Investigación sobre lectura desde sus usos sociales entrega importantes resultados
Autor: Constanza Valdivia Rossel|
Una innovadora investigación desarrollan en la actualidad Cecilia Jaña, magíster en Comunicación y académica de la Escuela de Bibliotecología UTEM; Yudi Herrera, doctora y académica de la Universidad de Playa Ancha y Tomás Ávila, académico de la Universidad Pedagógica Nacional del Estado de Chihuahua, en México, quienes se encuentran trabajando sobre la lectura desde sus usos sociales, centrada en los estudiantes de Pedagogía y Bibliotecología de Chile y México, y cuyos avances presentaron en el Cuarto Simposio Internacional de la Cátedra Unesco para la Lectura y la Escritura, organizado por la Universidad Católica del Maule.
“El foco de este trabajo investigativo está puesto en la lectura, pero vista como prácticas textuales valoradas por la academia, y en ese contexto nos interesa revisar su relación con el fracaso de los estudiantes al intentar cumplir con las expectativas de la academia que lo interpreta como sintomáticas de un déficit o falta de motivación, lo que la literatura llama el discurso del déficit”, nos cuentan los investigadores.
Agregando que “en la transición de la escuela a la universidad, se naturalizan procesos en los que se propugnan prácticas de lectura privilegiadas que se convierte en un símbolo de la adopción y la encarnación de identidades académicas legitimadas (Baker, 2019) y otras, invisibilizadas, que al no contar con un capital cultural congruente con el de la academia experimentan el fracaso escolar”.
“A partir de la noción de campo académico, capital cultural (Bordieu), consumo cultural (Bauman) y culturas subalternas (Ginzburg) se considera la convivencia de tipos de lecturas legitimadas y las subvaloradas por los grupos hegemónicos académicos, sus percepciones sobre prácticas lectoras vernaculares de los grupos de pedagogos y bibliotecólogos en formación”, continúan.
También destacan que “el impacto de la investigación que estamos realizando, está vinculado a que en estos tiempos globalizados y líquidos, como bien señala en su prolífica obra el filósofo y sociólogo Bauman, no se puede investigar de manera independiente, sino que se torna perentorio hacerlo de manera asociativa, ya que los académicos, sobre todo en el área de las ciencias sociales y educación, no estamos indemnes de la realidad que nos rodea y no se puede trabajar desde un canon que nos limita y rigidiza. Dado que ambos países son de habla hispana y están en el continente, se genera una sinergia potente y una confianza extraordinaria entre nosotros, por tanto, esta investigación se hace con gusto y mucha dedicación”.
“En el ámbito de la bibliotecología en Chile, estudiar las literacidades vernaculares de los estudiantes de la carrera, es una línea incipiente de investigación en el país. Si bien junto Yudi llevamos cerca de 4 años investigando en esta línea, dicho trabajo está circunscrito a los estudiantes de la carrera de Bibliotecología en la Universidad de Playa Ancha, y nos permite señalar que la investigación sobre el comportamiento lector de los futuros bibliotecólogos, es un insumo potente para aplicar en los programas de estudio de la carrera y también rescatar su visión sobre el rol profesional que ellos tienen, que claramente es mucho menos técnico y más social”, indica la académica Cecilia Jaña.
“En el caso de las pedagogías, se vive una situación similar, pues son los profesores los que aplican la política del gusto (Yúdice, Miller) en el trabajo de la docencia y replican las prácticas que inicialmente ellos critican en las prácticas lectoras. Ambas carreras, tienen un rol fundamental en la socialización de la lectura y en el impacto en los futuros lectores, tanto en el aula como en las bibliotecas CRA y públicas”, agrega la magíster en Comunicación.
La primera fase de investigación ha finalizado y en base a eso, las conclusiones provisionales “permiten afirmar que los estudiantes de pedagogía y de bibliotecología, de las tres universidades de los dos países, tienen diversas prácticas lectoras que la academia no reconoce como legítimas. Por consecuencia, al ignorar dichas prácticas lectoras, los estudiantes se construyen una identidad, asumiéndose como no lectores, lo que puede incidir negativamente en su autoconfianza y por ende, en sus resultados académicos, como Afflerbach et al. (2011)”.
“Otro de los resultados preliminares se refiere a los estudiantes que se definen como no lectores, quienes en realidad tienen una gran variedad de textos leídos en su historia personal, aunque no son los reconocidos por el sistema académico, como lo muestra esta nube de frecuencia de palabras, sobre la diversidad de sus lecturas, lo que indica que realmente son lectores”.
En esta parte, los investigadores recapitulan, señalando “que la concepción dominante de la lectura termina despreciando las prácticas subalternas hacia la lectura, generando que los estudiantes se asuman como no lectores y, por otro lado, que los maestros no incorporen este tipo de textos en su práctica docente, que parta de los intereses y gustos de los alumnos para generar mayores aprendizajes. Nuestros gustos lectores conforman parte de la construcción de la identidad y no podemos considerarla, aumentando aún más la brecha entre nuestra generación y la de los estudiantes, una generación en la que los textos multimodales son fundamentales”.
Es importante destacar que la alianza de trabajo entre los tres profesionales, no se enmarca en ningún convenio oficial entre las respectivas casas de estudio en las cuales trabajan, sino que “nace desde el gusto y la experiencia que tenemos cada uno en la investigación de la lectura, de una forma crítica y por eso nos hemos asociado este 2020 para poder trabajar de manera colaborativa, desde nuestras realidades”, nos comentan los investigadores.
“No obstante, esperamos que a través de la postulación a fondos asociativos o al establecimiento de posibles convenios interinstitucionales pueda articularse y hacerse menos dispendioso este tipo de articulaciones. Esperamos que nuestras universidades valoren este trabajo conjunto, que, si bien es incipiente, ya hemos participado con una ponencia con nuestros resultados preliminares en el Congreso Unesco y estamos en camino de publicar en una revista especializada”, finalizan los académicos.
Además, la intención del equipo de investigación es seguir aportando elementos que permitan construir una concepción sobre la lectura menos excluyente de las culturas subalternas de los estudiantes, develando cómo es que estas concepciones dominantes sobre la lectura los afectan y, sobre todo, reconocer que las prácticas hacia la lectura de los alumnos deben ser reconocidas e incorporadas en las instituciones educativas.