Leandro Oviedo, encargado Unidad Capacitación DDGP: «Nuestro desafío es seguir optimizando los recursos disponibles»
Autor: Claudio Pereda|
Positivas son las cifras que muestra la Unidad de Capacitación de la DDGP institucional (Dirección de Desarrollo y Gestión de Personas) durante el 2024. Se efectuaron poco más de un centenar de cursos (89% más respecto al año anterior), 1.284 acciones (la mayoría vía SENCE) y 74.111 horas (con un significativo aumento del 1.467%). La unidad opera principalmente con financiamiento proveniente de SENCE, complementado con un presupuesto más acotado para cubrir necesidades específicas no cubiertas por la franquicia tributaria.
El encargado de la instancia, Leandro Oviedo Salinas, precisa que el fortalecimiento de competencias es un motor clave para el desarrollo profesional de los funcionarios y las funcionarias, permitiéndoles así mejorar su rendimiento. «A partir de necesidades identificadas, gestionamos acciones que aborden tanto las habilidades técnicas como las competencias transversales», indica.
En esta conversación se hace un resumen de lo efectuado durante el año anterior y los desafíos que se vienen para el 2025.
– Ustedes subrayan que lo entregado por la Unidad de Capacitación de la DDGP durante el 2024 “contribuye al fortalecimiento de competencias claves para el desarrollo institucional”. ¿Cuáles son las principales razones por las cuales ustedes desarrollan esta tarea y de qué forma se lleva adelante?
– El objetivo principal es garantizar que los funcionarios cuenten con la capacitación necesaria para cumplir con los objetivos institucionales. Como área y unidad, buscamos promover una cultura de mejora continua que impacte directamente en la eficiencia y efectividad de los procesos institucionales. Para nosotros, el fortalecimiento de competencias no sólo es una herramienta para potenciar el talento, sino también un motor clave para el desarrollo profesional de los funcionarios y las funcionarias, permitiéndoles así mejorar su rendimiento.
Llevamos a cabo este proceso a través del análisis de las necesidades de capacitación, tomando como insumo los resultados del CEAL-SM y otras fuentes relevantes. A partir de estas necesidades identificadas, gestionamos acciones que aborden tanto las habilidades técnicas como las competencias transversales.
En función del tema a tratar, las capacitaciones se basan en métodos interactivos, como talleres, estudios de caso y simulaciones, garantizando así que los y las participantes puedan aplicar lo aprendido en situaciones prácticas.
Finalmente, realizamos una evaluación post-capacitación a través de encuestas, lo que nos permite ajustar y mejorar continuamente los contenidos y métodos utilizados.
Se señala que durante el año pasado se efectuaron 108 cursos de capacitación, marcando casi un 90% más que el año anterior. ¿Por qué cree qué sucede eso y cómo se estableció ese incremento?
– El aumento en la cantidad de cursos se debe, principalmente, al resultado de una planificación que consideró tanto las necesidades de capacitación como la demanda por parte de los funcionarios. Este incremento refleja el esfuerzo por diversificar las opciones disponibles y adaptarlas a las solicitudes y áreas de desarrollo identificadas. Un factor clave a considerar es que el 2023 no se aplicó un proceso formal de DNC. Sin embargo, al implementarlo en el 2024 y dirigirlo a las jefaturas, contribuyó al aumento de solicitudes.
Además, creemos que las personas mostraron un mayor interés en capacitarse, impulsadas por la ampliación y diversificación de la oferta, abarcando diferentes temáticas y formatos. Esta diversidad permitió que los funcionarios y las funcionarias pudieran acceder a una capacitación más alineada con sus intereses y necesidades específicas.
Otro aspecto clave fue la colaboración con un mayor número de organismos capacitadores, lo que facilitó una oferta más amplia y especializada, permitiendo una mayor cobertura y disponibilidad de cursos. Así, la optimización de los recursos disponibles también jugó un papel fundamental en este incremento, ya que permitió ampliar la cantidad de capacitaciones sin comprometer la calidad de los programas impartidos.
Las capacitaciones se hacen mayormente en formato digital ¿cómo evalúa ese hecho? ¿Dinamiza los procesos, facilita el interés de las personas?
– El formato digital ha sido una herramienta clave para dinamizar los procesos de capacitación, ya que permite mayor flexibilidad, accesibilidad y participación, facilitando que los funcionarios puedan acceder a los cursos en cualquier momento y desde cualquier lugar.
No obstante, su efectividad depende en gran medida de cómo se diseñan y ejecutan los cursos. El uso de plataformas interactivas, vídeos, simulaciones y actividades gamificadas favorecen que el proceso de aprendizaje sea más atractivo y eficiente.
Sin embargo, es importante destacar que no todos los participantes responden de la misma manera al formato digital. En ese sentido, incluimos algunas experiencias que combinaron sesiones presenciales con el formato on line y los participantes valoraron mucho estas instancias presenciales.
