Trabajadoras sociales de la UTEM realizan propuestas para mejorar el área de Protección del SENAME

Autor: Christian Luco|
El 2016 se visibilizó ante la opinión pública que el Servicio Nacional de Menores (Sename), institución dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, se encontraba en crisis, cuando en abril de ese año Lissette Villa (11), falleció en el centro Cread Galvarino de Estación Central.

Ante los diversos cuestionamientos a la institución e interesadas en aportar en el desarrollo de políticas públicas que permitan generar cambios que influyan en una notable mejora en la calidad de vida de niñas y niños vulnerados, es que tres trabajadoras sociales de la UTEM, recién tituladas y guidas por el académico Pablo Suárez Manríquez, desarrollaron su tesis de pregrado: «Diagnóstico desde el enfoque de derechos y doctrina de protección integral en el área de protección infantil».

La importancia del tema y su respaldo profesional las llevó a publicar una Carta al Director en El Mostrador con las principales propuestas de su investigación. Tras esta, fueron contactadas por el Observatorio Nacional de los Derechos de la Niñez del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, para conocer su investigación e incluirla en el portal web del organismo como material de descarga de conocimiento público.

Es así como la investigación de Nicole Espinoza Pérez (24), Camila Cofré Alarcón (29) y Carmen Gloria Cornejo Lobos (24), se encuentra publicada actualmente en la web del observatorio. Desde el Programa de Comunicaciones y Asuntos Públicos de la Casa de Estudios quisimos saber qué llevó a las ex estudiantes a querer desarrollar este tema, cómo fue el proceso de investigación y sus principales conclusiones. Esto fue lo que nos contaron.

¿Qué las motivó a realizar esta investigación?

La principal motivación fue la contingencia del tema cuando comenzamos a desarrollar nuestra tesis. Concluimos con el profesor que era necesario trabajar el cuestionamiento social, político y económico del Servicio, porque los trabajadores sociales siempre se han desempeñado en el área de infancia, por tanto tenía que haber algún escrito en relación a esto.

¿En qué consiste la investigación?

En un principio pensábamos tomar las cuatro áreas que trabaja Sename, que son Prevención, Protección, Adopción y Justicia juvenil, pero ahondando más en el tema vimos que sería muy extenso, así que nos centramos solamente en protección. Decidimos hacerlo de corte documental, y se incorporaron ciertas entrevistas como apoyo.

¿Qué implica corte documental?

Considerando el tiempo que teníamos para la investigación -seis meses-, el profesor nos recomendó hacerlo de carácter diagnóstico o monográfico, que es documental. Podíamos revisar todas las fuentes secundarias que existieran para sacar la información necesaria para la tesis. Las entrevistas sólo eran de apoyo a la investigación. Al principio pensamos entrevistar a los niños, pero de acuerdo al momento actual, el cuestionamiento que está viviendo el Sename, decidimos no hacerlo. Nos costó realizar las entrevistas porque debían ser anónimas, pues estaba en tela de juicio la labor de los profesionales.

Como trabajadoras sociales ¿Que piensan de como se ha llevado a cabo la crisis del Sename?

De manera comunicacional se ha satanizado el Servicio, se ha visto sólo lo negativo que tiene. La finalidad de la tesis si bien era reflejar el cuestionamiento desde los tres ejes centrales, social, político y económico, lo principal era desarrollar una propuesta como profesionales. Eso estaba dentro de los propósitos, para, desde ahí, poder generar un aporte a la discusión, porque sino nos íbamos a entrampar en lo que ya estaba establecido desde los medios de comunicación.

¿A qué conclusiones llegaron?

Generamos varias propuestas a corto y largo plazo. Trabajamos con la doctrina de protección integral y el enfoque de derechos, ese fue el centro de la investigación para visibilizar al niño y la vulneración que estaba viviendo dentro de las instituciones del Estado. Una de las principales propuestas fue visibilizarlo, porque estamos hablando de doctrinas y teorías antiguas, sin ver al niño como un sujeto de derechos. Una de las propuestas es cambiar el nombre del Servicio a Servicio Nacional de Niños y Niñas Adolescentes.

