Violencia contra la mujer en tiempos de pandemia y cuarentena
Autor: Constanza Valdivia Rossel|
Chile, al igual que el resto del mundo, se encuentra haciendo frente a la pandemia del COVID-19, la cual ha generado desafíos en prácticamente todo ámbito, social, económico, laboral, en el área de la salud, tecnología, entre otros. Sin embargo, tal como lo indica la ONU, actualmente estamos en presencia de “otra pandemia”: la violencia hacia las mujeres en contexto de pareja. La tensión entre las personas que conviven en un hogar, sumado a las actuales condiciones de confinamiento, aislamiento e incertidumbre laboral y/o económica, está tendiendo a aumentar y terminar en eventos o pasajes de violencia, lo que se ve agravado si ya existía un historial de violencia.
Se trata de un tema que suscita interés en diversos sectores de la ciudadanía, lo que queda de manifiesto, por ejemplo, con los resultados de la consulta ciudadana realizada por la Municipalidad de Santiago en diciembre de 2019, donde uno de los puntos más votados fue el “Fortalecer espacios de prevención y protección para mujeres que sufren violencia”. Ante esto, el Municipio de Santiago creó el Programa Santiago por la No Violencia de Género, una instancia enfocada a hacer visible, crear conciencia, educar y crear redes de apoyo para enfrentar la violencia de género.
Otro de los espacios de ayuda municipal es el Centro de la Mujer de Santiago, el cual se encuentra atendiendo de forma remota a las mujeres que requieren apoyo, recibiendo consultas, requerimientos y derivaciones al mail: centromujersantiago@gmail.com y a través de los siguientes números: +56952320672 (sólo llamadas en horario de 9:00 a 18:00 horas de lunes a viernes). +56931890163 (para llamadas y Whatsapp, en horario de 9:00 a 18:00 horas de lunes a viernes) +56944954724 (sólo llamadas en horario de 9:00 a 18:00 horas de lunes a viernes).
Pero existen también otras alianzas de trabajo en prevención en la comuna, que cobran especial relevancia en este tiempo. Una de ellas es integrada por la UTEM, a través del Centro de Atención a la Familia y Comunidad (CEFACOM), el cual se encuentra trabajando activamente por sacar adelante la Red de Género de Santiago.
El trabajo de la UTEM en esta Red de Género de Santiago, permite que profesionales de las ciencias sociales orienten su labor a la implementación de un modelo preventivo y de contención y atención en temáticas de violencia hacia la mujer con perspectiva de género en las distintas instituciones que la componen.
Al respecto, la directora del CEFACOM, Julia Cerda, nos comenta que “el trabajo conjunto de nuestro Centro de Familia y Comunidad UTEM en y con las entidades que conforman la Red de Género, implica el haber asumido un compromiso colectivo en pro de acciones de cumplimiento de objetivos que se encuentran a nivel planetario referidos a trabajar por la igualdad entre los géneros y la autonomía de las mujeres, uniendo los talentos de las personas, los saberes de las buenas prácticas de los equipos de profesionales de las entidades de trabajo territorial, junto a las comunidades, organizaciones, familias, personas, mujeres jóvenes niños, niñas y niñes”.
Con el trabajo en esta red “esperamos unir saberes prácticos y contar con los distintos recursos que se comparten recíprocamente en experiencias de redes, elaborar protocolos comunes de trabajo en materias de las distintas especializaciones en materia de género, salud, educación, familia, trabajando mancomunadamente en atenciones de orden preventivo, reparatorio, a la comunidad de mujeres, familias, pobladores y colectivos. Esperamos aportar al efecto amortiguador que brinda el apoyo social de las redes, a una comunidad que vive una situación inédita de esta crisis sanitaria que profundiza los riesgos vitales”, finaliza Cerda.
Esta Red de Género está compuesta por la Red de Salud Municipal de Santiago, Dirección de la Red de Salud Municipal Santiago, Consultorios 1 Ramón Corvalán, Centro de Salud Familiar N° 5, el Centro de la Mujer Santiago, Programa Mujer Sexualidad y Maternidad, CAPREDENA, Casa de Acogida Santa Ana, Fundación Jesuita Migrantes, Centro de Atención y Reparación a víctimas sobrevivientes de violencia sexual CVS, Jardín Infantil Japón, Coordinadora Migrantes Sol y CEFACOM UTEM.
Es así como las instituciones antes mencionadas, pretenden colaborar, a través de la entrega de información relevante en temas que permitan a la comunidad identificar a tiempo elementos que son indicadores de violencia, las distintas formas que ésta puede tomar o su descubrimiento en etapas tempranas de la relación, como en el pololeo.
¿Por qué es necesario hablar de Violencia en el pololeo?
