La edición 23º del Festival de Cine Latino de Los Ángeles (Laliff, por sus siglas en inglés), se llevó a cabo del 29 de mayo al 2 de junio. El evento, realizado por Latino Film Institute (LFI), expone largometrajes, cortometrajes, obras episódicas, animación, clases magistrales, paneles, sesiones de networking, actuaciones musicales y el primer mercado cinematográfico.

El titulado UTEM David Monarte Serna participó -junto a Pilar Smoje- con el cortometraje “Voz de Trompeta”. El profesional, se desempeña como guionista en UPSOMEDIA, es creativo y diseñador especializado en la escritura de propuestas disruptivas y originales. El diplomado en Guión de Cine de la Universidad de Chile y máster en Literatura de la Universidad de Santiago de Chile, entregó los detalles de su participación y experiencia en el festival internacional, y contó un poco de sus futuros proyectos.

¿De qué trató tu participación en el TCL Chinese Theater?

– Nuestra participación en el festival consistió en estar seleccionados en el programa de animación que reúne lo mejor del cine latinoamericano de animación ficción y documental. En el marco de nuestra categoría era el programa de animación, además de presentar nuestro cortometraje y participar en una Question and Answer, donde hablamos sobre el proyecto y sobre su proceso creativo.

También, hubo un par de entrevista de medios locales como Los Ángeles Times, la prensa del mismo festival y la participación de nuestro cortometraje en diferentes instancias de mercado latinoamericano y norteamericano. Pudimos hablar con gente de HBO, Warner y también gente que está ya en Los Ángeles haciendo animación, varios chicos mexicanos que también nos contaron su experiencia y todo eso fue muy útil para conocer las experiencias de gente con nuestras mismas inquietudes.

Fue una experiencia enriquecedora en todo sentido. Nos encontramos con un festival que era muy grande, muy importante para Los Ángeles y también entendimos que de alguna otra forma éramos muy privilegiados por estar en esa instancia. La curaduría del festival fue muy exigente y en ese mismo sentido entendimos que el cortometraje Voz de Trompeta cumplía con todas esas características de técnica, de narración y de calidad, así que nos sentimos exhibiendo en la primera línea de los festivales de del mundo.

Respecto al cortometraje, ¿en qué se inspira y cómo surge la idea?

– La inspiración principal es el jazz, pero también tiene una especie de viaje expresivo a través de diferentes técnicas de animación. Todo esto es para contar la historia de un trompetista que está conviviendo con sus propios demonios, que representan sus miedos, sus fracasos y también sus inseguridades.

La idea surge porque con Pilar Smoje -la codirectora, coguionista y productora- queríamos trabajar en una idea más expresiva que tenga una búsqueda en diferentes técnicas de animación como el stop motion o el 2D, más de Disney.

En ese sentido, buscamos que sea una obra musical de doce minutos que grafique todo este viaje mental del trompetista por recuperar su trompeta y entrar dentro de su cabeza para enfrentar los recuerdos a sus miedos y también a sus fantasías, todo esto a través de distintos estilos de jazz, sin ningún diálogo.

¿Cómo evalúas la experiencia internacional y los resultados que han obtenido?

– Estamos aún en esta ruta de festivales, pero hasta el momento nos ha ido súper bien: ya estrenar en el en el Chinese Theater de Los Ángeles es un sueño y a eso se ha sumado a los diferentes festivales como el Fest New Directors de Portugal, Fantasía de Montreal, Caótica de España, Lúdico de Costa Rica, Cartoon Club de Italia y por último quedamos seleccionados hace muy poco en el festival En la calle de Colombia.

Todo esto, después de haber ganado acá en el festival local de Chilemonos el tercer lugar latinoamericano el año pasado y también, hace solo unas semanas, haber ganado un Pulsar con el proyecto, en la categoría de mejor compositor para audiovisuales en la presente versión, a cargo de Mariano Ruz, que escribió ocho temas para el soundtrack del cortometraje. Este fue un premio inédito para la animación chilena y eso nos dejaba muy contentos, y muy esperanzados por el camino que falta por recorrer.

¿Y cómo ha sido el apoyo que te ha entregado la UTEM en el proceso?

– Trascendental, ya que nos ayudaron a financiar nuestro viaje. De otra forma es difícil que lo hubiésemos conseguido, porque esto también se ha gestionado de forma muy independiente. Todo este proceso de festivales siempre es muy caro, porque desde que uno asume que se debe postular a instancias de diferentes calidades, no todos tienen una postulación gratuita y siempre hay que invertir.

Gracias a la universidad, todo ha sido más colaborativo, de manera que «Voz de Trompeta» se puede ver en lugares tan importantes como Los Ángeles, ampliando la percepción y apreciación que puede tener el público extranjero de esta obra, que nos costó tanto producir.

¿De qué forma tu paso por la UTEM ha colaborado en tus actuales logros?

– Creo que la UTEM da muchas herramientas desde la animación, la ilustración, el dibujo, el diseño y -sobre todo- la reflexión a través de la imagen, que es lo que más rescato de la carrera. En este sentido, hay muchos profesores que me han ayudado bastante en este proceso como el profesor de animación Felipe Silva, Felipe Muñoz que me hizo entender el diseño y la imagen desde una reflexión también intelectual y bueno muchos otros profesores que han aportado a todas estas herramientas, que creo que pueden verse reflejados en el cortometraje.

¿Cuáles son tus próximos proyectos y/o participaciones internacionales?

Estamos trabajando con Pilar Smoje, que es la directora y productora también del cortometraje, en algunos proyectos que por ahora son muy secretos, pero puedo adelantar que se tratan sobre también esta búsqueda por esta ruptura narrativa, ya que estamos jugando con cómo poder contar una historia de diferentes formas, con diferentes técnicas.

En cuanto a las participaciones internacionales, a fin del es julio nos toca viajar a Montreal, Canadá, en el marco del Festival Fantasía, uno de los festivales de género más importantes del mundo, así que vamos a estar con Pilar también ahí presentando el cortometraje, en esta instancia tan importante que reúne a lo mejor del cine de género y también, compartiendo con gente de la industria que está en la misma sintonía que nosotros de crear y poder expresar desde el cine todas estas inquietudes tan humanas.

¿Tienen alguna presentación en Chile del cortometraje?

– La idea es organizar muchas actividades para visibilizar el cortometraje y poder conversar con el público cuáles son sus sensaciones luego del visionado. Creemos que faltan instancias donde se pueda conversar la animación y el cine, para reflexionar sobre esta disciplina. En este sentido, hemos tenido algunas ideas y propuestas, como exhibir con la orquesta de 18 músicos, pero aún estamos gestionando cada una de las actividades.

Lo más cercano que tenemos hoy en día es la exhibición del cortometraje en la UTEM en el Campus de Dieciocho 390 en agosto, que va a ser una exhibición abierta para los y las estudiantes. Estará acompañado con una masterclass que haremos con Pilar y obviamente, aparte de todo esto, está también la idea es seguir trabajando con la UTEM, particularmente con la Escuela de Diseño, para poder graficar y reflexionar desde nuestra mirada de la disciplina de animación y cine, cómo podemos pensar la imagen y cómo contamos historias desde otros lugares.