La UTEM dispone de nuevo protocolo que sanciona la violencia de género, acoso sexual y discriminación arbitraria
Autor: Constanza Valdivia Rossel|
Tras 25 sesiones en un año y medio de riguroso trabajo por parte de las y los integrantes de la Mesa Triestamental, la Universidad Tecnológica Metropolitana cuenta con un nuevo Protocolo de Actuación contra la Violencia de Género, Acoso Sexual y Discriminación Arbitraria, el cual fue aprobado, de forma unánime, por parte del Honorable Consejo Superior UTEM en la sesión virtual realizada en noviembre de 2020.
Este nuevo documento regulatorio procura fortalecer a la institución en materia de igualdad y equidad de género; asimismo aportar a la construcción de espacios educativos respetuosos, igualitarios y garantes de los derechos de todos y todas quienes forman parte de la comunidad universitaria, protegiéndoles de eventuales hechos que constituyan violencia de género, acoso sexual y/o discriminación arbitraria en la Universidad.
De acuerdo a lo señalado en las disposiciones generales, estudiantes, académicas, académicos, funcionarias y funcionarios de la UTEM, independientemente del estatuto aplicable o vínculo contractual, podrán denunciar casos de violencia de género, acoso sexual y/o discriminación arbitraria y contarán con el apoyo del equipo profesional de la Oficina de Acompañamiento y Denuncia del Programa de Género y Equidad.
Aspecto que es destacado por la funcionaria de Servicios Generales de Área Central, Evelyn Vega, ya que recordó que “el protocolo anterior se quedaba corto, ya que habían situaciones que no estaban cubiertas, dejando fuera a gran parte de los trabajadores a honorarios y a la comunidad estudiantil. Actualmente, hay mayor literatura, investigación, práctica y profesionales expertos que asesoraron la redacción de este nuevo protocolo, el cual cubre de buena forma los requerimientos de todas y todos quienes formamos parte de esta institución”.
Por su parte, Francisca Reyes, integrante de la Secretaría de Sexualidad y Género (SESEGEN) UTEM, señaló que “este es el inicio de muchas otras medidas que debieran existir en la Universidad. Mediante este protocolo hay una sanción, pero espero que, a futuro, la educación de las personas que integran la UTEM permita que estas situaciones disminuyan o, derechamente, no existan. Aunque, para ello, requerimos un cambio mediante educación integral en temáticas de género y de respeto por las personas”.
Además, el nuevo protocolo detalla que ninguna persona será considerada culpable sin pruebas contundentes y que todo el proceso será confidencial, imparcial y ajustado a los plazos estipulados en el procedimiento. Pero, también, exige responsabilidad del denunciante, ya que, en caso de comprobarse la falsedad de la acusación, podrá ser objeto de medidas disciplinarias, como un sumario estudiantil o sumario administrativo.
“Que podamos tener un protocolo era fundamental porque garantizamos que no ocurran situaciones que, antiguamente, normalizamos o callamos. Por eso, creo que si la Universidad quiere estar sintonizada con la actualidad, tenía que incluir estas normativas y establecer un marco regulatorio, donde podemos denunciar y asegurar protección a la víctima, garantizando la posibilidad de que no se generen estas malas prácticas”, comentó Patricia Mellado, secretaria de ANFAUTEM y académica del Dpto. de Informática y Computación.
En tanto, para la estudiante Isidora González, quien formó parte de la Mesa Triestamental, recalcó que fue fundamental contar con diferentes perspectivas en este proceso, y añadió que “aparte de un protocolo, es necesario tener una formación en temas de género, para instruir a toda la comunidad UTEM en temas importantes y crecer en conjunto con la Universidad”.
Camino a un protocolo definitivo
Las movilizaciones que surgieron en 2018 desde las universidades chilenas en torno a la igualdad de género, las estudiantes de la UTEM, entre otras demandas, solicitaron a las autoridades institucionales mejorar los canales existentes para formular denuncias y la posterior atención a las víctimas de violencia de género, acoso sexual y discriminación arbitraria, lo cual se comenzó a materializar con la conformación de la Mesa Triestamental para construir el nuevo protocolo.
En abril de 2019 comenzó el trabajo de la Mesa Triestamental, la cual fue integrada por académicos, académicas, administrativos, administrativas y las y los estudiantes de la comunidad universitaria. También, formaron parte del proceso la directora del Programa de Género y Equidad, profesionales de la Oficina de Acompañamiento y Denuncias, una abogada de la Dirección Jurídica e integrantes de la Secretaría de Sexualidades y Género (SESAGEN).
Entre mayo de 2019 y enero de 2020 se desarrollaron trece sesiones presenciales. Sin embargo, la crisis sanitaria provocó la suspensión de las sesiones en los primeros meses del año, mas no impidió que las labores se retomaran virtualmente, a partir de junio de 2020, para concretar 12 sesiones de trabajo más la reunión del 12 de noviembre de 2020, en la que las autoridades aprobaron el protocolo.