Hablar de violencia en el pololeo es muy importante, ya que es en las primeras relaciones donde las y los jóvenes formarán las ideas iniciales sobre qué esperar de una relación de pareja y cómo comportarnos en la intimidad, algo que repercutirá en las relaciones futuras. Por lo mismo, quizás más que hablar de violencia en el pololeo, debiésemos hablar de violencia en contexto de parejas jóvenes, entendiendo que siendo este “pololeo” un vínculo no formal, sí implica un mayor compromiso que las citas esporádicas como “tirar”, “andar” o los que se denominan a sí mismos como “amigos con ventajas”.
En las parejas jóvenes los niveles de violencia son semejantes entre ambos sexos. Sin embargo, esta característica cambia cuando se trata de relaciones más formales donde, de acuerdo a la Fundación Instituto de la Mujer y su estudio realizado “Amores tempranos. Violencia en los pololeos en adolescentes y jóvenes en Chile” (2019), es la mujer quien mayormente se transforma en la receptora de violencia por parte de su pareja.
¿Por qué se da esta diferenciación? Los estudios apuntan a diversos factores que limitarían el desarrollo de condiciones de igualdad en la pareja, tales como los roles que han sido socialmente incorporados en el imaginario de cada persona, a través de las distintas instancias de formación. Ejemplo de esto son las tareas de cuidado de otros/as, las cuales históricamente han sido asociadas a las mujeres y no a los hombres. Situaciones como ésta dan paso al establecimiento de relaciones de pareja inequitativas y desiguales que pueden visualizarse concretamente en conductas de control y violencia.
El Amor, ¿todo lo puede?
A menudo escuchamos frases como “el amor todo lo puede”, “haría cualquier cosa que me pidieras” o “contigo pan y cebolla”. Todas son oraciones que dan cuenta de la forma en la que socialmente se nos ha educado en el amor. Se nos ha enseñado a unir la idea de amor al romanticismo del género literario, las películas de Hollywood o los dibujos de Disney. De hecho, académicamente se habla del “Amor Romántico”, que sería esta concepción del amor que ha dado origen al nacimiento de mitos como la “media naranja” o frases como las señaladas al comienzo de este párrafo que, si lo pensamos bien, pueden tornarse peligrosas si les damos una segunda lectura. Una relación saludable se basa en sentirse independiente emocionalmente y saber que somos capaces de pasarlo bien, estando solos/solas o con nuestros/as amigos/as.
Hay 5 cosas que debes tener en cuenta cuando estás en una relación:
- Que el amor 6 debe hacerte sentir dependiente de la otra persona.
- El amor no debe estar condicionado, ni obligarte a hacer cosas que te hagan sentir mal o que no estés de acuerdo en realizarlas.
- Jamás alguien puede alejarte de tu familia, amigos/as y redes.
- El amor no te hace sentir culpable o triste.
- Debes tener en cuenta que los celos NO son parte del amor. Una buena relación o una relación sana, se basa en la confianza y no en el control.
Señales de alerta que debes tener en cuenta:
- Si controla tus actividades y restringe el contacto con tu familia y amigos/as.
- Si lanza o golpea objetos o agrede a mascotas.
- Si te genera sentimientos de lástima al justificar su violencia por una infancia difícil.
- Si te amenaza con dejarte o abandonarte o quitarte a tus hijos/hijas.
- Si controla la forma en cómo te vistes o te maquillas.
- Si cree saber más de ti que tú mismo/a.
- Si te ha tocado sin tu consentimiento o te presiona constantemente para tener relaciones sexuales.
- Si presenta reacciones violentas que te generan miedo.
- Si culpa al resto por su actuar violento.
- Si se comporta de una manera diferente en público y en privado te agrede física y psicológicamente.
- Si controla las fotos que subes, los likes que das o te pide que bloquees a ciertos contactos.
- Si te pide leer tus mensajes de whatsapp.
- Si te pide las claves de tus redes sociales.
Es necesario tener claro que el aumento de la violencia de género, en específico las violencias en contexto de pareja, habría que comprenderlas como un fenómeno que se genera por la cultura machista en la que estamos inmersas/os, la ausencia de políticas públicas de educación integral con perspectiva de género, sumado a la concepción de amor en la que hemos sido educadas/os, entre otros factores.
Es por eso que este artículo busca que cuestionemos nuestras propias relaciones de pareja, para levantar la voz de alerta ante situaciones de violencia, tanto hacia nosotras mismas como a nuestro entorno más cercano y que a través de este cuestionamiento logremos generar relaciones de pareja saludables y que el hogar sea un lugar más seguro para todas las personas.
Nota elaborada por Julia Cerca, directora del CEFACOM UTEM y Tatiana Paiva, psicóloga encargada del Programa de Prevención de Violencias contra las Mujeres Municipalidad de Santiago y coordinadora de la Red de Género de Santiago.