El 01 de abril del 2019 se cumplieron 100 años de la fundación de la Escuela Bauhaus, la Escuela de Arte, Arquitectura y Diseño que mayor influencia tuvo en la enseñanza de estas disciplinas en el siglo XX. Para conmemorar tan importante fecha, Alemania organizó diversos eventos en todo el mundo, con el objetivo de analizar el impacto que ha tenido el movimiento en distintos países.

“The whole world is a Bauhaus”, fue el proyecto organizado por el Instituto de Relaciones Internacionales (IFA) para celebrar estos 100 años, el cual fue inaugurado en octubre de 2019 en el Centro de Arte y Tecnologías Mediales (ZKM), en Karlsruhe, Alemania, y en donde se exhibieron las muestras completas junto a los resultados de las investigaciones.

     
     

Tras años de discusión, el IFA decidió que Chile fuera representado con la investigación de la Nueva Escuela de Arte, la cual surgió gracias a la reforma educacional del año 1928, impulsada por el movimiento de profesores de la “Escuela Activa”. El estudio de este hito estuvo a cargo del investigador David Maulén, académico de la Escuela de Arquitectura de nuestra Universidad.

Reforma educativa de 1928

En Chile, la reforma del ‘28 nace de un movimiento social constituido por las dos grandes asociaciones de profesores normalistas que promovían las ideas de la Escuela Activa.

El académico David Maulén explica que la reforma educativa coincide con el surgimiento de la Bauhaus en Alemania, ya que “la Escuela de Bauhaus nace después de la Segunda Guerra Mundial, cuando en Alemania hay una revolución por cambios sociales, se organiza una asamblea para crear una Constitución y se refunda como una escuela, en donde la gente de la vanguardia, no solo alemanes, sino que también expresionistas y constructivistas, hacían clases con las metodologías de la Escuela Activa, movimiento internacional de vanguardia pedagógica”.

“La Escuela Activa significa generar conocimiento a partir de las variables culturales propias, para que el mismo estudiante genere sus respuestas, sea autónomo y trabaje en equipo. Es una crítica del modelo educativo del siglo XIX, de copiar desconsideradamente”, explica el académico.

     
     

En 1927, cuando asume la presidencia de Chile Carlos Ibáñez el Campo, acepta que se realice la reforma. Tras esto, el movimiento de profesores vanguardistas elige a un representante, Carlos Isamit, profesor que viaja Europa a estudiar los currículos de estas nuevas escuelas de arte aplicado a la industria, para transformar la educación en Chile. En este viaje se encuentra con otros que coinciden con lo que buscaban los profesores chilenos.

El académico UTEM nos sigue contando que para esa reforma de 1928, retorna Carlos Isamit desde Europa, a fin de diseñar y promover el cambio de Artes, contemplando, además, Educación Cívica y Antropología. Para esto contrata profesores europeos, a fin de que ayuden en la reforma, la cual duró solo un año, pues fue violentamente interrumpida por su radicalidad y avance, al igual que toda la reforma nacional.

«Esta reforma coincidía mucho con la idea de que la enseñanza tenía que estar vinculada a un proyecto nuevo de sociedad. La enseñanza es el dispositivo que va articulando esas relaciones, es como el principio de la vanguardia, no es solo hay que copiar las cosas, sino que entender que surgen en un lugar, para responder necesidades de un contexto y no necesariamente sirven igual en todos lados”, explica Maulén.

El académico de la Escuela de Arquitectura, nos cuenta que su motivación original en la investigación era “preguntar qué tipo de educación necesitábamos en Arte, Arquitectura y Diseño en Chile ahora, pues lo típico es ver modelos de otros países, no revisamos si antes hubo reformas ni analizamos experiencias pasadas, para ver qué nos pueden decir en concreto a fin de aplicarlo en el presente”.

     
     

«Llevo 20 años trabajando sobre las relaciones Arte, Ciencia y Tecnología dentro de los procesos de cambios sociales, reformas educativas, industrialización, planificación urbana en nuestro contexto. Éste es un proyecto que dividí en cuatro partes, para explicar las disciplinas proyectuales del siglo XX en Chile, ahora tengo que conseguir los recursos para editarla, ver la forma de distribuir y sociabilizar esos resultados”, finaliza David Maulén.