Transformaciones sociales en Chile: Libro destaca rol de las universidades públicas
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La urgencia de concretar un nuevo acuerdo entre las universidades públicas y el Estado destaca la reciente publicación «Universidades públicas para un nuevo pacto social». La idea es cambiar uno de los ejes que exhibe el actual sistema educativo de mercado -que se centra en la competencia- y girar hacia uno en que prime la colaboración.
Uno de los cuatro autores del texto es el secretario general de la UTEM, Mario Torres Alcayaga, quien comparte el ensayo junto a Dante Castillo, Milton Vidal y Eduardo Román. Con un poco más de cien páginas, el libro forma parte de la colección «Análisis: Educación, cultura, sociedad» de la editorial Aún Creemos en los Sueños, relacionada a la versión chilena de Le Monde Diplomatique.
Compuesto de tres capítulos, el texto analiza y reflexiona en torno al sistema educativo existente en el país durante las últimas tres décadas, identificando sus principales características y subrayando los desafíos más importantes por enfrentar.
En ese contexto, el libro considera que en las décadas recientes la educación muestra una clara hegemonía neoliberal que debe ser cambiada porque, esencialmente, «la realidad es una construcción social», considerando esta dinámica como una lógica colectiva y no individual.
«La compilación de textos se ubica en los acontecimientos sociales y políticos que atravesó la sociedad chilena entre el mes de marzo de 2019 a marzo de 2020. Por lo mismo, los temas se acoplan a los acontecimientos, el clima político y las subjetividades anteriores al estallido social de octubre de 2019 y a las repercusiones posteriores», se lee en las primeras páginas de la publicación.
Educación como práctica de libertad
Los autores consideran que las universidades públicas del Estado son «casi la única organización que aún cuenta con la legitimidad de participar en las grandes transformaciones sociales, culturales y económicas que demanda el país». Pero más aún: pueden cumplir también con su misión institucional, asegurando que su estudiantado «independientemente del origen sociocultural, egrese con las mismas oportunidades de éxito profesional y ciudadano».
El libro señala que luego de décadas de hegemonía neoliberal en la educación, la persistencia de las inequidades y los cuestionados avances de un sistema educativo «bancario», «dan cuenta de un discurso con síntomas claros de fatiga». La mejor muestra de lo anterior, a juicio de los autores, es que la cantidad y profundidad de las anomalías y los escasos éxitos que muestra el modelo educativo nacional «se combinaron con la respuesta movilizada de diversos actores sociales, para entregarle una oportunidad a la educación pública y a las universidades del Estado».
La publicación sostiene que la educación es una práctica de libertad en sí misma. Y por ello, se trata -también- de un hecho político. Por eso, las sensibilidades adiestradas por un modelo tecnológico de la sociedad pueden haberse inquietado por el estallido social. Sin embargo, ese hecho brinda la posibilidad de comprender que la institución educacional no es neutra (no es sólo técnica). «Por el contrario, es un espacio político que siempre se debate entre dos tipos de ideales, ya sea como un agente funcional al modelo social y político dominante -y reproductor del statu quo- o como un agente para la transformación y la emancipación de todas las esferas sociales».
El estallido fue claro en mostrar que si las instituciones educativas y la educación superior funcionan con la misma lógica e intranquilidad con la que lo hace cualquier empresa del sector productivo, debe cambiarse el soporte político que permite ese hecho.
El libro plantea que la aparente normalidad que surge tras la pandemia «está lejos de clausurar al movimiento estudiantil, al docente y al fantasma de un nuevo estallido». Ante eso, «la academia y la universidad pública está interpelada». Se señala que ello implica «una oportunidad histórica».
Los autores señalan que hay condiciones para reemplazar la lógica de la competencia y el consumo por la de la colaboración y la confianza. «En este escenario, este libro pretende interpelar a las instituciones universitarias del Estado para no dejar pasar la posibilidad de construir una sociedad más justa, bella y sustentable», enfatizan.