¿Por qué consideran que desde el nombre el Sename invisibiliza a las niñas y los niños?

«Menores» estigmatiza, «menores» era un contexto que se utilizaba con una doctrina anterior, en la cual el niño era un objeto de derecho y no un sujeto de derecho como se quiere ver actualmente. Con la Convención de los Derechos del Niño a la cual Chile adhiere en 1990, se cambia esta normativa, sin embargo no toma los nuevos conceptos, manteniendo los antiguos.

¿Qué otras propuestas plantean?

Crear el Ministerio de la Familia, que se incluya un departamento de habilidades parentales. Habitualmente el Servicio visualiza al niño pero no lo sitúa en el contexto comunitario y familiar. Es necesario generar un servicio en relación a la familia, donde también se hable de las habilidades parentales que deben tener los padres, porque habitualmente no se les responsabiliza. Se estigmatiza al niño, quien llega a los cinco, seis años al Servicio, después pasa a la cárcel de menores, y se sigue castigando al niño, pero, ¿y la familia?, los adultos responsables no se hacen cargo frente al desarrollo del niño.

¿Hay algún aspecto que les haya impactado del interior del Sename al realizar la investigación?

Desde lo político y lo económico fue impactante para nosotras. Uno se imagina que pueda ocurrir algo con el dinero que llega al Servicio, pero saber la cantidad que se ocupa en este y que la plata queda arriba y son sólo gotitas lo que llega a los niños. Son más de dos millones mensuales destinados a cada niño, como para que este ni siquiera reciba atención de salud mental dentro del Servicio, o no exista conectividad con otros ministerios. Lo otro es la cantidad de partidos políticos involucrados dentro del Servicio, militantes que son los dueños de grandes instituciones que reciben la mayor cantidad de dinero a partir de las concesiones que prestan servicios y participan directamente de la administración de los centros. El problema no es el gobierno de turno, es del Estado, el Sename se creó en el ’79 y desde ahí viene presentando falencias, a pesar de que Chile está adscrito a la Convención, no se obliga o sanciona al Estado por estar vulnerando los derechos de la infancia.

También nos llamó la atención que dentro del Servicio sólo hay organismos colaboradores, más del 90%, y Sename sólo se hace cargo de dos instituciones y tres programas propios, los demás son organismos colaboradores.

¿Cómo se podría generar una política de cambio real para mejorar esta situación?

Quizás articular los servicios, porque estos son niños que están en instituciones pero también reciben educación, van a los consultorios, y si temas como la salud o la educación no están bien, repercute en ellos. Lo otro es separar las dependencias. Como lo dijo la Presidenta tiene que haber un servicio que dependa directamente del Ministerio de Desarrollo Social y otro con el Ministerio de Justicia. Hoy se relaciona sólo con el Ministerio de Justicia y por tanto se dirige a sancionar al niño. No hay una reeducación en relación al Servicio, desde que el niño entra a los cinco, seis años. Lo otro es trabajar en la adopción, el proceso es muy burocrático, pasan años para que los niños puedan ser adoptados.

¿Qué les parece que les hayan solicitado la publicación?

Es bueno que las tesis no queden solo en la Universidad, es necesario que salgan, porque desde la UTEM se generan muy buenas ideas, la formación es muy estable y se tiene un pensamiento más crítico.

¿Cuál es la responsabilidad de nosotros como ciudadanos respecto a hacernos parte de la solución a estos problemas y no sólo ser testigos de este tipo de crisis que involucran el desarrollo de nuestra sociedad?

Socialmente hay una responsabilidad, porque los niños del Servicio están abandonados en todo aspecto. Alegamos que hay delincuencia, drogadicción, etc., pero todo si inicia desde que el niño entra al Servicio a los cinco años. Desde ahí se puede generar un cambio. Más del 50% de los jóvenes que están presos es porque estuvieron en el Servicio, es necesario invertir en la infancia para que a largo plazo se genere un impacto para disminuir la delincuencia, el consumo, la vulnerabilidad, la pobreza, etc. Lo otro, es que el dinero está, hay una mala administración que debe cambiar.

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