Temas país que enfrentan a la sociedad a cuestionamientos éticos
Autor: Christian Luco|
Hay temas país que han derivado en cuestionamientos como qué es lo que queremos llegar a ser como sociedad, cuál es el país que se quiere construir y cómo cada decisión va o no representando lo que la sociedad nacional y global exige.
Antes de analizar el panorama nacional, es importante distinguir entre ética y moral, el académico del Departamento de Humanidades de la Universidad Tecnológica Metropolitana, Zenobio Saldivia, señala que la ética se entiende de dos formas, “como una disciplina filosófica, que busca el ‘poder ser’ de la sociedad y como una disciplina esencialmente filosófica que busca el recto comportamiento de los individuos para ser mejores en la sociedad. Por lo tanto es una disciplina utópica y esperanzadora”.
Mientras que la moral según indica Saldivia es un “conjunto de normas o comportamientos que se consideran ‘buenos’ en un periodo histórico acotado, en una comunidad o en grupo étnico -costumbres o comportamientos que se consideran aceptados-; va cambiando constantemente, dado el dinamismo de la efervescencia social y la evolución del ser humano, mientras que la ética es más universal, pues apunta incluso a trascender la moral para encontrar el ‘deber ser’ del hombre”.
Con esto en mente es posible abordar algunas temáticas, que a nivel país nos han enfrentado, pero el académico destaca que “el mundo está caótico, confuso y cambiante, no hay paradigmas como para enfrentar esta situación, la sociedad ha llegado a un punto en que está muy demandante y muy crítica, especialmente en ámbitos como la justicia, la política, la educación o la salud”.
Saldivia apunta, principalmente, a tres problemáticas que hoy dividen a la sociedad: la institucionalidad, la educación y la conciencia moral ciudadana. Respecto a la primera dice que “es una gran tarea ética y nacional devolver la confianza al ciudadano, y a los chilenos, sobre el adecuado y correcto funcionamiento de todas las entidades vinculadas al Estado”.
Además, agrega que “hay que llegar a un consenso para que a los ciudadanos se les entregue la certeza de que estos hechos de corrupción van a quedar atrás”.
El académico UTEM señala que la educación se tiene que “reorientar hacia lo esencialmente humano, ese sería el problema ético, está, por así decirlo, fuera de foco. Hoy día estamos trabajando en la gratuidad de la educación un punto importante, pero ahí no se agota toda la temática, sino que junto con ello hay que fijarse en la calidad”.
Para Saldivia la calidad se ha centrado en la infraestructura o tecnología de los establecimientos y aunque eso es una parte de los avances, son medios para la formación, pero “hay que complementarlo con una visión de hombre más holística e integral, pensando en que pueda desarrollar una conciencia moral sólida para que cuando sean profesionales tengan un buen comportamiento ético generalizado”.
Una situación que llama la atención del académico es que hay universidades eliminando de las mallas curriculares el ramo de ética, pues aunque un curso no asegure que los profesionales a futuro van a ser mejores, sí “es una manera de tener la tranquilidad de que se les entregó los conocimientos mínimos como para que ellos desarrollen una convicción y articulen sus valores pensando en el bien común”.
“Lamentablemente yo diría, que quitar ética y filosofía es deshumanizar el sistema educacional, porque sino se convierte en algo puramente cognitivo, pero se trata de la integración de saberes”, agrega.
Zenobio Saldivia plantea que hay que crear una “conciencia moral ciudadana”, que ayude a que cada persona considere “que no son los únicos, entiendan que hay que respetar al otro para que los respeten. Para eso se necesita que los jóvenes salgan con una impronta de respeto a los demás, que busquen medios no violentos para la obtención de sus fines y que también respeten las formas de la expresión sexual de otros, los grupos étnicos y en general la diversidad”.
El académico UTEM apunta a que no existe un único método para lograr esta conciencia, pero para alcanzarla “tiene que participar la familia, los sistemas educacionales, algunas instituciones y el Estado, buscando la manera de cambiar el egoísmo y falta de conciencia que existe hoy”.
Además, asegura que “al no tener una clara conciencia moral, hemos perdido metas valóricas importantes como la tolerancia, nos cuesta aceptar las ideas del otro y convivir entendiendo que todos podemos ser distintos en cuanto a pensamiento, pero que nos necesitamos en otras cosas, como para el progreso”.
Saldivia dice que hay que rescatar que “no todo está perdido, porque en Chile tenemos, por ejemplo, una Ley de Transparencia que no todos tienen y esto ya es una forma de evitar la corrupción en algunos ámbitos. Hay que avanzar por esa línea, contribuir a rescatar la confianza en las instituciones, en crear una conciencia moral ciudadana amplia y humanizar la educación”.
Por Carolina Vásquez C.