Esto sugiere que, aunque el formato digital es muy efectivo, también es necesario integrar elementos presenciales en ciertos casos para enriquecer la experiencia de aprendizaje y fomentar una mayor interacción entre los participantes y los facilitadores.
Otro aspecto importante es la Detección de Necesidades de Capacitación (DNC), que de acuerdo a los datos que ustedes manejan se ha incrementado también. ¿De qué manera se lleva a cabo este trabajo?
– Durante el año, llevamos a cabo tres procesos de detección de necesidades de capacitación (DNC). El primero estuvo dirigido a las jefaturas, con el objetivo de que, en conjunto con sus equipos, pudieran identificar y definir las áreas de capacitación necesarias para alcanzar los objetivos institucionales y mejorar el desempeño de los equipos de trabajo. Este proceso inicial permitió establecer un plan de capacitación más alineado con las necesidades de las diferentes áreas.
A medida que se fueron implementando las solicitudes identificadas, se dieron lugar a dos procesos adicionales, que fueron “abiertos”, es decir, se invitó a todos los funcionarios y las funcionarias. Estos procesos permitieron recoger nuevas necesidades, lo que incrementó la participación.
De acuerdo a sus informes, en el 2024 se sumaron también dos aspectos importantes: por una parte, la Inducción UTEM (proceso que se llevó adelante con casi 80 de quienes participaron) y la formación en Ley Karin. ¿Cuál es su evaluación de ambas experiencias?
– Efectivamente, se trata de dos experiencias claves que evaluamos positivamente. En cuanto a la Inducción UTEM, un 80% de los inscritos completó el curso durante el año, lo cual consideramos un resultado positivo. Esta capacitación tiene como objetivo fundamental que los nuevos funcionarios se familiaricen con la identidad de nuestra institución, los principios que guían nuestro trabajo y la estructura organizacional que respalda a nuestra universidad. Algunos de los módulos que se trabajan son: Departamento de Gestión de Personas, Bienestar del Personal, Prevención de Riesgos, SISEI, entre otros.
Hemos implementado mejoras en el seguimiento para asegurar que más participantes lo completen en el futuro. Para este año, esperamos que todos los inscritos finalicen el curso, dada la importancia que tiene este proceso en la adaptación a la cultura y valores institucionales. Cabe señalar que, aunque este curso está destinado principalmente a los nuevos funcionarios, también está disponible para las jefaturas que deseen asegurarse de que sus equipos estén completamente informados sobre la institución y sus procesos.
En cuanto a la formación en la Ley Karin, fue sin duda un gran desafío, especialmente considerando el volumen de personas que participaron, 713 en total. Este curso se impartió en dos modalidades: un grupo lo hizo de manera asincrónica, a través de una plataforma y charlas presenciales, oportunidad en que participaron funcionarios de Rectoría, de la Vicerrectoría Académica, de la Vicerrectoría de Transferencia Tecnológica y Extensión y de la Vicerrectoría de Administración y Finanzas. Mientras que el otro grupo se capacitó bajo la modalidad a distancia o autoinstrucción, también con charlas presenciales.
Nuestra intención con este enfoque fue no sólo brindar información sobre la ley, sino también crear un espacio interactivo durante las charlas, instancia en la que se explicaba el propósito de la ley, se ofrecieron ejemplos prácticos y -lo más importante- se aclararon dudas de los y las participantes.
¿Además de lo que se ha comentado hasta ahora, qué aspectos del desarrollo de la Unidad de Capacitación son las que usted más destacaría en 2024?
– Hay varios aspectos del desarrollo de la Unidad de Capacitación que destacaría en 2024. Uno de los logros más significativos ha sido el alto nivel de satisfacción que recibieron las distintas acciones de capacitación. Este feedback positivo demuestra que las iniciativas están siendo valoradas, lo cual es fundamental para mantener el compromiso y favorecer la gestión y el desempeño de los equipos.
Asimismo, hemos logrado apoyar de manera efectiva en capacitaciones específicas o técnicas, lo que sin duda contribuirá a la mejora de la gestión y el desempeño de los equipos de trabajo, brindándoles herramientas directamente aplicables en su día a día.
Nuestro desafío para el futuro es seguir optimizando el uso de los recursos disponibles para que podamos maximizar el impacto de las capacitaciones. Queremos continuar identificando nuevas áreas de capacitación y ofrecer una formación continua, con módulos que cubran desde los niveles introductorios hasta los más avanzados de las competencias requeridas. Este enfoque permitirá que los funcionarios no solo crezcan profesionalmente, sino que también se mantengan actualizados y adaptados a las nuevas tendencias y necesidades institucionales.
Algunos de los proyectos clave en los que estaremos trabajando este año incluyen la capacitación de un grupo de jefaturas a través del Proyecto Líderes UTEM, que tiene como objetivo fortalecer las competencias definidas para ellos dentro de nuestra institución. Además, continuaremos con la capacitación en torno a la Ley Karin, ampliando su alcance y profundizando en su aplicación práctica para todos los funcionarios.