Estudiantes de cuarto año de Diseño en Comunicación Visual de la Universidad Tecnológica Metropolitana serán los encargados de proponer soluciones desde el diseño para mejorar distintos aspectos de algunas escuelas y liceos de la capital.

El Magíster en Liderazgo y Gestión Educativa de la Universidad Diego Portales trabaja, en su mayoría, con escuelas públicas y algunas privadas, de Santiago, las que sirven como centros de práctica, y son justamente estos establecimientos los que se beneficiarán de esta colaboración.

Los estudiantes de taller de la UTEM deberán reunirse con los directores, profesores y estudiantes, además de conocer los espacios de las escuelas para evaluar los requerimientos que estas tienen y así poder desarrollar herramientas que permitan mejorar el establecimiento o las relaciones al interior del mismo, lo que se verá reflejado en los 18 proyectos finales.

Los académicos de la UTEM que participan de esta colaboración son Alfredo Mora, Danny Micin, Alejandra Poblete y María Luisa Cortés, quienes están a cargo de las secciones de taller de cuarto año.

La académica Alejandra Poblete, cuenta que el objetivo de este taller es “que los alumnos elaboren proyectos de diseño que estén cercanos o, idealmente, en la realidad y un ítem que siempre se ha abordado es el tema de la educación, es decir, qué puede hacer el diseño o qué espacios tiene el diseño para proponer y para resolver problemas entorno a la educación”.

Danny Micin, explica que “además de las escuelas el mismo magíster se va a beneficiar, porque lo que ellos están buscando es que se desarrollen herramientas que puedan ser utilizadas de forma transversal por cualquier escuela, siempre con el enfoque de la educación pública y que sean productos que puedan ser utilizadas desde la perspectiva de liderazgo del director”.

Respecto al tipo de material que podrían desarrollar los estudiantes, Poblete indica que “pueden ser muy variadas, pueden ser experiencias o dinámicas que involucren quizás elementos físicos, interactivos o virtuales, hay muchas opciones”. Alfredo Mora agrega que el hecho de que sea “un objeto de comunicación, una experiencia o un videojuego, hasta ahora es incertidumbre, porque los estudiantes hoy están yendo a investigar las distintas problemáticas que existen en cada uno de los colegios y escuelas, la solución comunicacional aún no existe, va a depender de cada uno de los casos”.

Los estudiantes de la UTEM trabajan en grupos y son asignados por los académicos a las distintas escuelas, Micin recalca que “lo más interesante es que la mayoría, sino todas, las escuelas están en una situación de vulnerabilidad más o menos importante, en lugares con precariedad, por ejemplo, con padres que no participan de la educación de los niños o con dificultades del entorno, entonces desde esa perspectiva es un desafío doblemente poderoso, porque lo que hagan puede incidir en algo que efectivamente pueda mejorar la educación”.

Por su parte María Luisa Cortés apunta a que esta experiencia de colaboración con la UDP permite “abrirse hacia al trabajo con otras disciplinas y creo que eso también es súper interesante, el cómo los diseñadores tenemos que conocer de distintos ámbitos para poder plantear soluciones y dialogar, investigar y estar preparados finalmente para resolver una problemática”.

Los académicos comentan que los estudiantes se han tomado muy bien este desafío, aunque “están recién empezando”, pues Poblete explica que “recién han tenido un par de reuniones con los directores de las escuelas y, por lo que hemos visto, ya han instalado un puente de confianza. Han sido bien recibidos e invitados a volver y mi sensación es que ellos –directores- están entendiendo qué es lo que hace un diseñador, porque en nuestra sociedad está etiquetado como el que diseña ropa o no se sabe bien lo que hace, entonces esto también colabora en crear una cultura de diseño, que también es importante”.

Mora afirma que el carácter del proyecto y a quienes está destinado también ha sido un factor relevante para la motivación de los estudiantes UTEM, pues “se dan cuenta que este proyecto tiene un propósito y que implica la colaboración, entre universidades, en función de la educación pública” y agrega que “algunos estudiantes han visitado salas de seguridad para emergencia en casos de balacera, y aunque en la Universidad hay estudiantes de muchos estratos sociales, estas escuelas tienen alumnos que, muy probablemente, nunca lleguen a la universidad o muy pocos, entonces son lugares lejanos para el contexto universitario y creo que eso ha sido muy enriquecedor para todas las personas involucradas”.

Además del contexto de los alumnos de las escuelas, el desafío para los estudiantes de Diseño en Comunicación Visual también está en tener que relacionarse “con un otro que no habla su lenguaje y tienen que comunicarse, ese es el tipo de situaciones que van a enfrentar después, cuando egresan y en ese sentido poder tener esa experiencia ahora, estando acompañados es súper valioso para ellos”, explica Cortés.

Los académicos son enfáticos en que estarán presentes en cada paso, por lo que podrán guiar a los estudiantes de modo que realicen el mejor trabajo posible, pues la intención es que “no sea un maquillaje para que la escuela se vea más bonita, sino que efectivamente proponga o instale algo nuevo que permita o facilite una nueva dinámica, nuevas formas de interactuar entre los actores del proceso o la convivencia, hay muchas dimensiones dentro de este proyecto que pueden ser consideradas”, asegura Poblete.

Danny Micin, hace hincapié en que “nuestra expectativa es alta, considerando que es el proyecto de todo un semestre. Tenemos confianza en que esto funcione bien y resulten buenos proyectos”.

Los proyectos finales se presentarán el viernes 25 de enero, en una sesión de cierre en que se pretende invitar a todos los actores involucrados, momento donde los académicos esperan que “todos los proyectos estén en el mejor nivel y hacer una gran muestra”.