Bajo la premisa de poder estar cerca de las construcciones arquitectónicas europeas que han sido fuente de inspiración para los arquitectos contemporáneos, Pablo Arévalo Canales, estudiante de último año de Arquitectura en la UTEM, decidió embarcarse en la experiencia de ser un estudiante de pasantía en la Universidad Politécnica de Cataluña en Barcelona, España.

Pablo relata que la arquitectura es un arte muy complejo, el cual se relaciona con la actividad humana desde los espacios interiores de una vivienda, pasando por los edificios que albergan oficinas hasta la construcción del espacio urbano y la estructura de una ciudad.

Conversamos en profundidad con el futuro arquitecto para conocer las motivaciones y detalles de la experiencia de estudiar lejos del país y los efectos que provocó en el desarrollo de su pronta vida profesional.

¿Qué te motivó a realizar el intercambio? ¿Cuál beca o modo de financiamiento utilizaste para realizar el intercambio?

Siempre pensé en poder estudiar algún postgrado en una universidad fuera de Chile. Supe de este beneficio por medio de un compañero de carrera que pudo realizar el intercambio a través de la Beca Iberoamericana Santander Universidades, y conocer en primera persona su experiencia con los estudios en el extranjero.

¿Qué factor determinó la elección por la universidad en la cual realizaste la Universidad Politécnica de Cataluña?

El factor más importante al momento de escoger la universidad son las fuentes de profesores que han realizado sus master y doctorados en aquellas universidades. Por otra parte, de las mallas académicas que revisé en diferentes universidades, esta era la que más potenciaba mi crecimiento como profesional. Y por último el ranking de la universidad me parece que es importante saberlo al momento de escoger un buen lugar de estudio.

¿Cuáles son las similitudes y diferencias que observaste entre la UTEM y la Universidad de pasantía?

En ambos casos la exigencia académica, los horarios de clases son muy parecidos, es muy fácil poder adaptarse al ritmo de trabajo. En comparación a los campos de estudios entre los edificios de la UTEM 390 y la Upc en España se puede notar una diferencia, contando con elementos necesarios para la mejor comodidad de los estudiantes donde desarrollar sus estudios, equipos necesarios y equipamiento técnico de acuerdo a la carrera de arquitectura.

Si pudieras profundizar ¿Cómo fue la recepción de tus compañeros y la comunidad universitaria al comenzar la pasantía?

Al comienzo se realizó una reunión de bienvenida con los encargados de la oficina de movilidad internacional, con los funcionarios de la biblioteca y con el centro de alumnos, donde nos fueron entregando información de cómo atender cada duda que fuéramos teniendo durante nuestra pasantía como estudiantes de intercambio. También se organizaron salidas con estudiantes guías para conocer las diferentes dependencias, finalizando con actividades deportivas y visita a un museo durante la primera semana de adaptación.

¿Qué valoras o rescatas de tu experiencia de estudiante de intercambio?

Lo que más valoro y rescato fue formar un equipo de trabajo con estudiantes de intercambio mexicanos y brasileños, y que al tener que esforzarnos el doble para realizar nuestros trabajos, logramos ser siempre uno de los mejores grupos al momento de exponer nuestros proyectos al curso, debido al gran trabajo en equipo y al constante trabajo de investigación para poder ir conociendo y entendiendo su cultura.

¿El intercambio incidió de alguna forma en la visión que tienes de la carrera y tus proyecciones a largo plazo?

Como estudiante de Arquitectura es estar in situ, es reconocer las obras de grandes artistas que han sido modelos de inspiración para muchos. Incide muy fuerte al momento de tener los deseos de seguir estudiando, ya que estos cursos a corto plazo abren puertas a miles de estudiantes para realizar sus postgrados, master o doctorados que se extienden a estadías más largas.

¿Qué les dirías a aquellos estudiantes que están interesados en realizar un intercambio?

Que no lo piensen dos veces, ni mucho menos que usen esta posibilidad sólo para ir de viaje como un turista, siempre que puedan programar bien sus clases tendrán tiempo de sobra para poder realizar un buen intercambio como estudiante y ser un viajero y disfrutar de otras culturas. En mi caso, programé mi estadía dejando el tiempo reservado para los estudios y programando mi regreso un mes más tarde para conocer diferentes lugares. No dejen de lado el compromiso como estudiante porque incide en su currículum profesional y en su vida laboral.

Por Paula Godoy Bolados