El intenso trabajo de la UTEM en materia de salud mental en medio de la pandemia

Autor: Constanza Valdivia Rossel|
Enfocarse en las diversas necesidades de este ámbito que han presentado funcionarios-as y estudiantes en nuestra Universidad, ha sido una tarea que desde el primer momento diversos equipos han debido sacar adelante no sólo con la preparación profesional que corresponde, sino sobre todo sorteando sus propias necesidades y demandas personales.

El Covid- 19 ha sido y sigue siendo un evento que nos ha obligado a establecer nuevas formas de relacionarnos y de vivir. Manteniendo distancia a nivel social, pero sobre todo en el ámbito laboral, donde todas y todos nos hemos debido acostumbrar a desarrollar nuestro trabajo de manera muy distinta a como lo hacíamos antes.

Sin embargo, poder concretar esto no ha estado exento de dificultades para nuestra comunidad universitaria, especialmente estudiantes y funcionarios, quienes han debido enfrentar la ansiedad, el temor o la pérdida de un ser querido en medio de esta pandemia. Pero también para quienes han debido continuar con la vida desde el encierro, postergando proyectos en los cuales habían puesto todas las ganas, como lo es, por ejemplo, ingresar a la Universidad y asumir nuevos retos.

Por ello es que, con el objetivo de apoyar a toda nuestra comunidad universitaria en estos casos y en tantas otras situaciones que a nivel personal y familiar se han dado en estos meses, la UTEM ha debido movilizar a diversos profesionales y propiciar espacios de ayuda y contención.

Uno de éstos surge desde la Dirección de Desarrollo Estudiantil, donde sus diversos servicios de apoyo y acompañamiento han generado estrategias comunes, para enfrentar los desafíos que se han impuesto a nivel nacional, con el objetivo de resguardar el trabajo y salud de la comunidad universitaria, mantener el funcionamiento de sus procesos, resguardar el cumplimiento de sus labores de atención de estudiantes, y apoyar la inserción a la vida universitaria, especialmente de los y las estudiantes de primer año, contribuyendo a sostener su proceso educativo y favorecer la concreción de las iniciativas institucionales de acompañamiento integral.

Al respecto, Daniela Harris, encargada del Programa de Apoyo Estudiantil (PAE), nos cuenta que “como estrategias comunes de los servicios de la dirección, ha habido una participación permanente en diversos espacios de coordinación y desarrollo de estrategias institucionales para hacer frente al contexto actual. Además, se han creado instructivos para el trabajo de apoyo en modalidad virtual, catastros estudiantiles, la creación de un consentimiento informado, que permita cumplir con las disposiciones legales de telesalud/atenciones, actividades conjuntas, entre otros”.

Una de las tantas acciones destacables de este trabajo, ha sido la elaboración de material informativo para los y las estudiantes relativo al cuidado y autocuidado en tiempos de crisis y consejos para la educación a distancia. Y dentro de esto se enmarca la realización, por segunda vez durante este periodo, de la Semana UTEM te acompaña, desplegada en las redes de los distintos servicios, donde se ha entregado información y desafíos respecto a la actividad física, ergonomía y entretención sin pantallas, bajo el lema UTEM en Movimiento. Actualmente, la unidad se encuentra desarrollando la Semana de UTEM Saludable, informando sobre colaciones saludables, veganismo y vegetarianismo y cómo fortalecer el sistema inmune e hidratarse.

Por su parte, la Dirección de Desarrollo y Gestión de Personas de nuestra Universidad – DDGP, también ha desarrollado varias iniciativas en este plano, siempre buscando mantener a las personas y su cuidado en el centro de la atención, fortaleciendo la efectividad en la acogida de necesidades, la cercanía, el acompañamiento y apoyo en un momento de tanta vulnerabilidad e incertidumbre.

Algunas de éstas han sido la implementación del Fono DDGP te Orienta/Fono Consulta, donde se entrega información de diversos ámbitos de dicha dirección y se da respuesta cercana y rápida a consultas relativas a los servicios de orden administrativo, necesidades sociales, de prevención de riesgo y psicológicas.

También la implementación de la campaña informativa “Va a pasar porque yo haré que pase”, donde a diario se informa sobre temáticas relativas a salud física, teletrabajo y familia y cómo conciliar de mejor forma el mundo familiar y laboral; se entregan sugerencias en relación a teletrabajo, liderazgo y equipos de trabajo, buscando enfrentar de mejor forma este nuevo formato laboral.

