La profesional PACE Geraldine Quevedo, explica que la iniciativa busca fomentar la reflexión entre los docentes sobre sus prácticas educativas, además de “desarrollar las habilidades del siglo XXI, como la colaboración, vida y carrera, y la alfabetización informacional”.

En ese contexto, el acompañamiento se centró en cuatro docentes del Centro Educacional Eduardo de la Barra, con un enfoque en entender las necesidades y características de sus cursos.

“A la mitad del acompañamiento, se presentó el proyecto de elaboración de bebidas para personas con restricciones alimentarias, inicialmente pensado como un trabajo interdisciplinario”, añadió Quevedo. Sin embargo, se decidió concentrar los esfuerzos en las asignaturas de Gastronomía y Servicios de Hotelería.

Desarrollo del Proyecto

El proyecto se estructuró en cuatro fases: concientización, investigación y creación de infografías, desarrollo de recetas, y la presentación final, permitiendo a los estudiantes adquirir nuevos conocimientos y estructurar sus ideas de manera ordenada y sistematizada, buscando que utilicen lo aprendido para generar innovación en sus rubros.

Para Francisco Olea, profesor de Gastronomía del establecimiento comenta que el objetivo del proyecto es “ofrecer opciones de bebidas a personas con restricciones alimentarias, ya que a menudo nos enfocamos en quienes no tienen dificultades. A través de este proyecto, buscamos que los estudiantes exploren nuevas alternativas e innoven”.

Asimismo, la profesora de Servicios de Hotelería María Teresa Ríos, agregó que “el objetivo es que los estudiantes apliquen los conocimientos del módulo de coctelería, enfocándose en las restricciones alimentarias, que son cada vez más comunes en la sociedad actual”.

Un proyecto formativo e importante

El aprendizaje basado en proyectos es fundamental para preparar a los estudiantes para su futuro profesional. Según Olea, “este enfoque enriquece el conocimiento de los estudiantes y les brinda la capacidad de innovar, investigar y aprender a aprender”.

La colaboración con Geraldine profesional del programa PACE fue fundamental para la articulación de contenidos de ciencias en el proyecto. Olea explicó que “gracias al trabajo colaborativo, logramos desarrollar ideas que muchas veces se pasan por alto, lo que ha sido fabuloso”.

Por su parte, la docente Ríos también resaltó la importancia de esta colaboración, señalando que “fue un trabajo complejo, pero muy útil para analizar las capacidades de los estudiantes y la mejor manera de abordarlos”.

Desde la perspectiva estudiantil, esta instancia también es valorada positivamente. Un ejemplo de esto, es el relato de Diego Toledo, estudiante en la especialidad de Gastronomía, quien comenta que “me pareció muy linda la oportunidad de convivir y crear nuestro propio cóctel a base de información para diabéticos e hipertensos. Es una experiencia de aprendizaje, ya que sabemos que estas personas deben consumir algo que les favorezca y aporte nutrientes”.

Al finalizar el proyecto, se llevará a cabo una reunión para evaluar el proceso y explorar oportunidades de mejora. Esta iniciativa promueve el aprendizaje y la innovación, además también ayuda a preparar a los estudiantes para enfrentar las realidades de un mundo laboral diverso y en constante cambio.

La colaboración entre el equipo de PACE UTEM y el Centro Educacional Eduardo de la Barra se traduce en un impacto positivo en la formación de los y las estudiantes, impulsando un enfoque inclusivo y responsable en la gastronomía.