David Maulén, académico Escuela de Arquitectura UTEM: «Las universidades deben hablar de cibernética»
Autor: pedro berho|
El estudio del comportamiento, la creación de nuevas tecnologías, la administración social, las interacciones humanas, la comunicación y la organización de los recursos son algunas de las esferas en que la cibernética participa activamente, por lo que resulta imperioso considerarla desde una perspectiva y la aplicación interdisciplinarias a nivel científico y social.
David Maulén de los Reyes, académico de Historia en la Escuela de Arquitectura de nuestra universidad, es especialista en este tema y ha realizado diferentes investigaciones al respecto. Recientemente participó como co-editor en la edición especial de la prestigiosa revista científica Al & Society, en el número dedidado a la “Cibernética en Latinoamérica”.
El académico de la Facultad de Ciencias de la Construcción y Ordenamiento Territorial UTEM analiza la relación de nuestro país con la cibernética y cómo las instituciones universitarias trabajan y fomentan el desarrollo de esta cultura.
¿Qué es la cibernética, en términos generales?
– Básicamente, se trada del diseño del comportamiento. La palabra viene del griego kybernêtikê, que significa manejar o conducir, relacionándose con administración, organización, comunicación, interacción y relaciones sociales. La cibernética es la relación de las personas con el medio ambiente natural y social; la tecnología aquí es la mediación entre el ser humano y su entorno.
Normalmente, se asocia la cibernética con los computadores, pero éstos son sólo un producto material que es parte del fenómeno. La cibernética es -a grandes rasgos- el diseño del comportamiento y cómo con la tecnología podemos intervenir organismos vivos, teniendo como objetivo un diseño tecnológico que aporte a la sociedad y al mundo.
¿En ese sentido, entonces, la cibernética es una disciplina interdisciplinaria?
– Si cibernética es la ciencia de la organización, entonces considera tanto elementos tecnológicos como de ciencias sociales, incluso usa la Teoría de la Comunicación. Para que ello funcione se requiere de una colaboración entre diferentes disciplinas como biología, psicología, ingeniería, informática y antropología, entre otras. Mientras más variables sean incorporadas, mejor cibernética va a haber.
La cibernética se basa en el estudio del comportamiento a partir de diferentes áreas y de la relación entre el comportamiento biológico con el comportamiento del diseño de las tecnologías de la comunicación e interacción social.
¿Cómo se puede avanzar y profundizar, a su juicio, una cultura cibernética?
– “Enfoque sistémico” es otra forma de llamar a la cibernética. Y, en ese sentido, hace falta un trabajo más organizado, en el que todos los sistemas de la sociedad funcionen en conjunto y no estén separados. Este enfoque nos invita a pensar las cosas no en un año o dos años, sino que para dos o cuatro décadas, en mediano y largo plazo.
Por otro lado, hoy es muy fuerte el discurso de que estamos en la sociedad del conocimiento, la sociedad de la información y la economía del conocimiento, pero hay una diferencia fundamental entre usar la tecnología y producirla. Asumiendo que en Chile no desarrollemos una industria tecnológica, sí es posible mejorar el manejo de la tecnología en forma sistémica, dejando de ser sólo consumidores.
Hay otros sustratos muy importantes para tomar en cuenta, como los modelos de comunicación y la organización efectiva de la tecnología. Cuando un país funciona mejor de manera sistémica, puede adoptar tecnologías que fortalezcan dicha dinámica. Esa es la necesidad que tenemos hoy en Chile.
¿Qué rol cumplen instituciones como las universidades en el desarrollo cibernético?
– Las universidades deben trabajar en equipo sobre este tema y considerar más la cibernética en su espacio formativo. Docencia, investigación y vinculación con el medio deben abordarse desde lo sistémico. Es difícil, pero como universidad se debe tener una perspectiva e invertir en mejorar la sociedad.
Muchas veces en estos lugares también existe una desconexión sistémica, cuando cada unidad trabaja de forma aislada de las demás. Por ello, se debería trabajar y colaborar de manera orgánica desde la misma definición de una casa de estudios superiores. Las universidades deben hablar de cibernética.