GameDev: el club organizado por estudiantes que se reúne en torno a los videojuegos
Autor: Christian Luco|
Arcades hechos en base a e-waste, videojuegos y softwares son parte de lo que hace el Club de Desarrollo de Videojuegos de la Universidad Tecnológica Metropolitana.
Como una “loca idea” de dos compañeros en una clase, en la que aseguran “no pusimos mucha atención, pero nos salió una buena idea”, crearon el que hoy es uno de los clubes organizado y liderado por estudiantes de la Universidad Tecnológica Metropolitana, se trata de GameDev, un club enfocado en los videojuegos.
A principios de los 70’s se crearon las primeras máquinas y videojuegos comercializables y aparecieron títulos como Computer Space o Pong, dos de los primeros videojuegos de consumo masivo y desde ese momento la tecnología, creatividad y accesibilidad a ellos han hecho de ésta, una de las industrias más fructíferas de las últimas décadas y que mueve más dinero al año, pues también hay una serie de eventos masivos que se realizan alrededor de ella.
El grupo de estudiantes UTEM, que ha decidido dedicar parte de sus horas al desarrollo de videojuegos y otros proyectos relacionados, cuenta hoy con 12 integrantes y sus fundadores Felipe Torres, Diego Higuera, Nicolás Rodríguez y Rabsari Lefort, fueron quienes expusieron la idea de formar el club a sus jefes de carrera. Al poco tiempo se unió Juan Paulo Silva y Carlos Cordero, y juntos lograron materializar el club.
Son estudiantes de las carreras de Ingeniería en Informática e Ingeniería Civil en Computación mención Informática, quienes señalan que ha sido una experiencia de largo aliento, pues “empezamos con la idea de hacer un arcade y fuimos juntando madera de planchas que encontrábamos después de eventos que se hacían en la Facultad y piezas de computadores que teníamos sin usar”.
Los estudiantes cuentan que han tenido que invertir “mucho tiempo y dinero, sobre todo en las primeras máquinas, como aún no éramos un club formalizado, todo salía de nuestros bolsillos, ahora como nos hemos adjudicado algunos proyectos hemos podido comprar más materiales y herramientas, antes ocupábamos lo que teníamos a la mano, de hecho se nota en los productos finales, martillábamos hasta con un cargador”.
Los arcade o también llamadas máquinas recreativas de videojuegos, son sinónimo de nostalgia para quienes entre los años 70’ y principios de los 80’ comenzaban a relacionarse con el mundo de la tecnología y videojuegos, pero para los estudiantes UTEM construir esta máquina imponía un desafío y un “gustito” que otro elemento no tenía.
“Cuando empezamos con máquinas arcade fue un mero capricho, porque no teníamos la intención tan clara de hacer un club y dedicarnos, en gran parte, a esto, pero cuando fuimos descubriendo el potencial que tenía tanto de aprendizaje como motivacional, para otros alumnos nos dimos cuenta que era un buen camino. Lo más importante es que también veíamos que en otras universidades tenían instancias de este tipo y nosotros decíamos, ¿por qué nosotros no?, y si la Universidad no nos apoya, lo hacemos igual, pero de a poco nos han ido apoyando”, explican integrantes del Club.
Los estudiantes comentan que “vimos que había más personas interesadas en este tema y ahí empezamos a buscar espacios, a pelear por espacios la verdad, nos dieron un lugar chiquitito, después vieron que funcionaba, que estábamos sacando proyectos, que íbamos a presentar a la Festigame, representando a la Universidad, que hemos hecho difusión con talleres en colegios, nos adjudicamos el FDI (Fondo de Emprendimiento Estudiantil que entrega el Mineduc), el que estamos recién armando porque el proceso de compra para adquirir todas las piezas ha sido lento, pero ahí estamos”.
Aunque los primeros pasos del club fueron en la dirección del arcade e ir reciclando materiales, “queremos desarrollar videojuegos y hacer más proyectos, como la mascota holográfica que estamos haciendo ahora; la cerradura de nuestra sala, que la hicimos nosotros y es electrónica, se abre con el pase; y nuevamente enviamos más proyectos para postular a los FDI, pronto vamos a saber si nos adjudicamos esos que, como adelanto, podemos contar que están relacionados con realidad virtual”.
Respecto a su participación en talleres y charlas en colegios de la Región Metropolitana dicen haber tenido una experiencia muy positiva y destacan que “los niños a veces piensan que hay una tecnología muy avanzada detrás de esto –arcades-, en relación a lo que realmente hay, entonces es bacán aterrizarlos, demostrarles y decirles que esto no está fuera del alcance de sus manos, porque piensan que es muy complicado, además ven que los venden en los persas o sitios web por 300 o 400 mil pesos y creen que es una tecnología demasiado avanzada, pero les enseñamos que no”.
Los estudiantes, que hoy en día son además un grupo de amigos, comentan que “nos apoyamos cuando a alguno le cuesta entender algo, aquí se genera una red de apoyo para estudiar y hay intercambio de conocimientos, porque algunos de los que estamos aquí también trabajamos y ese conocimiento se comparte, algunos también han desarrollado productos y todos tienen sus fortalezas”.
Cuando compartieron su trabajo y primer arcade, hecho de e-waste, con sus compañeros de Facultad, no tuvieron la respuesta esperada, pues estaba “en uno de los pasillos de Campus Macul, pero lamentablemente lo rompieron, como ha pasado con otra infraestructura de la Universidad, entonces es difícil pensar en hacer más arcades para este y los otros campus. De hecho por eso el nuevo arcade que estamos haciendo es de contrachapado, para evitar que lo rompan”.
Pese a este mal rato aclaran que “el recibimiento de nuestros compañeros, cuando les contamos en qué estamos trabajando o les mostramos algo, ha sido buenísimo, cuando estuvo el arcade en el pasillo habían algunos que estaban todo el día y no entraban a clases, a veces nos sentíamos hasta un poco culpables por ello, pero no podíamos echarlos ni mucho menos”.
Estar dentro de este grupo ha sido una experiencia importante para todos quienes lo componen y aseguran que “meter las manos en una máquina enseña mucho más que solamente escribirlo, yo creo que lo que más se aprende acá es a ingeniárselas con las herramientas disponibles y de hecho ese fue uno de los slogans que teníamos al principio, con lo que teníamos no nos achicábamos y buscábamos la forma de hacer lo que queríamos”.
*Uno de los juegos hechos por GameDev UTEM.
Por ahora el equipo está conformado y enfocado en terminar el proyecto de la mascota holográfica, que es su proyecto FDI, y a la espera de los resultados de su última postulación, pues desean continuar innovando en tecnología de videojuegos y ser un aporte tanto para la Universidad como para la sociedad.
Por Carolina Vásquez C.