En el año 2017, el Consorcio de las Universidades del Estado de Chile (CUECH) definió varias mesas temáticas, con el objetivo de realizar investigaciones colaborativas que se encargaran de las diferentes problemáticas que sufre la sociedad chilena. Con ese objetivo en mente, nació la Mesa de Diversidad, Interculturalidad e Inclusión, que se encargó de realizar esta investigación y contó con la participación de doce académicas de nueve universidades estatales de todo Chile.

El trabajo realizado por esta mesa fue plasmado en una publicación científica titulada “Clima de Diversidad e Inclusión en Universidades Estatales – Barreras y Facilitadores”. En ese sentido, la representante de la Universidad Tecnológica Metropolitana en esta Mesa fue la académica e investigadora del Centro de Cartografía Táctil, Dra. María del Pilar Correa, quien destacó que “esta investigación buscó descubrir cómo se está aplicando la inclusión y si las universidades están siendo referentes para otras instituciones”.

La investigación utilizó metodologías cualitativas y cuantitativas, como entrevistas y encuestas aplicadas a las comunidades universitarias en su conjunto (alumnos de pre y postgrado, académicos y funcionarios), para conocer cómo las distintas comunidades universitarias ven la inclusión en sus respectivas instituciones. Asimismo, buscó reconocer a los grupos vulnerables y descubrir cómo las universidades han trabajo y qué han hecho para asegurar el respeto de los derechos y la entrega de formación, reconociendo la inclusión como la destrucción de barreras que impiden una formación óptima.

En ese sentido, la investigadora señala que la investigación “parte desde la premisa que la educación es un derecho fundamental. Si lo tomamos desde ese ángulo, las universidades fueron de las últimas en tomarse un palco dentro de esta discusión (inclusión), a diferencia de la educación básica y pre básica. Por ejemplo, las personas con discapacidad visual han accedido y se han formado como profesionales, pero en carreras que les permiten estar cómodos y sin ningún tipo de ingreso especial, a pesar de su discapacidad”.

Los Resultados

En cuanto a los resultados de esta investigación, se destaca que en general las comunidades universitarias encuentran positivo y diverso el ambiente en sus instituciones, siendo los alumnos de pregrado quienes tienen un mayor porcentaje de conformidad (54%), aunque los alumnos de postgrado muestran una preocupante disconformidad con el clima de su universidad (19,7%).

A nivel de ambiente, los participantes describen a las universidades como espacios “amigables, diversos, respetuosos, hospitalarios, tolerantes e inclusivos”, pero al mismo tiempo, son considerados “jerárquicos y bastantes sexistas”, afirmación que está más presente en los funcionarios y funcionarias no académicas y estudiantes de postgrado.

En cuanto a la discriminación, un 60% de los participantes dice haber atestiguado hechos de discriminación, pero gran parte de los estudiantes de pregrado (44,5%) y postgrado (63,9%) desconocen la existencia de unidades y protocolos en caso de sufrir estos eventos. Lo anterior, se ve refrendado en la opinión de casi la mitad de las personas que participaron del estudio, quienes creen que su universidad no tiene un fuerte compromiso con la diversidad, equidad e inclusión.

Para finalizar, la académica Pilar Correa reconoce que las conclusiones de este estudio “traen grandes desafíos, esperando principalmente que el espacio académico esté abierto para todas y todos, en el ingreso, la mantención y el egreso y esto que se pueda traducir en el mercado laboral. Asimismo, necesitamos un mayor desarrollo de la investigación en el área de inclusión con el fin de ser un aporte en el largo proceso de cambio cultural en las instituciones y en la sociedad”, finalizó.

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