Considerando las condiciones excepcionales que continúa imponiendo la pandemia del COVID-19, durante el segundo semestre de este año 2020 las actividades docentes se desarrollarán en modalidad virtual y en la medida que las condiciones sanitarias y de seguridad así lo permitan, el semestre podrá ir transitando hacia una modalidad mixta. Así quedó establecido en el Instructivo para la docencia en el segundo semestre 2020, documento elaborado por la Vicerrectoría Académica, que fue aprobado por el Consejo Académico de la Universidad.

Al respecto, la Vicerrectora Académica, Marisol Durán Santis, señaló que en este nuevo período “será fundamental el trabajo colaborativo basado y reforzado en comunidades de aprendizaje, que recojan la experiencia del primer semestre, mejorando aún más en los modelos de evaluación, trabajando con mayor libertad en las plataformas tecnológicas y apuntando a un trabajo en base a metodologías activas que permitan ir avanzando en el semestre académico. Todo ello, complementado con un apoyo integral en lo psicosocial y acompañamiento académico a las y los estudiantes y docentes”.

Para ello, la Vicerrectoría Académica está trabajando en el diseño de protocolos, procedimientos e instructivos de atención de usuarios, que permitan realizar las actividades bajo estándares de seguridad a fin de evitar contagios. Se buscan los mejores mecanismos para la sanitización de espacios, material bibliográfico y dispositivos tecnológicos.

Aprendizajes y desafíos

Respecto de los aprendizajes que deja a la Universidad el primer semestre, la Vicerrectora destacó la capacidad de ajuste que ha tenido la institución, para enfrentar las condiciones de emergencia en la que nos encontramos, para lo cual – a su juicio – ha sido fundamental el trabajo en equipo, la participación y el compromiso de todas y todos, tanto académicos, docentes, funcionarios como nuestros estudiantes. “Hemos confirmado que, si bien las tecnologías son esenciales en el quehacer académico, es más relevante cómo se trabajan en función de un objetivo orientado a la docencia”, indicó.

Asimismo, destaca el haber logrado una comprensión acertada del contexto en que nos encontramos y de las capacidades administrativas, técnicas y tecnológicas de la institución, lo que ha permitido dar respuesta en tiempos muy breves a las demandas de la comunidad, apoyando permanente y eficientemente al proceso de enseñanza/aprendizaje. Adicionalmente, señala la Vicerrectora, “somos más conscientes de que la digitalización y automatización de procesos mejora tiempos de respuesta, agregando valor al servicio que prestamos”.

En relación a los desafíos en materia académica en el mediano plazo, destaca el desarrollar procesos formativos y procedimientos de excelencia con pertinencia, flexibilidad, integralidad, respeto a la persona y a la diversidad, con una modalidad mixta de aprendizaje, y articulación de las trayectorias formativas entre pregrado, posgrado y aprendizaje continuo (LLL); en acuerdo con el MNC y el sistema interno de aseguramiento de la calidad.

Enfatiza que la crisis sanitaria ha agregado a ésta otra brecha, que alude a la distancia que media entre las capacidades actuales de la institución y la requerida para levantar una modalidad de aprendizaje b-learning, que contribuya al éxito académico de los y las estudiantes de pregrado, en un marco de equidad y calidad.

“Este período de la pandemia, en gran medida, movió el eje sobre el cual estábamos desarrollando la docencia, y nos ha obligado a adaptar las metodologías y en general nuestro hacer a las nuevas exigencias, sin perder de vista los objetivos de nuestro Modelo Educativo y el gran desafío de formar ciudadanos”, comentó.

En el corto plazo, en tanto, se suma el desafío de formar a las y los estudiantes en nuevas formas de aprender, más radicadas en el autoaprendizaje guiado, que en la modalidad tradicional. Dentro de este nuevo paradigma educativo, indica que “también es un desafío potenciar a las bibliotecas como Centros de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación (CRAI), diversificando así las experiencias y accesos al conocimiento”.

La autoridad destacó la capacidad de adaptación a los cambios, el trabajo colaborativo, la creatividad y la empatía, como elementos fundamentales para enfrentar la crisis sanitaria. “Hemos tenido un crecimiento institucional desde la propia práctica docente, y en ese sentido valoro altamente la labor de las y los docentes, por su compromiso, capacidad de reacción, proactividad y preocupación por sus estudiantes. En los equipos de la VRAC, es importante relevar su visión estratégica para trabajar con los diversos actores institucionales, como son otras Vicerrectorías, Facultades y Direcciones, y sumar sus esfuerzos para poder llevar adelante un semestre que comenzamos en condiciones totalmente especiales, muy difíciles, no sólo para la UTEM, sino para el sistema educativo en su conjunto”.

Finalmente, enfatiza que es clave que actuemos con mucha unidad, responsabilidad, flexibilidad, compromiso y comprensión, poniéndonos en el lugar de quienes están a nuestro lado, teniendo presente que la emergencia no ha concluido y que sus secuelas serán severas.

“Viviremos tiempos difíciles, en que si bien el pedestal fundamental de cada uno es la familia, la comunidad universitaria debe brindar un apoyo fundamental. Entre todos, las y los académicos, las y los docentes, las y los funcionarios y las y los estudiantes, debemos trabajar unidos, reconociendo que cada uno está entregando su cuota de sacrificio para llevar adelante este complejo año académico y cumplir con los compromisos institucionales”, añadió.

El Instructivo para la docencia en el segundo semestre 2020 aprobado por el Consejo Académico a propuesta de la Vicerrectoría Académica, fue formalizado por medio de la Resolución N° 01130 del 4 de agosto de 2020.

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