Con el objetivo de visibilizar la discriminación sufrida por la comunidad LGBTQIA+ a lo largo del tiempo y conmemorar la eliminación de la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta efeméride llama a la comunidad UTEM a reflexionar sobre la inclusión y las construcción de espacios seguros en una Casa de Estudios que cada año se vuelve más diversa.

Lo anterior se ve refrendado en una importante cifra, casi un 30% del estudiantado se considera parte de la comunidad LGBTQIA+, lo que propone un gran desafío para los diferentes estamentos universitarios: Construir comunidad.

“La composición de la comunidad ha cambiado, se ha vuelto más diversa en términos sexo-genéricos, lo que ha significado una necesidad y una demanda por mayor aceptación y respeto” comenta Javiera Vallejo Dowling, periodista y comunicadora social de la Dirección de Desarrollo Estudiantil, una de las áreas que más se vincula con el estudiantado dentro de la universidad.

Entre las nuevas necesidades que surgen de la diversificación de la comunidad, se hace patente la importancia del fortalecimiento de las estructuras organizacionales, la mayor difusión de las acciones que se realizan en pos de eliminar la discriminación y un fuerte compromiso universitario con el respeto a los derechos humanos.

“Debemos avanzar en la identificación de necesidades de las personas de la diversidad género sexual, es algo que todavía no logramos trabajar correctamente como institución, desarrollando diagnósticos específicos para descubrir estas necesidades e incluyendo a las personas de los demás estamentos y así triestamentalmente continuar avanzando” señala el trabajador social del Programa de Género y Equidad, Alejandro Bustos Doussang.

Asimismo, Javiera Vallejo complementa en que también «los estamentos funcionario y académico deben capacitarse en esta materia, debido a que en nuestras labores debe existir un compromiso con el respeto a las disidencias y diversidades…Como comunidad debemos educarnos y capacitarnos en esta temática, entendiéndola como una obligación en nuestro quehacer”.

La comunidad como una solución

Pero a pesar de los desafíos que el Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia, Lesbofobia y Bifobia pone en evidencia, desde las áreas clave de la UTEM se llega a la misma conclusión: la construcción de comunidad es una solución.

“Es importante avanzar en comunidad, porque para resolver este tipo de problemas se necesita que exista pertenencia e identificación de las personas con la comunidad” comenta Alejandro Bustos.

En ese sentido, el profesional del PGE también destaca el valor de las redes de apoyo para vencer la discriminación y ayudar con las cicatrices que deja en las personas, cseñalando que es importante “que nos podamos reconocer entre nosotros, pero que también las disidencias puedan reconocerse mutuamente…Entendiendo que la construcción de redes de apoyo entre pares es vital para permanencia en el sistema educativo, la prevención de enfermedades psicológicas y hasta la prevención del suicido entre la comunidad LGBTQIA+».

Por su parte, la antropóloga de la Dirección de Desarrollo Estudiantil complementa que «existe bastante aceptación entre pares (estudiantado), pero la poca comprensión se da generalmente en los otros estamentos (académico y funcionario). Por lo tanto, es sumamente necesario el desarrollo comunitario conjunto y triestamental, para que crezcamos juntos«.

A pesar de que falta mucho, en este Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia, Lesbofobia y Bifobiatamién es importante reafirmar lo que hemos avanzado. En ese sentido, los profesionales de ambas áreas puntualizan algunos avances que se han llevado a cabo en la comunidad, como:

• Reconocimiento y uso del nombre social
• Instalación de baños mixtos en distintos campus
• El estudiantado ha construido vocalías de género en los Centros de Estudiantes
• Capacitación del funcionariado en aspectos del Lenguaje Inclusivo, entre otras.

Además, también adelantaron la realización de una versión de la Semana de la Educación Sexual y Afectividad, una futura Semana de la Inclusión.