Presentan primer diagnóstico UTEM en riesgos de violencia de género, acoso sexual y discriminación de género
Autor: web|
El lunes 19 de junio el Programa de Género y Equidad UTEM (PGE) entregó los resultados del Primer Diagnóstico de Riesgos de Violencia de Género, Acoso Sexual y Discriminación de Género de nuestra universidad, instrumento que busca medir la percepción triestamental en estos tres ejes.
La presentación del documento se realizó ante diversas unidades y programas institucionales, como la Dirección de Administración, Dirección de Desarrollo y Gestión de Personas, Dirección de Docencia, Dirección de Desarrollo Estudiantil, Área de Cultura, Programa de Comunicaciones, Dirección General de Análisis Institucional y Desarrollo Estratégico y el Proyecto InES Género, entre otros, instancias que fueron convocadas –además- a realizar un trabajo conjunto, liderado por el PGE y basado en los datos entregados por este diagnóstico.
En éste se identifican las actividades, procesos o interacciones institucionales, regulares o esporádicas, que generan o incrementan los riesgos de acoso sexual, violencia y discriminación de género al interior de la institución, aspectos señalados en el artículo 5º de la Ley 21369, que regula el accionar de las Instituciones de Educación Superior (IES) en estos temas.
Al respecto, la directora del Programa de Género y Equidad UTEM, María Claudia Ormazábal Abusleme, expuso que “contar con un diagnóstico de riesgos de vivir violencia de género, acoso sexual o discriminación de género en nuestra institución, es el requisito fundamental para poder diseñar un plan que sea acorde a esas necesidades, a esas problemáticas que arroja este tipo de diagnóstico y que, además, es un diagnóstico bastante operativo, porque nos sitúa en tres dimensiones del riesgo que son factibles de levantar en términos de información, como lo son el riesgo estructural, el cultural y el directo”.
En cuanto a los resultados de este primer diagnóstico, la profesional del PGE explicó que “son bastante consistentes con lo que uno podría establecer en otros contextos, es decir, son las mujeres las que perciben mayoritariamente la presencia del riesgo de vivir VDG, acoso o discriminación en la institución, mucho más que los hombres de los distintos estamentos y, particularmente, se da una combinación entre mujeres y estamento funcionario, es decir, las mujeres del estamento funcionario son las que más recienten esas situaciones de riesgo en la institución y eso es a lo que tenemos que poner especial atención”.
Para la directora del PGE “si bien la percepción de la comunidad es mayoritariamente favorable, es decir, no estamos en una situación caótica en materia de riesgos de VDG, hay que atender esos porcentajes que bordean el 40% y que, sin duda, representan un malestar de la comunidad ante el cual tenemos que actuar de manera rápida, aunando esfuerzos y acciones con las unidades que correspondan. Se debe diseñar un plan de prevención en materia de violencia de género, que dé respuesta a los hallazgos de este diagnóstico; eso nos debería permitir -en una siguiente medición-mejorar los indicadores que hoy día nos preocupan”, enfatiza.
Trabajando entre todas/os por la creación de espacios seguros
La encuesta que dio paso a este diagnóstico se levantó durante el segundo semestre del año 2022 y fue construida en conjunto con las universidades Alberto Hurtado y UMCE. Estos resultados son de suma importancia para el desarrollo de lineamientos estratégicos del Modelo de Prevención, señalados en nuestra Política Institucional de Género.
Una hoja de ruta que debe ser construida por diversos actores de nuestra comunidad, quienes han encontrado en los resultados de este primer diagnóstico, un aporte significativo para su trabajo. Así lo indicó Marcela Abarzúa Álvarez, antropóloga de la Dirección de Desarrollo Estudiantil, para quien “acceder de manera descriptiva y de primera fuente a la realidad de la experiencia de habitar los distintos campus y espacios de la universidad, es muy valioso para los equipos profesionales, ya que nos entrega información concreta del cómo los espacios se construyen en las interacciones sociales, se viven, se convive en ellos y se interrelacionan con las diversas experiencias de ser parte de la UTEM”.
