El Edificio de Ciencia y Tecnología de nuestra universidad (ECT) se llenó de una inusual energía, cuando un grupo de más de sesenta estudiantes de Tercero Básico llegaron a las dependencias de la UTEM para conocer y dar sus primeros pasos en el mundo de la ciencia.

La presencia de las inquietas estudiantes se gestó como resultado de una carta escrita por Matilde González Peña, alumna de uno de los cursos, en la que le cuenta a la Ministra Secretaria General de Gobierno, Camila Vallejo Dowling, su firme convicción de transformarse en una científica y su intención de trabajar con ella porque “se necesitan mujeres en la ciencia”.

Al llegar esta historia a los oídos de la rectora Marisol Durán Santis, y tomando en cuenta la vocación pública y científica de nuestro plantel, se decidió invitar a esta niña y a sus compañeras a nuestra Casa de Estudios, con el objetivo de inspirar a las pequeñas a que se unan al mundo de la ciencia.

“A raíz de la carta, nuestra rectora invitó a todas las niñas del colegio debido a que a la UTEM le interesa que las niñas y mujeres de este país puedan acceder a estudiar carreras científicas, de ingeniería y de STEM…nuestros investigadores están felices con la oportunidad de poder enseñar y motivar a las nuevas generaciones”, comentó Sandra Gaete Mejías, Directora de Desarrollo Estudiantil y una de las autoridades que recibió a las visitantes.

Entre colaciones, curiosidad y ciencia

La visita comenzó con la energía que trajeron las niñas y que en el ámbito académico no se ve tan seguido. Entre saltos, juegos y preguntas, poco a poco las invitadas de honor se fueron acercando a nuestras y nuestros investigadoras/es y a los experimentos que éstos habían preparado en el patio del ECT.

Luego de eso, las chicas fueron separadas en grupos y debieron elegir una capitana, quien fue la contraparte de las y los investigadores para mantener el orden y visitar los diferentes laboratorios del edificio.

En estos recorridos por las instalaciones afloró la curiosidad de las niñas, haciendo diferentes preguntas y comentando los espacios, laboratorios y experimentos que se les mostraron. En ese sentido, el director de Investigación René Ruby Figueroa, comentó la importancia de recibir a estas estudiantes y destacó la curiosidad como el valor más importante de la ciencia.

“La Universidad tiene la misión de transferir el conocimiento que genera a la comunidad, sobre todo a las niñas y a los niños, que son los grandes científicos debido a que no tienen miedo a preguntarse cosas, porque están constantemente buscando soluciones y básicamente haciendo el trabajo de los científicos”, señaló.

El futuro es de ellas

Las protagonistas de la jornada fueron -sin dudas- las futuras científicas, quienes se enfrentaron a un mundo que si bien desconocen, lograron internalizar rápidamente, dando rienda suelta a sus sueños y a su curiosidad.

Por ello, tanto profesores como alumnas destacaron la oportunidad de conocer las instalaciones de la Universidad y descubrir nuevas ópticas de la ciencia junto a personas que se dedican a la investigación.

Para la profesora y coordinadora de enlaces del Colegio Marcela Paz, Daniela Muñoz Valenzuela, “generalmente no se asocia la ciencia con el género femenino…por eso es importante, sobre todo en los colegios monogénericos como el nuestro, debería ser un tema fundamental el organizar actividades científicas y actividades como esta”.

Por su parte, la alumna Isidora Zúñiga Olivares comentó que “me ha parecido muy bien y las cosas científicas que han pasado acá me encantaron…quiero hacer cositas con el experimento que vimos, para que el agua no se contamine más”.

Asimismo, las alumnas revelaron con entusiasmo sus intenciones de unirse al mundo de la investigación, buscando algún día ser mujeres de ciencia. Para Florencia Riquelme Araya, la actividad fue “divertida y entretenida, hemos aprendido muchas cosas más nuevas”, pasándolo tan bien que incluso tiene una importante duda en la elección de carrera: «Quiero ser doctora, pero ésto -ser científica- me entretiene más, estoy entre las dos cosas”.

Para finalizar, Matilde González Peña, la niña que escribió la carta a la ministra -y que fue la razón de esta visita en la UTEM- realizó un balance positivo de la experiencia, afirmando que “lo encontré bacán…yo quiero ser astrónoma…lo he encontrado bacán porque tiene que haber más mujeres en la ciencia, porque ahora hay más hombres que mujeres”.

¡La UTEM las espera con grandes expectativas para ser la institución que las forme y así puedan cumplir sus sueños científicos! (Y también, los del país)