Además, se implementó el contacto diario de la Unidad de Prevención de Riesgos con funcionarios de portería en funciones, a fin de conocer su estado de salud y anímico, con el objetivo de brindar acompañamiento a quienes realizan labores presenciales, además de tener información de quienes asisten a los campus, entregando apoyo, tranquilidad y seguridad a todas y todos.

Todo esto se complementa también con las constantes invitaciones que se realizan, a fin de que la comunidad participe de los distintos cursos y seminarios gratuitos dictados por Mutual de Seguridad.

Al respecto José Urbano, director de la DDGP, indica que las y los funcionarios “evalúan positivamente y agradecen el ser acompañados en tiempos de confinamiento, sentirse parte y que sus demandas sean registradas, resueltas y acogidas como significativas a pesar de la distancia”.

“Han reconocido como un medio más directo el teléfono, relevando la rapidez en las respuestas y también el ser recepcionados con amorosidad y sensibilidad. Hemos sido capaces, a través del fono DDGP, de resolver numerosas inquietudes de nuestros funcionarios, además de acunar sus problemáticas psicológicas y sociales, brindando un servicio que responde a una mayor integralidad, lo que ha contribuido a lograr nuestro objetivo central, potenciar un ambiente de trabajo de calidad y saludable, especialmente considerando el contexto de pandemia. Los funcionarios se han motivado a participar, especialmente en cursos, aumentando gradualmente el número de inscripciones y el interés por formar parte de las distintas actividades, donde incluso nos retroalimentan por escrito, agradeciendo las instancias e informaciones, sintiendo que la institución está reconociendo su realidad y los apoya”, explica el director.

Situaciones de apoyo más comunes en la UTEM

Son diversas las situaciones que tanto funcionarios-as como estudiantes, han puesto en evidencia a través de las vías antes mencionadas. Y en este plano, la DDGP nos comenta que han debido orientar ante dificultades del ámbito psicológico, vinculadas a estrés, ansiedad, angustia, depresión, duelos y en general exacerbación de emocionalidad ligada a un polo negativo.

“Ante lo cual hemos hecho el esfuerzo, incluso fuera de los horarios de trabajo, de desarrollar la capacidad de acompañar y orientar a nuestros funcionarios, ayudándolos a canalizar de mejor manera sus emociones y así fortalecer su bienestar general”, indica José Urbano.

Dicha dirección cuenta con un equipo de psicólogos del Departamento de Desarrollo Organizacional, Marcela Miquel y Antonio Rodríguez, quienes entregan la atención psicológica y acompañan, brindando la asesoría pertinente de acuerdo con las características de cada situación. Además, realizan una primera acogida cuando se trata de inquietudes de estudiantes, coordinando y derivando los casos a los servicios estudiantiles, quienes reciben la demanda en este sentido. Finalmente, y de la misma forma, acogiendo y derivando las situaciones relacionadas a violencia, las cuales son redirigidas al Programa de Género, donde se encuentran las especialistas en el tema.

Por su parte, Sandra Gaete, directora de Desarrollo Estudiantil, indica que “los comentarios recibidos, la adherencia a los programas y la mayor demanda, han dado cuenta de la preponderancia entregada a la salud mental en la actualidad y cómo el apoyo en dichos ámbitos constituye un aspecto fundamental en la formación de nuestros y nuestras estudiantes y ante todo en su bienestar emocional y social, aspectos fundamentales para enfrentar la contingencia actual”.

“Las temáticas tratadas han sido variadas y se presentan en distintas complejidades, no obstante, los equipos se han esmerado en buscar soluciones acordes a las necesidades de cada caso, trabajando en red y adaptando los medios y estrategias de intervención para brindar el apoyo requerido de manera oportuna y efectiva”, enfatiza Gaete.

Es importante indicar que la Dirección de Desarrollo Estudiantil cuenta con tres servicios que entregan apoyo especializado en Salud Mental, los cuales son el Servicio de Salud Estudiantil (SESAES), el Plan de Apoyo Estudiantil (PAE) y el Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior (PACE), los cuales han llevado adelante en estos meses un trabajo remoto, donde los y las estudiantes son informados a través de la página de la Universidad, sobre la manera de acceder al servicio y también al escribir al mail saludmental.sesaes@utem.cl. Mientras que aquellos pacientes que venían en proceso de tratamiento, suelen comunicarse directamente con sus terapeutas a través de sus correos personales o whatsapp para darle continuidad al tratamiento.

