Víctor Osorio Reyes, coordinador Programa Derechos Humanos UTEM: «La memoria es un pilar fundamental para la democracia y la paz»
Autor: Claudio Pereda|
Memoria, Derechos Humanos y Ronald Wood constituyen los ejes de la semana referida a los derechos fundamentales de las personas en la UTEM. Las actividades también se enmarcan en esta oportunidad en la Conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, que nuestra casa de estudios lleva adelante en conjunto al Consorcio de Universidades del Estado de Chile (CUECH).
La quinta edición de la Semana de la Memoria y los Derechos Humanos Ronald Wood se desarrolla desde este lunes 22 de mayo hasta el viernes 26, con una agenda de actividades que incluye artes visuales, conversatorios, periodismo de investigación y teatro.
Víctor Osorio –coordinador del Programa de Derechos Humanos y director de Relaciones Nacionales e Internacionales de la universidad– entrega una mirada global de los principales ejes de una nueva edición de esta jornada conmemorativa y de reflexión.
¿Cómo se creó la agenda de actividades de esta nueva versión de la Semana de la Memoria y los Derechos Humanos?
– Esencialmente, a través de un trabajo colectivo en el Consejo Asesor del Programa de Derechos Humanos y Ciudadanía, integrado por diversos servicios y organismos de nuestra Universidad. Por cierto, las y los profesionales del Programa, así como de la Dirección de Asuntos Nacionales e Internacionales (DANeI), también contribuyen a este empeño.
Por otra parte, en mi condición de coordinador del Programa de Derechos Humanos, también coordino la Comisión de los 50 años del Golpe de Estado, conformada en nuestra universidad de manera triestamental, en coordinación con la instancia que se ha creado para tales efectos en el CUECH. En esta instancia también surgieron propuestas para considerar.
Así, recibimos varias proposiciones de iniciativas que fueron procesadas colectivamente y se conformó un programa. Creemos que se trata de actividades muy valiosas, a las que se invita de manera cordial a todas las personas interesadas.
La primera Semana de la Memoria y los Derechos Humanos se realizó en mayo de 2019, creándose luego de esa conmemoración el Programa de Derechos Humanos y Ciudadanía. Así, desde la segunda versión este programa encabeza la organización de las actividades. Eso sí, en esta oportunidad –además– contamos con la coordinación de la Comisión para la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado a la que hice referencia anteriormente.
¿Llamarle a esta semana Ronald Wood es -además de todos los símbolos reconocidos- una manera de enfatizar cómo la UTEM valora a sus estudiantes?
– Sin duda. Además, se trata del estudiante mártir de la UTEM. En el devenir de nuestra vida institucional independiente, Wood es la única figura que puede ubicarse en ese plano. Por eso, la rectora Marisol Durán Santis estimó que llamarle con su nombre a esta semana constituye un homenaje y un acto de reparación que corresponde plenamente.
¿Cuál es el carácter que se le quiere dar a esta quinta versión?
– Como te esbozaba, en esta oportunidad la semana coincide con las cinco décadas que se cumplen del Golpe de Estado, lo que subraya más los ejes de memoria y Derechos Humanos que esta conmemoración ya tiene por definición.
Queremos aportar a que la comunidad universitaria reflexione sobre la responsabilidad que tenemos en esos dos ámbitos clave para la democracia, porque la memoria y los derechos humanos también implican una dimensión de futuro. La memoria es un pilar fundamental para la democracia y la paz, por lo que debe abordarse con la perspectiva del horizonte hacia el que debemos transitar.
¿Desde allí es que, entonces, las universidades promueven la trascendencia de los Derechos Humanos?
– Las universidades públicas y estatales tienen la responsabilidad imperativa de promover la Educación en Derechos Humanos y para la ciudadanía. Ahora bien, la memoria, el deber de recordar, forma parte de la doctrina de los Derechos Humanos que la humanidad ha definido a través del sistema internacional.
En segundo lugar, habría que decir que al recordar y reflexionar los 50 años del Golpe de Estado no sólo lo vemos como un hecho del pasado. En el caso específico de la educación superior en Chile los impactos los estamos viviendo hasta ahora, de lo que surge el desafío de pensar e imaginar el futuro, la perspectiva de educación de carácter público y concebida como derecho social.
En ese sentido, ¿cuál es la proyección de los Derechos Humanos desde el punto de vista formativo de estudiantes?
– Tanto la propia ley de universidades actual como la Declaración de Derechos Humanos señalan que la educación es una vía propicia para promover los derechos fundamentales de las personas. Entre estas dos fuentes y dimensiones hay una clara consistencia. Una formación integral para las nuevas generaciones de profesionales de avanzada debe incluir esta temática.
De allí que la universidad desarrolla una Asignatura de Ciudadanía y Derechos Humanos, puesta a disposición a las y los estudiantes de todas las carreras, que nació como electivo de formación general, transversal y extracurricular, y en forma progresiva se incorpora a los programas de perfeccionamiento personal y social.
Hablamos de los Derechos Humanos en su integralidad. Se incluyen los derechos civiles y políticos, pero también los económicos, sociales y culturales, además de otros emergentes como la sustentabilidad, particularmente importante para una universidad como la nuestra que tiene este concepto como sello institucional. Por eso, nuestra óptica es que los Derechos Humanos forman una totalidad transversal a todas las dimensiones de la vida social.
Este año culmina la tercera cohorte de la asignatura, que se extiende por tres semestres. Son casi 300 estudiantes que optan por tomar este curso.