El desafío es asumido por el Doctor en Ciencias Biológicas, Daniel López Stefoni, quien comenta “he dedicado buena parte de mi vida a estudiar temas de ecología acuática y temas de base biológica de la acuicultura. Mientras que desde el punto de vista de la gestión, fui el primer Rector de la Universidad de Los Lagos y por lo tanto tuve la oportunidad de participar en la creación de la Universidad Tecnológica Metropolitana, puesto que son universidades hermanas”.

López, también se ha desempeñado como Vicerrector de Planificación y Desarrollo, en la Universidad de Los Lagos, Vicerrector de Investigación, Postgrado e Innovación de la Universidad de Playa Ancha y además ha sido consultor del Ministerio de Educación, de la Comisión Nacional de Acreditación y de varias universidades, tanto estatales como privadas, en materias que tienen que ver con la gestión universitaria, entre otros cargos.

El nuevo Vicerrector, llega así a aportar toda su experiencia para que la investigación en la UTEM continúe creciendo, pues señala que hoy ve a la Universidad “con un enorme potencial, debido a que ha generado un cambio en los últimos años, en que la investigación pasó de ser una actividad secundaria a la docencia tradicional a posicionarse como algo relevante, y hoy en día, por ejemplo, ha superado las cien publicaciones –anuales- de corriente principal, lo que no es un número mágico, pero que de alguna manera determina un umbral de producción que significa la posibilidad de ser considerados en rankings internacionales”.

Además, agrega que la Universidad “ha generado acciones muy concretas en tres tipos de dominio, en primer lugar en los recursos humanos, ya que ha contratado a investigadores a tiempo completo con altos niveles de calificación y ha tenido una masiva incorporación de Doctores en las distintas Facultades, con niveles de exigencia en formación académica y en aportes, no solamente a la docencia, sino que también a la investigación muy importantes, por lo tanto está en una posición expectante desde el punto de vista de los recursos humanos, que significa no solamente un cambio cualitativo para la Universidad, sino que la incorporan como una institución debidamente comprometida en las actividades de investigación y esperamos que también eso ocurra en el corto plazo en el Postgrado”.

“Un segundo componente es que la UTEM también ha tomado decisiones relevantes en los recursos físicos, que son también muy importantes, y cuenta con un Edificio de Ciencia y Tecnología, algo que pocas universidades, de este tamaño, pueden tener. Eso es un mérito, porque hay más de 800 metros cuadrados de laboratorio que dan la posibilidad de una proyección muy alta y otro aspecto que demuestra la potencialidad de la Universidad es el hecho de que la transcurre en materia de investigación, es decir, va desde la investigación básica, la aplicada, la innovación e incluso la transferencia tecnológica, que está situada en una Vicerrectoría y por lo tanto tiene carácter estratégico”.

Para López el gran desafío está en articular “la investigación con la innovación y la transferencia tecnológica y yo creo que estamos en una posición muy expectante, estoy muy entusiasmado por las cosas que puede hacer la Universidad en los próximos años”.

Respecto a la situación de las ciencias y la investigación en Chile el Biólogo señala que “Chile tiene indicadores favorables, en el sentido de que si uno estandariza la cantidad de publicaciones de calidad, por la cantidad de investigadores, Chile es número uno en América Latina, supera a Brasil, a México o Argentina, países que obviamente tienen más cantidad de publicaciones e investigadores, esto quiere decir que los investigadores nuestros, son muy eficientes y hacen un muy buen trabajo, pero necesitamos más, más investigadores, más laboratorios, necesitamos enfrentar problemas que hoy en día son desconocidos en materias importantes para nuestro país”.

El Vicerrector apunta a la necesidad de generar datos para una mejora en la toma de decisiones, pues asegura que “necesitamos tener información que vaya más allá de la consigna, esa es la ventaja que tiene la ciencia, sea ciencia social, empírica y cualquiera sea el nombre o clasificación, lo que importa es que sea buena ciencia, que determine un conocimiento que va más allá del simple credo, ese es el valor que tiene la ciencia y en la medida en que tomemos decisiones basados en información de calidad las opciones de errar son menores”.

Para López hay una estrecha relación entre el crecimiento de un país y la inversión que se hace en ciencia y tecnología, “si es que los países no tienen desarrollo científico y tecnológico, no tienen información sobre sus propias capacidades y sus propias proyecciones, entonces nunca van a ser países desarrollados, por lo tanto Chile tiene que hacer un esfuerzo generoso en lograr mayores niveles de ciencia y tecnología, porque ese es el camino del desarrollo”.

El investigador dice que Chile está al debe en la materia, pues “tiene una inversión que corresponde al 0,37% del Producto Interno Bruto, que es muchísimo más bajo que el promedio de los países que están en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos -OCDE-. Si bien se han hecho esfuerzos importantes en la formación de Doctores, en la provisión de fondos para investigación, todavía estamos al debe”.

En este sentido López comenta que la responsabilidad de las universidades es que el 90% de la investigación científica y tecnológica en Chile se realiza en instituciones de educación superior, “esa es nuestra responsabilidad y cuando uno dice eso, estamos diciendo entonces que somos responsables de la posibilidad, real, de desarrollo de Chile, qué mayor responsabilidad que eso”.

Para la UTEM se proyecta varios desafíos y asegura que “las metas tienen que ser resultados concretos”, es por ello que también plantea algunos para el corto plazo, aspirando a “tener más producción científica, más calidad y eso significa tener más investigadores activos y ahí el primer desafío es construir una comunidad de investigadores, donde haya investigadores de diferentes edades, investigadores e investigadoras que provienen de distintas unidades, que tienen distintos tipos de protocolos intelectuales de cómo enfrentar los temas, que tienen distintos tipos de preguntas para generar conocimiento, pero también queremos integrar estudiantes, de manera tal que se forme una comunidad de investigación, en el más estricto sentido del término, es decir diversidad y participación, este es el reto, probablemente, más importante”.

“El segundo desafío creo que es lograr que generemos redes, tanto nacionales como internacionales, en donde la Universidad sea un actor central y por último queremos tener luego un Doctorado, que se acredite y expandir la oferta de Postgrado, principalmente de magister profesional en el área tecnológica, mejorar los programas que estamos ofreciendo hoy día y ampliar la oferta sustantivamente”.