Por su parte, Luis Sandoval Vásquez, subdirector general de Docencia, señaló que “esta información es valiosa, pues permite definir acciones dentro de la política institucional de género en el ámbito académico y docente sobre la base de evidencia. De esta manera podremos enfrentar las brechas persistentes en materia de equidad de género en el ámbito docente de manera más precisa. De hecho, la incorporación de la perspectiva de género en el currículum es un propósito institucional que debemos abordar con la mayor premura posible”.
Quien relevó también este contenido es Ángeles Quense Abarzúa, jefa del Departamento de Desarrollo Organizacional de nuestra institución, para quien “es de suma importancia acceder a esta información, ya que nos muestra la percepción que tiene nuestra comunidad frente a los riesgos de violencia de género, los cuales muchas veces quedan invisibilizados, o son realidades distintas según el campus o estamento”.
La presentación de los resultados de este Primer Diagnóstico de Riesgos de Violencia de Género, Acoso Sexual y Discriminación de Género, va a dar paso ahora a un trabajo que nuevamente convocará a personas de los diversos estamentos institucionales.
“Reflexionar de manera conjunta y triestamental el fenómeno de la violencia de género y las desigualdades implicó un rico debate de ideas y aproximaciones, que nacen desde la misma comunidad y que pudiesen implementarse como estrategias con un alto grado de legitimidad. Estas informaciones nos permiten proyectar acciones e intervenciones más focalizadas y, a la vez, con una mirada más integradora. Diseñar estrategias de prevención y promoción de manera anticipada y no reactiva, avanzando así -de manera conjunta- en la construcción de espacios no violentos y más igualitarios”, subraya la profesional de la Dirección de Desarrollo Estudiantil, Marcela Abarzúa Álvarez.
Algunos resultados de este primer diagnóstico
La toma de información y posterior elaboración del diagnóstico de riesgos de VDG, Acoso Sexual y Discriminación de Género, tomó la propuesta del Modelo Caleidoscopio realizado por la Comisión de Igualdad de Género del CUECH, el que plantea la comprensión de la violencia de género, acoso sexual y/o discriminación desde la identificación del plano estructural, cultural y directo.
Este modelo permite un acercamiento integral sobre los factores que están implicados en la ocurrencia de estas situaciones, posibilitando así el desarrollo de un análisis más amplio sobre la articulación de las condiciones institucionales y laborales, junto con la cultura UTEM y las prácticas concretas cotidianas que se desarrollan en la universidad.
Al respecto, una de las conclusiones más evidentes de este estudio es que la percepción de la violencia de género presenta claras diferencias entre mujeres y hombres, lo que confirma que la prevalencia de hechos de violencia de género ocurre mayoritariamente en mujeres, sumado a la invisibilización de este fenómeno por parte de los hombres.
Además, en términos globales, se constató una tendencia en las respuestas de todos los estamentos que ubica las percepciones en un menor riesgo. Sin embargo, los estamentos funcionario y académico, respectivamente, son los que resienten la existencia de un mayor riesgo (los porcentajes bordean el 40%), lo cual resulta preocupante, pues da cuenta de una importante cantidad de personas (particularmente mujeres) que perciben la presencia de riesgo en la comunidad universitaria.
Los resultados de esta encuesta se complementan con el diagnóstico de riesgos de violencia de género, levantado cualitativamente mediante los recorridos con perspectiva de género efectuados en los diversos campus de la universidad y cuyas conclusiones son concordantes con los datos cuantitativos en términos de dificultades y/o problemáticas identificadas en la observación en terreno.
Es importante relevar que todas las actividades que se organizarán desde ahora, ya sea campañas y encuentros comunitarios, apuntarán a difundir los resultados de este diagnóstico a toda la comunidad universitaria, a la sensibilización de las temáticas de género y, además, al uso consciente y respetuoso de los espacios universitarios.