Con un proyecto de vivienda social mandatado por el Serviu y construido entre 2015 y 2022, el arquitecto UTEM José Gálvez Muñoz formó parte de la XXII versión de la Bienal de Arquitectura y Urbanismo de Chile.

La propuesta -desarrollada junto al también arquitecto Luis Izquierdo Lehmann- beneficia a 48 familias de la comuna de La Florida que desde campamentos tienen la posibilidad de habitar en departamentos dúplex de casi 57 m2 de superficie construidas, montados en dos bloques de cuatro pisos, más una planta baja con 48 estacionamientos techados.

“La bienal se enteró de este proyecto de vivienda social y se contactó con nosotros, participando en el proceso de selección que culminó con la realización de una maqueta del proyecto para el evento”, explica Gálvez Muñoz.

El proyecto está acogido al subsidio DS 49, en un terreno de 2.401 metros cuadrados, que se ubica en la esquina de la Avenida Gerónimo de Alderete Nº 3450, a orillas del Canal San Carlos. El valor de cada departamento equivale a UF1.110.

La participación de Gálvez e Izquierdo en la Bienal de Arquitectura y Urbanismo de Chile reviste gran trascendencia porque es el principal encuentro bianual del sector en el país. Surgido en el año 1977, el evento del Colegio de Arquitectos de Chile ofreció hasta el domingo 22 de enero espacios de debate cultural en torno a la importancia de la actividad, el urbanismo y la trascendencia de la ciudad desde un punto de vista social

Para su versión 2023 la actividad incluyó muestras, conferencias y encuentros efectuadas en los alrededores del Palacio de la Moneda; un pabellón en Plaza de la Constitución; dos instalaciones en espacios públicos de la Plaza de la Ciudadanía: un monumento y sombras blandas, y una estructura inflable, escenario temporal ubicada Plaza Bulnes (Plaza de la Cultura).

La bienal estuvo dirigida a todo público y en su edición número XXII el Colegio de Arquitectos generó un contacto más amplio, estableciendo un nexo con el ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

Ex-alumnos, los mejores embajadores

El proyecto del arquitecto UTEM consta de departamentos entregados como obra gruesa habitable, con doble orientación, en sentido norte-sur y cuenta con un espacio de estar, cocina, lavadero y comedor en primer piso, una escalera y dos dormitorios con un baño en segundo piso, cumpliendo con las dimensiones establecidas en las normas aplicables al caso.

Los edificios cuentan con muros y losas de hormigón armado a la vista, sujetos por diagonales de acero en sus fachadas longitudinales, de manera de liberar la planta baja de la descarga de muros transversales, para dar cabida al número total de estacionamientos de 2,5 m de ancho cada uno.

Por un lado, se aprovecha el desnivel del terreno para colocar el acceso vehicular en su parte más baja de las viviendas y el acceso peatonal en la zona más alta. Por otra parte, el acceso a los departamentos es por un espacio común existente entre las dos barras edificadas.

Las dos barras edificadas conforman un espacio común interior, desde al cual se accede a los departamentos. El proyecto debió superar un desafío arquitectónico, puesto que los revisores del ministerio de Vivienda.

Inicialmente el proyecto consultaba dos pasillos de acceso a los departamentos dúplex con acceso desde dos pares de escaleras, pero desde el ministerio de Vivienda se propuso generar una entrada más directa. Gálvez comenta que el desafío, entonces, “fue diseñar esas escaleras de manera que fueran lo más económicas y ligeras posibles, para preservar la comprensión unitaria de la totalidad de ese espacio comunitario. Se fabricaron con paneles de gratings de acero, que constituyen estructuras leves de tramas transparentes”.

la académica Bárbara Hernández, directora de la Escuela de Arquitectura UTEM, enfatiza que este tipo de proyectos “son importantes porque reflejan nuestra formación. El sello social y sustentable nos diferencia de otras escuelas y eso ya se está posicionando en el ámbito laboral y en el medio. Nuestros ex-alumnos son nuestros mejores embajadores”.