Este 2019 la Universidad Tecnológica Metropolitana inició su año con una nueva Vicerrectoría, la de Investigación y Postgrados (VRIP), abriéndose así de lleno a la difusión de proyectos de los investigadores y al desarrollo de nuevos planes de Magísters y Postgrados que vayan en relación con los lineamientos de la Universidad.

En el Plan de Desarrollo Estratégico 2016-2020 de la UTEM se establecen dos puntos importantes, uno que menciona se debe “mejorar sustantivamente el desempeño de I+D+i y creación” y otro que dice se debe “mejorar sustantivamente el postgrado”.

De acuerdo a ello, el VRIP, Daniel López Stefoni plantea que “la calidad es el centro de las actividades de la Vicerrectoría. Por eso alienta que en los últimos años se quintuplicaran los artículos de corriente principal, publicados en las revistas internacionales con las más altas exigencias e impacto, y también que actualmente el porcentaje de publicaciones de la UTEM, en las revistas top del mundo, superen al promedio nacional. En postgrado el desafío es tener programas acreditados y un doctorado en el más corto plazo”.

Respecto a la relación que se establece entre la investigación y el pregrado en la UTEM, López señala que “a la Universidad moderna se le define por sus tareas de generación y transmisión del conocimiento. Dado el valor que ha adquirido el conocimiento para el desarrollo humano, la Universidad se fundamenta en ambos planos y, como consecuencia, la investigación y la docencia de pregrado y postgrado son parte de un mismo propósito”.

Por ello, asegura que hay múltiples interacciones entre la docencia y la investigación en la institución, entre las que se encuentran: la incorporación de la práctica científica en el aprendizaje; desarrollo de tesis con investigaciones relevantes; formación terciaria en Ciencia y Tecnología (caso de PPS en la UTEM); uso de base documentales internacionales en docencia; participación de estudiantes en proyectos, publicaciones, patentes, licencias; profesores con mayores competencias académicas, en todos estos puntos el Vicerrector señala que “estamos iniciando la implementación de acciones en estos ámbitos para fortalecerlos”.

Para el VRIP, la instalación de esta Vicerrectoría tiene por primer objeto que la UTEM concede a estas actividades el carácter de estratégico, “eso significa, en la práctica, que debe funcionar a través de un modelo interactivo unificador que considere distintos plazos y niveles; que se debe usar información fiable, oportuna y de calidad para la toma de decisiones; que debe funcionar con unidades internas y externas en forma segmentada, pero procurando un diseño organizacional matricial; que existen objetivos de corto y largo plazo; que los desempeños (resultados e impactos) pueden ser medidos; que se conoce cuáles son los procesos y resultados  a nivel mundial, nacional y de otras universidades”, explica López.

Las primeras medidas que ha tomado la VRIP se han relacionado netamente con la instalación de la Vicerrectoría, lo que implica su organización interna y el despliegue de sus recursos humanos, físicos y de información. Desde la planificación, la definición de los planes operativos para Investigación y Postgrado para el año 2019 y la evaluación y retroalimentación del Programa Estratégico de Investigación y Postgrado 2016-2020 y del Programa de Fomento a las actividades de I+D+i (PIDi). Además de establecer vínculos de trabajo con agendas concretas con todas las otras unidades de la Universidad.

En cuanto a las metas para los años 2019 y 2020 el Vicerrector de Investigación y Postgrados señala que “en investigación, disponer de 11 proyectos externos, 12 investigadores a jornada completa y 83 publicaciones de corriente principal. En el caso del Postgrado, reformular las metas cuantitativas a cualitativas que signifique contar a partir del 2020 con estudiantes de doctorado y en maestrías acreditadas”.

Además, para el presente año “se espera también contar con Consejos de Investigación y Postgrado (ambos operativos); sistema de registro curricular centralizado; que todos los programas sean “acreditables”; tener un plan de difusión científica; estar en rankings internacionales de investigación: comités de ética científica y de bioseguridad; red de laboratorios de Investigación; actividades de vinculación investigación-docencia de pregrado; incorporación de redes nacionales (como el Instituto Interuniversitario de Investigaciones Educativas de universidades estatales) e internacionales, entre otros temas”, aseguró López.