“Ha sido una experiencia inolvidable y emocionante que cambiará completamente mi vida”. Así resume la alumna de Bibliotecología y Documentación UTEM, María Jesús Hernández, su paso por el Museo Biblioteca Casa Tola, en el que junto con su compañera de carrera Constanza Aguilera compartieron con la gestora y bibliotecaria María Teolinda Higueras, quien dirige la instancia en Quemchi.

Se trata de un voluntariado que ambas gestionaron luego de escuchar a Higueras en una de las charlas que organiza el profesor del Departamento de Gestión de la Información, Gonzalo Oyarzún, para la asignatura Gestión de Unidades de Información I. Fue así como María Jesús Hernández se contactó con la también fundadora de la Bibliolancha de Quemchi, primero a través de LinkedIn y después por teléfono.

“Luego, invité a mi compañera. A fines de diciembre ya teníamos definida la fecha en que trabajaríamos en su proyecto cultural Museo Biblioteca Casa Tola, inaugurado en 2022”, relata Hernández.

Mientras estuvieron en la casa museo, las estudiantes UTEM atendieron al público, crearon un rincón infantil y formularon un programa de actividades para niños, “en el que se realizaron talleres de pintura y collage, entre otros, con relación a la literatura. Cada una de las actividades comienza con una lectura y análisis que desencadena una conversación muy enriquecedora”, explican.

Sanar corazones

A todo lo señalado, se suma el apoyo a la Biblioteca Pública de Quemchi en la selección de títulos para crear una colección para los jóvenes y sugerir otros libros para que los adquirieran. “Aplicamos el Sistema de Clasificación Decimal Dewey, pero también hemos puesto en práctica elementos de nuestras clases de gestión y planificación, además de mediación lectora con los usuarios”, comentan.

La amabilidad y cercanía de la gente, así como la disponibilidad que tienen para escuchar y compartir, son algunos de los aspectos que destacan. “Ha sido muy lindo e impactante, porque usualmente en Santiago no están acostumbrado a que se den estos espacios de conversación y conocer las historias de las personas, más allá de un simple saludo. Ha sido muy sanador y enriquecedor”, recalca.

La experiencia les ha permitido tener otra visión. Creen que la carrera de Bibliotecología y Documentación impacta a otras personas y que -a través de la lectura y los libros- se pueden sanar corazones y mejorar la vida de las personas. “Me ha hecho reencontrarme aún más con la carrera e inspirarme con estas personas, tener estas nuevas redes de contacto y aprender mucho de sus experiencias”, comenta Hernández.