Los motivos de consulta principal y más recurrentes de las y los estudiantes se relacionan con la imposibilidad de continuar con tratamientos previos en salud mental de tipo intervención profesional y/o farmacológica; aumento de la sintomatología ansiosa y depresiva producto del confinamiento, desmotivación, frustración e incertidumbre; trastornos del sueño y pérdida de hábitos alimenticios; procesos de duelo y desvinculación emocional producto de la pandemia y la imposibilidad de mantener contactos estrechos con familiares u otros significativos, que dificultan la vivencia de estas experiencias dolorosas.

A nivel social se presentan dificultades relacionales con el grupo familiar y/o de convivencia; desvinculación familiar y/o traslados a otras ciudades, debido a la necesidad de trabajar, de volver a sus residencias de origen y/o conflictos familiares o de convivencia. También el surgimiento o reaparición de situaciones de violencia o revictimización ante alguna situación abusiva de diversos tipos.

También un desajuste vincular dada la falta de relaciones directas con el grupo de pares, punto que es especialmente relevante en estudiantes de primer año, quienes no conocen a sus compañeros y/o profesores, lo que ha provocado un quiebre respecto a sus expectativas universitarias y una sensación de aislamiento.

Temores por el contagio o aparición de otras problemáticas a nivel de salud mental y/o física, esto en relación al Covid-19 y a otras patologías, lo cual se presenta tanto de manera individual, como del grupo familiar o de convivencia.

Necesidades de apoyo en el ejercicio de las habilidades parentales en los casos de estudiantes padres y/o madres o en el cuidado de otros menores de edad al interior del grupo de convivencia, provocando desajustes familiares y en el rol de estudiante.

A nivel educativo, el contexto en el que nos encontramos ha dificultado la adquisición eficiente de los aprendizajes, lo que involucra una creciente sensación de desmotivación, frustración y dificultad en la búsqueda de soluciones alternativas. También la necesidad de adquirir herramientas y estrategias que faciliten el estudio en el contexto actual de virtualidad y confinamiento y la necesidad de apoyo en la adecuación de espacios, organización y planificación de los estudios, tiempos libres y prácticas de autocuidado.

Y por último, dada la gran cantidad de horas frente al computador, se han presentado dificultades en la postura corporal y repercusiones en los ciclos del sueño, que alteran a su vez el descanso apropiado y la capacidad de concentración.

Sobre el trabajo realizado, Sandra Gaete, directora de Desarrollo Estudiantil destaca “el esfuerzo y compromiso realizado por cada una de las unidades y equipos que la constituyen, para entregar contención y apoyo a nuestros y nuestras estudiantes, valorando el trabajo llevado a cabo en conjunto, sobrellevando las dificultades que presenta la atención a distancia”.

“Hemos efectuado todas las acciones que están a nuestro alcance para brindar una atención y apoyo de calidad, lo que es el sello que caracteriza a nuestra dirección y por lo cual seguiremos esforzándonos en mejorar día a día, al considerar todas las solicitudes que la comunidad estudiantil nos ha hecho llegar”, finaliza la directora.

Por su parte, el director José Urbano, realiza un balance positivo “pese que ha sido un trabajo arduo que ha demandado un gran esfuerzo de parte de toda la DDGP. Ha sido un periodo enriquecedor, de muchos aprendizajes, que ha contribuido a potenciar, posicionar y fortalecer al equipo de trabajo”.

“Además, se han visto robustecidas las coordinaciones con otras áreas, siendo una prioridad el trabajo colaborativo y la movilización de la red interna, generándose una fuerte sinergia a nivel administrativo y de salud. Lo destacable es que se han logrado los objetivos planteados desde el principio, y se están permanentemente evaluando nuevas acciones que contribuyan a resguardar la salud física y mental de nuestros funcionarios, que en este tiempo de crisis es nuestro objetivo central. Desde siempre nos ha movilizado mantener en el centro de nuestro quehacer a las personas y durante esta pandemia eso ha tomado un sentido aún mayor”, finaliza Urbano

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