Nicole Gutiérrez Jara, ingeniera en Industria Alimentaria UTEM: “Es importante tener un rol social como estudiantes”

Autor: Tamara Muñoz|
Tras realizar su última capacitación relacionada con su trabajo de titulación con la “Fundación Hermano Andrés, Fuente de Ayuda Fraterna” y ser la tercera estudiante de la carrera en colaborar con esta organización, analiza su paso por esta institución y el marcado acento social que imprime la universidad en sus estudiantes.

Uno de los sellos de la UTEM está ligado a la responsabilidad social, de ahí que la carrera de Ingeniería en Industria Alimentaria afiance este tipo de lazos desde hace algún tiempo con el curso de Aprendizaje y Servicio (A+S) de Seguridad Alimentaria, que establece un vínculo con Fundación Hermano Andrés, Fuente de Ayuda Fraterna.

Gracias a este trabajo de colaboración, Nicole Gutiérrez Jara accedió a realizar durante un año su trabajo de título en esta institución, cuyo principal objetivo es entregar alimentación a adultos mayores vulnerables de la comuna de Peñalolén.

El trabajo de Gutiérrez Jara consistió -principalmente- en la implementación del sistema HACCP (Hazard Analysis and Critical Control Points), que establece garantías de inocuidad en las colaciones que se entregan. En esta conversación, la próxima profesional UTEM comenta cómo su paso por la fundación -con una tarea de marcado acento social- significa «un antes y un después» en su etapa formativa.

¿Cómo describirías el trabajo que realizaste en la Fundación Hermano Andrés, Fuente de Ayuda Fraterna?

– Hace algunos años esta fundación tiene un programa de alimentación para población vulnerable, personas adultas mayores con desnutrición, situación de abandono, postradas/os y con enfermedades crónicas. En algunos casos la colación que reciben es la única a la que acceden durante el día. De ahí que sea relevante que los alimentos sean inocuos, es decir, que no generen ningún tipo de enfermedad.

Mi objetivo inicial, al trabajar en esta fundación, fue implementar un sistema que garantizara esas condiciones de inocuidad llamado HACCP. Al observar la situación de la fundación, se hizo necesario impulsar aspectos esenciales en el tratamiento de alimentos como las buenas prácticas de manufactura, es decir, que la manipuladora utilice uniforme, que todas/os usen la cofia de manera correcta o que la infraestructura sea la más adecuada, entre otros aspectos. Esto lo fuimos trabajando con auditorías, capacitaciones, manuales y registros.

Ahora, todo venía de un trabajo anterior, de compañeras y compañeros del ramo de Seguridad Alimentaria que habían ido a colaborar con esta fundación y habían entregado recomendaciones más estructurales. La fundación logró palear todo ello a la fecha.

¿En qué consiste el sistema HACCP?

– Realizando todas las mejoras que mis compañeros recomendaron y con todo el trabajo que desarrollé, comenzamos a llevar adelante este sistema, que -en el fondo- analiza todos los aspectos críticos en el proceso y genera puntos de control. Por ejemplo, acá nos dimos cuenta que existían varios aspectos críticos considerados en cada preparación, como el tema de la sanitización para las frutas y verduras, la cocción de los alimentos que debe ser la adecuada y el transporte.

Hicimos dos estudios de temperatura, porque detectamos que las colaciones cuando salían de la fundación tenían temperaturas bajo lo recomendado. Existe una normativa sanitaria que regula todo esto y establece que para platos calientes el transporte debe estar sobre 65°C. Entonces, lo que hicimos fue implementar recipientes herméticos y otros mecanismos para que se mantuvieran a dicha temperatura. Ahí hubo una mejora importante en este sentido, que se sumaron a varias otras recomendaciones.

¿Qué es lo que más destacarías de esta experiencia? ¿Crees que más alumnas/os de la UTEM deberían apuntar a organizaciones de carácter social?

– Antes de ingresar a esta institución de carácter social siempre asocié la carrera con empresas privadas y casinos. Pero pensando en el rol de la ingeniería en industria alimentaria y en el hecho de que todas y todos tenemos el mismo derecho a alimentarnos, me hizo tomar la decisión y elegir trabajar en la fundación.

El profesor Mauricio Donders Orellana fue mi apoyo fundamental en todo este proceso. Cuando busqué dónde realizar mi trabajo de título, él me comentó sobre esta fundación y decidí apostar por ella, porque creo que es muy importante tener un rol más social como estudiantes. Uno de los pilares de la UTEM tiene que ver con esto y como buenas/os estudiantes tenemos que aplicar este sello. Además, creo que también este tipo de organizaciones te dan más posibilidades de crecimiento, yo allá partí desde cero, sólo tenían recetarios.

Sentí que aporté mucho. Nosotros pudimos implementar, además, cultura de inocuidad alimentaria. Mi único deseo ahora, que ya trabajo en otra empresa como ingeniera, es que algún estudiante continúe con este trabajo el próximo año, en el fondo lo que yo hice fueron las bases para la implementación de HACCP, ellos requieren tramitar su resolución sanitaria el próximo año y necesitan otro profesional que los pueda apoyar. La labor que ellos hacen es importante, son 53 personas adultas mayores que reciben estas colaciones.

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