Hasta octubre de 2023 un grupo de alumnas y alumnos de la carrera de Bibliotecología y Documentación UTEM forman parte de un grupo de analistas que van entregar sus puntos de vista para la biblioteca de la nueva sede que va a tener en Santiago Centro el Goethe-Institut, instancia pública alemana que promueve, divulga y promociona el conocimiento de la lengua y la cultura de ese país en el mundo.

“Queremos darles a los arquitectos de este nuevo espacio el mayor aporte posible sobre cómo construir una biblioteca que sea como un ‘tercer lugar’ en las personas, es decir, un espacio para estudiar y estar más allá de la casa o el trabajo. Tenemos la libertad de imaginar cómo queremos que sea este nuevo espacio”, explica Alexander Schultheis, director de la biblioteca del Goethe-Institut Chile.

Las y los alumnos Francisca Ramos Valenzuela, Rocío Manríquez Morilla, Karen Martínez Concha, Jesús González Parra y Josefa Tello Alfaro han investigado sobre el tema, proponiendo características y elementos que se van a tener como importante referencia.

Hasta ahora, se han presentado ideas iniciales sobre los tipos de espacios que se requiere y las necesidades de los usuarios. “Estamos evaluando qué cosas conviene intervenir y cuáles no necesitan mejoría, además de qué aspectos de administración son más desafiantes, entre otros aspectos”, indica Tello.

Manríquez complementa: “En este caso estamos viendo mucha arquitectura bibliotecaria, ya que debemos organizar los espacios que habrá en el nuevo edificio, incluir tecnologías y organizar un entorno cómodo y agradable para los usuarios del instituto”.

Experiencia enriquecedora

Para el Goethe-Institut Chile, apoyarse en estudiantes de la UTEM ha sido una experiencia enriquecedora que les permite tener diferentes visiones para el proyecto, en el que también intervienen diseñadores y arquitectos externos. “Son muy participativas y participativos, conocen bien su carrera. Han traído variadas ideas nuevas”, subraya Schultheis sobre el grupo de alumnas y alumnos UTEM.

La institución alemana ha estado en contacto por varios años con la universidad, llevando a cabo diversas actividades y conferencias. “Es muy importante combinar la práctica y la teoría siempre que sea posible. Para nosotros es fundamental continuar con esta alianza, de distintas formas. Por ejemplo, ofrecemos prácticas a los estudiantes de la UTEM”, comenta el funcionario europeo.

Para la comunidad estudiantil se trata de una gratificante experiencia que les ha dado la posibilidad de trabajar en un proyecto desafiante. “Nos permite conocer nuevas bibliotecas y sus sistemas de trabajo, además que se pueden perfeccionar variadas habilidades para nuestro futuro laboral”, comenta Martínez. Tello agrega que “pensar en proyectos que han de tener un impacto más real que en uno simulado es positivo, más si podemos ayudar a que las actividades de la futura biblioteca de Goethe se realicen aún mejor”.

Además, esto también ha permitido instancias de socialización. “Nos une como compañeros de distintas generaciones, pues somos de tercero a quinto año. Así que también es bueno que aprendamos a trabajar en grupo y que nos vayamos conociendo como grupo UTEM”, dice Manríquez.