Siete carreras de la UTEM inician sus procesos de autoevaluación para la certificación de calidad
Autor: Constanza Valdivia Rossel|
La UTEM inició de manera telemática las coordinaciones necesarias para actualizar las certificaciones de sus carreras, en un trabajo conjunto entre los equipos de gestión de los programas de pregrado y el Departamento de Autoevaluación y Análisis de la Dirección General de Análisis Institucional y Desarrollo Estratégico (DGAI).
El proceso de autoevaluación comenzado por las siete carreras es parte del Modelo de Mejora Continua de su gestión, el que contempla cuatro etapas: Identificación de Brechas, Autoevaluación, Certificación y Planes de Mejora de Carreras.
Como explica Roberto Polanco, profesional de la DGAI, “24 programas de pregrado se encuentran en alguna de las etapas del Modelo de Mejora Continua: a las 7 carreras que iniciaron sus procesos de autoevaluación este semestre, se suman 5 que mantienen procesos de 2020. Otras 12 carreras se encuentran en etapa de ejecución o actualización de sus Planes de Mejora, y los restantes 6 programas se reparten entre carreras nuevas, no acreditables o en proceso de cierre”.
Para la directora de la Escuela de Diseño, Pilar del Real, “la autoevaluación y la certificación se han convertido en herramientas claves para la gestión de procesos de las carreras que dirijo (.) y han fortalecido la preparación de los equipos de gestión en nuestra Escuela”. Mientras la primera “permite planificar el plan de monitoreo y facilita la implementación de sus mecanismos de aseguramiento de la calidad y sus resultados”, la segunda constituye un “reconocimiento público que asegura que nuestros titulados logran el perfil de egreso actualizado y validado”, explicó Del Real.
En tanto, Cristian González, director de la Escuela de Administración, considera que los Planes de Mejora son “una hoja de ruta para la carrera y nos ha permitido mejorar las debilidades detectadas en procesos de certificación anterior, como, por ejemplo, vincularnos exitosamente con el medio externo y contar con presupuesto para las distintas actividades planificadas por la carrera”.
Frente al proceso de autoevaluación recién iniciado, ambos directivos esperan alcanzar una alta participación de sus comunidades, en un contexto marcado por las reuniones no presenciales.
“Lo más importante -complementa Roberto Polanco- es lograr que las carreras y la comunidad universitaria continúen desarrollando y robusteciendo mecanismos de aseguramiento de la calidad con fines de certificación en todos los ámbitos que les son atingentes. La calidad es un proceso, y como tal, siempre debe ir retroalimentándose y perfeccionándose”.
Modelo de Mejora Continua
La primera de las cuatro etapas del Modelo de Mejora Continua corresponde a la Identificación de Brechas, proceso en que la jefatura de la carrera compila y analiza la evidencia disponible para estimar el nivel de cumplimento de los criterios de autoevaluación definidos por la Comisión Nacional de Acreditación. A partir de esto, se estiman las brechas a superar en cada criterio y se definen acciones para su cierre.
Posteriormente, para desarrollar el Proceso de Autoevaluación, las carreras conforman comités integrados por académicos y representantes de los estudiantes, quienes tendrán por misión generar, a partir de una revisión crítica y reflexiva, el Informe de Autoevaluación de la carrera. En esta etapa, se contempla la participación de los actores claves de la comunidad universitaria.
En la fase de Certificación, las carreras se someten a la evaluación externa con una agencia certificadora, por medio de un comité de pares evaluadores, quienes, a partir de reuniones sostenidas con los distintos actores de la comunidad universitaria, así como de la revisión de los antecedentes dispuestos, definirán el periodo de certificación de la carrera y los desafíos que deberá enfrentar durante el próximo periodo.
Finalmente, a partir de los insumos elaborados durante las etapas anteriores, la carrera diseña e implementa un Plan de Mejora, para el cual cuenta con un presupuesto propio, con miras a la superación de las debilidades detectadas tanto en la autoevaluación como en la evaluación externa.