer?

Las expectativas son que cada día la mujer vaya adquiriendo más protagonismo y con ello, incentivar a las nuevas generaciones a que se integren al mundo minero. Si bien aún hay temas que no están resueltos como la igualdad y equidad, es la industria la que debe tomar un rol más activo para retener el talento femenino.

Autora: Paula Godoy Bolados