«El Centro de Cartografía Táctil ha venido desarrollando significativos proyectos y alianzas que posicionan el sello tecnológico y social de la UTEM, constituyendo un modelo ejemplar de cómo queremos aportar, desde la investigación y la transferencia tecnológica, en el avance hacia una sociedad con mayores oportunidades de acceso al conocimiento para todas y todos«.

Así resumió la rectora Marisol Duran Santis el quehacer del CECAT en una reciente visita a la entidad, coincidiendo con la noticia del Premio “Alonso de Ercilla” que les ha concedido la Academia de Chilena de la Lengua, por su contribución al conocimiento y difusión de la literatura y la cultura nacionales.

Sobre la distinción, que se entrega este lunes 26 de septiembre, la rectora destacó que “nos llena de orgullo y solamente podemos reiterar nuestras profundas felicitaciones al director, profesor Enrique Pérez de Prada, y su equipo de investigadores/as, profesionales, técnicos y colaboradores, por este reconocimiento que visibiliza el impacto positivo que podemos generar como Universidad en la vida de las personas”.

Innovación tecnológica e inclusión social

El Centro de Cartografía Táctil (CECAT), de la Facultad de Humanidades y Tecnologías de la Comunicación Social, desarrolla servicios de capacitación y asesorías; transferencia tecnológica y ejecución de proyectos públicos y privados en los cuales propone; y determina soluciones para satisfacer las Necesidades Educativas Especiales (NEE) y de Diseño Especial para las personas con discapacidad.

Han transcrito libros, poemas, cuentos, obras de autoayuda, libros del Ministerio de Educación, entre otros. Según su director, Enrique Pérez de Prada, “a través del lenguaje braille y la adaptación que se realizan llegamos a un universo de personas, que, si no fuera por esta tarea, no tendrían acceso a la literatura«.

Uno de sus mayores proyectos ha sido la transcripción de la propuesta de Nueva Constitución. Según destaca el equipo del centro, ha habido una evolución desde su creación el año 2003 con la investigadora Alejandra Coll, ex académica de la UTEM. En aquel entonces, sólo se realizaban productos cartográficos, de aquí su nombre Centro de Cartografía Táctil, por lo que se producían mapas, planos en relieves, mapas físicos y mapas políticos de todo Latinoamérica.

«Ahora el nombre queda chico porque ya no es sólo un centro de cartografía, abarcando pinturas, literatura, paisajes, parques nacionales, afiches, tarjetas de visitas, campus de universidades como la Universidad de Magallanes, del Bio Bio y UTEM«, asegura Pérez de Prada.

El Centro de Cartografía Táctil puede realizar cualquier producto que se le solicite, trabajando con técnicas para representar la escala o tamaño real de los animales, pero el único elemento que no se puede representar es el color. «Nos mandan a hacer proyectos y ellos vienen con una idea, pero acá con el equipo de diseño se cambia todo porque no conocen todas las alternativas”, explica su director.

De los trabajos que destacan se encuentra uno con libros desde parvulario hasta Cuarto Medio del Ministerio de Educación, un proyecto de los mapas físicos y políticos con el que llegaron a dieciocho países, y mapas de Vegetación y Fauna de Chile. A su vez, trabajos con los Museos Artequín de Viña del Mar, Palacio Cousiño, Museo al Aire Libre de Bellavista y Lastarria. Se suma un trabajo de Condorito Inclusivo, proyecto de los Dinosaurios del Patrimonio de las Artes, abecedario de la A a la Z y trabajos con la Biblioteca de Ciegos.

Premio Alonso de Ercilla

La Academia Chilena de la Lengua es una de las veintitrés academias correspondientes de la Real Academia Española y forma parte de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) y del Instituto de Chile. Todos los años entregan una serie de distinciones, dentro de las que destaca el Premio Alonso de Ercilla que tiene como objetivo reconocer a la persona o institución que ha contribuido al conocimiento y difusión de la literatura chilena.

«Una persona de la academia conoció este trabajo y dijo: oye qué interesante, ustedes están haciendo llegar a las personas ciegas literatura. Luego de esto postulamos y hace unas semanas se nos notificó que fuimos ganadores de la categoría«, dice el director del CECAT.

Y agrega que, «siempre un premio se agradece, porque es un reconocimiento, ya que el CECAT durante mucho tiempo tuvo un trabajo silencioso, muchas veces no reconocido y todo esto está demostrando que la perseverancia que tuvo en aquel entonces Alejandra Coll, sí, tenía razón«.

Según Angélica Álvarez, encargada de producción del CECAT, «esto es importante para la Universidad, porque afuera se conoce el CECAT y con la Constitución se abrió más el universo de gente al que llegamos. El premio es un orgullo porque es un reconocimiento a un trabajo que es difícil y sin fines de lucro«.

Pérez de Prada recalca que este premio «nos abre para el conocimiento de la comunidad UTEM, estamos haciendo un aporte para que las personas ciegas puedan tener acceso a la literatura«.