Experto destaca las ventajas del entrenamiento cerebral en el ámbito personal y laboral
Autor: Constanza Valdivia Rossel|
“Dime qué piensas y sientes, y te diré quién eres y quién serás”. Esta es una de las frases que el doctor Néstor Braidot, investigador, conferenciante internacional y pionero en aplicar los avances de las neurociencias al desarrollo e inteligencia en organizaciones, compartió en la conferencia online “Entrenamiento cerebral, nuevo desafío post pandemia”, que realizó el martes 16 de agosto la Escuela de Ingeniería Comercial de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM).
Durante la charla, Braidot dio a conocer algunas reflexiones sobre las neurociencias, que estudian el sistema nervioso y que con el paso de años se han masificado, pasando de estudiar el cerebro de personas fallecidas al análisis mediante la tecnología de personas vivas. Además, su aplicación se ha extendido a diferentes campos, como el marketing, las ventas, el management, la medicina y el entrenamiento cerebral, tema protagonista de la instancia.
“Para tener éxito, se debe entrenar el cerebro como cuando se enciende una lámpara. No es necesario reunir una gran cantidad de información, sino que activarlo. Al entrenarlo, podemos aumentar las capacidades cognitivas y el autoliderazgo emocional, superando los desafíos del entorno y cambiando en el futuro”, afirma Braidot.
Es así como este tipo de entrenamiento permitiría reducir el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento, estimulando continuada y sistemáticamente el cerebro, lo que permite desarrollar nuevas conexiones neuronales.
Emociones y percepción
En la búsqueda por evitar el envejecimiento cerebral es fundamental la actitud con que las personas incorporan una actividad o comienzan un trabajo. “Una simple sonrisa puede cambiar el día, mejorando la memoria y creatividad, por ejemplo”, afirma el experto y propone: “Todas las mañanas al levantarse tómate un minuto para reír frente al espejo o para forzar el accionamiento muscular facial para reír o sonreír. Quizá hayas escuchado que todos tenemos neuronas espejo y podemos contagiar nuestro entorno social, laboral y familiar”.
Otro elemento clave es el equilibrio emocional, para así no caer en el estrés. Uno de los mecanismos para esto es la meditación, que ayuda a enfrentarlo, dificultando estar condicionado por las emociones. En ese sentido, Braidot recomendó centrarse en las sensaciones positivas, dejando de lado las negativas.
“Equilibremos las emociones para ser exitosos, y tomemos las decisiones considerando nuestros conocimientos. Cuando sientas una emoción tendrás la capacidad de orientarla, porque cada una tiene químicos asociados y el cuerpo también cambia. Es importante que reflexiones sobre cómo estás estudiando o trabajando, porque si repites estas emociones comenzarás a condicionar tu cuerpo y mente neuroquímicamente”, comentó Braidot.
Instó también a realizar algunos ejercicios durante el quehacer diario para mejorar la capacidad de percepción, dejando de ser sólo sujetos pasivos y activar los sentidos, lo que es clave para que el cerebro cambie su estructura física y organización funcional, lo que se conoce como neuroplasticidad.
Para ello, el experto propuso, por ejemplo, caminar con los ojos vendados para tener una mejor ubicación espacial o demorar al comer cada bocado para detectar mucho mejor los diferentes gustos y aromas.
El “No cambio”
En el caso del aprendizaje, “ya no se trata sólo de aprender de memoria, sino que captarlo con todos los sentidos”, explicó el experto. Dijo que para esto se debe desarrollar la inteligencia intuitiva, fundamental para producir más cantidad de redes neuronales. Para lograr este objetivo, hay que “concentrarse una hora más de lo habitual en el tema que se quiere aprender o especializar. Está demostrado que al incrementar la concentración se genera en el cerebro un estado de creación denominado ‘eureka’”.
Para el investigador, uno de los enemigos del envejecimiento cerebral es la rutina porque “no nacemos programados para hacer lo mismo, sino que podemos aprovechar las maravillas del cambio”. Es así como es clave “evitar entrar en el círculo vicioso de tener los mismos pensamientos, elecciones, comportamientos, experiencias, emociones y pensamientos, volviendo al origen e instalándose el círculo vicioso de no cambio”, destacó.
De esta forma, la clave está en asumir que los pensamientos tienen un efecto en las personas y que las experiencias captadas con los cinco sentidos son muy enriquecedoras para el cerebro.