Cómo crear nuevos protocolos de acoso y abuso sexual en las Universidades Estatales, el alcance jurídico y social que estos requieren, cómo abordar la temática desde la prevención e información fueron parte de las temáticas abordadas en el VI Encuentro de Directores de Recursos Humanos y Jefes de Bienestar de las Universidades Estatales.

El encuentro realizado en Casa Central de la Universidad Tecnológica Metropolitana, contó con la presencia de más de 25 personas, representantes de distintas casa de estudio interesadas en mejorar y establecer protocolos adecuados que permitan generar una mejor calidad de vida en todo el entorno institucional, tanto de funcionarios administrativos y académicos como estudiantes.

En esta instancia fue el Rector, Luis Pinto Faverio, quien dio la bienvenida a todos los asistentes y señaló que “el intercambio de experiencias, el conocimiento de mejores prácticas y la coordinación para enfrentar situaciones o problemáticas comunes a todas nuestras Casas de Estudio, son acciones clave para fortalecer tanto nuestro espíritu y sentido de cuerpo,  como la contundencia y efectividad de nuestras respuestas y políticas”.

Además Pablo Cañón Thomas, Director de Jurídica de la UTEM, quien expuso, junto a la abogada de la dirección, Gabriela Muñoz Nieto, sobre “Acoso laboral y Discriminación Arbitraria en el ámbito de las Universidades”, analizó el acoso laboral dentro de las instituciones de educación superior, explicando cuáles son las formas que adopta y cómo este tema, que se aborda desde el derecho laboral, se ha ido incorporando al ámbito público y dentro de él a las universidades del estado con sus particularidades.

Cañón explica que “como los tribunales han reconocido que el acoso laboral es una afectación de derechos fundamentales, para llegar a la conclusión de que los funcionarios  públicos, aun cuando no se rigen por el código del trabajo, para los efectos de proteger estos derechos fundamentales, que se pueden ver vulnerados por prácticas de acoso laboral, los trabajadores pueden invocar el proceso de tutela, contemplado en el artículo 485 del código del trabajo”.

En la oportunidad también se hicieron cuestionamientos como ¿los estudiantes pueden ser sujetos activos frente a un acoso, por ejemplo, a un profesor?; nuestros procedimientos de derecho público -los sumarios, investigaciones sumarias, etc.- ¿son eficaces o no para determinar la ocurrencia de un acoso?; y ¿cómo estos procesos interactúan con el procedimiento de tutela laboral?.

El foco de esta instancia estuvo en quienes prestan servicios a las universidades, ya sean trabajadores de planta, contrata u honorarios, porque, en principio, ellos son los sujetos que pueden sufrir o cometer acoso laboral, sin dejar de lado la relación con los estudiantes que mantienen los funcionarios con los y las estudiantes.

Cañón destacó que este tipo de actividades son muy positivas, ya que “me parece que las  universidades están al debe en lo que dice relación con la gestión de personas, en el entendido de que los derechos fundamentales no solamente se protegen en nuestra esfera pública, como ciudadanos, sino que además se protegen dentro de las organizaciones que trabajamos, por lo tanto me parece que encuentros como este ayudan a generar sinergias bastante saludables, de buenas prácticas y para finalmente evitar contingencias, además de contribuir a mejorar el clima laboral, que está comprobado que aumenta la productividad, por lo tanto esta es una situación en que todos ganan, la universidad, los trabajadores y la comunidad completa”.

Por Carolina Vásquez C.