Claudia Ormazábal, directora del Programa de Género y Equidad: “Una ley no es suficiente, se requiere un cambio cultural”

Autor: Constanza Valdivia Rossel|
Con el lema “Comunidad UTEM unida por la Igualdad y la No Violencia”, el Programa de Género y Equidad (PGE) dispone una serie de actividades durante noviembre como el Mes de Conmemoración de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La idea principal es prevenir y promocionar relaciones igualitarias.

La violencia contra mujeres y niñas, según las Naciones Unidas (UN), es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo actual sobre las que apenas se informa debido a la impunidad de la que gozan los perpetradores, además del silencio, la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas.

En 1999 la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en memoria del asesinato de las hermanas dominicanas Mirabal el año 1960, durante la dictadura de Rafael Trujillo en ese país.

La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) define en en su Resolución 48/104 la violencia de género como «todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada«.

Las violencias contra la mujer es un fenómeno que debe ser tratado en forma comunitaria. Desde la creación del Programa de Género y Equidad (PGE) en la UTEM, son variadas las acciones que ha realizado por el compromiso adquirido para enfrentar el cambio cultural y social, que se hizo más evidente luego de las movilizaciones universitarias a nivel nacional.

En ese contexto se inscribe el lanzamiento de la Política Institucional de Género (PIG) y ceremonia de certificación de la oferta de capacitación del Programa de Género y Equidad, que se llevarán a cabo el jueves 1 de diciembre a las 10:00 horas. En este sentido, la directora del programa, María Claudia Ormazábal Abusleme, realiza un análisis de la contingencia nacional en esta materia y comenta los próximos desafíos de su unidad.

¿Qué medidas o acciones han realizado como PGE para erradicar las violencias y discriminación de género en la comunidad universitaria?

El PGE desde su creación se focalizó en orientar a la comunidad y acoger las denuncias en materia de violencia de género, acoso sexual y discriminación arbitraria. De esta forma, se dio origen a un procedimiento de investigación y sanción como mecanismo institucional para enfrentar actos que ameritaban ser investigados y sancionados. Luego, comenzamos a desarrollar campañas de sensibilización, talleres y cursos de capacitación, conversatorios, actos conmemorativos de hitos importantes en materia de género, entre otros. Así se abrió la necesidad de crear una unidad de prevención a cargo de estas iniciativas, las cuales, por cierto, no deben detenerse.

La prevención es permanente y nos obliga a ser creativas y creativos como programa para innovar en estrategias que cambien la sensibilidad de la comunidad frente a la temática y así incidir en mejorar los índices de violencia, mediante relaciones más igualitarias y la protección de ambientes seguros.

En este sentido ¿cuál debe ser la postura del Estado a nivel país? ¿Es suficiente el trabajo que se realiza actualmente?

El Estado ha dado una señal clara al país y en particular a las Instituciones de Educación Superior (IES) al promulgar la Ley 21.369 que regula el acoso sexual, la violencia y discriminación de género. Eso significa el reconocimiento oficial de que esta problemática existe y que es necesario legislar y adoptar medidas que enfrenten dicho problema. A veces, las soluciones pasan por la necesidad de que exista una ley que estandarice el actuar de las instituciones.

Sin embargo, la dictación de una ley no es suficiente, lo que se requiere es un cambio cultural y eso es de mayor alcance y de mayor profundidad. De ahí qure las acciones de prevención sean relevantes en materia de sensibilización.

Durante los últimos años ¿cuáles son los cambios y avances hacia la igualdad en los que PGE ha colaborado? ¿Cuál es el rol que han cumplido en la UTEM?

Nuestro primer diagnóstico de relaciones y brechas de género se realizó el 2021, por tanto, recién tenemos nuestra primera línea base desde la cual comenzar a medir los avances basándonos en evidencia. Asimismo, este año tenemos nuestro primer diagnóstico de factores de riesgo de vivir violencia de género. Ambos insumos son claves para establecer nuestros planes de acción y generar las mediciones que nos permitan identificar cuánto hemos avanzado.

Creemos que como programa hemos contribuido a visibilizar la temática e incidir en su comprensión y transversalización. En esto último el gobierno universitario ha sido clave al integrar la temática de género dentro de los ámbitos estratégicos de desarrollo institucional para los próximos diez años.

En las próximas semanas se presenta oficialmente la Política de Género UTEM. ¿Cuáles son los objetivos más concretos respecto a sus desafíos y proyecciones?

Nuestra política institucional de género es un enorme avance para la institución. El gran propósito es garantizar la igualdad y equidad en todo el quehacer institucional, así como erradicar la violencia. Para ello se han identificado nueve ejes estratégicos y 32 lineamientos de acción.

Es importante destacar que la política es una respuesta a las necesidades de la institución en materia de género, siendo apropiada a su naturaleza como entidad de educación superior pública y estatal.

Para que dicha política tenga éxito se requiere de una estrategia de coordinación permanente con las unidades que se vinculan a los ejes estratégicos de la política de género. Ese va a ser un desafío importante.

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