Ingrid Espinoza Cuitiño, bibliotecóloga UTEM y reciente proyecto web: “Logramos una mirada completa de nuestra profesión en el país”
Autor: Daniela Arce|
“Con poco más de setenta años de desarrollo profesional en Chile, se hace necesario recopilar antecedentes para un relato historiográfico que identifique los hechos, contextos, instituciones y personas protagonistas de las etapas del desarrollo de la bibliotecología en el país”.
Para la bibliotecóloga y documentalista Ingrid Espinoza Cuitiño, estas son las razones principales del proyecto de investigación «Bibliotecarios en Chile: 70 años de los profesionales de la información en el país», que se adjudicó el Fondo del Libro y la Lectura del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
El proyecto contempla la creación de un sitio web que difunde el quehacer de las bibliotecarias y los bibliotecarios nacionales, además de su historia. La plataforma digital es desarrollada por Iván Moreno Herrera, ingeniero informático; Mónica Núñez Navarrete, bibliotecaria y secretaria del Colegio de Bibliotecarios de Chile; las bibliotecarias documentalistas UTEM, Maureen Civilo Becerra y Omilen Bello Aravena; y Eros González Fernández, estudiante de Bibliotecología y Documentación UTEM.
Para materializar el proyecto se trabaja durante dos años -entre abril de 2021 y abril de 2023- realizándose en una primera instancia la revisión bibliográfica en torno a la historia de la disciplina en el país, para recopilar -en un segundo momento- la información histórica de tituladas y titulados desde las escuelas de bibliotecología que han existido históricamente en el país, desde 1949 a 2022. En una tercera instancia se ubican los empleadores del sector para identificar sus prevalencias en el tiempo.
Espinoza Cuitiño explica que “se identificaron los trabajos bibliográficos realizados por las bibliotecarias y los profesionales de Chile, antecedentes que fueron dispuestos para consulta pública a través de un sitio web”.
Además de la académica de nuestra casa de estudios superiores, también desarrolla el proyecto Nelson Alvarado Sánchez, doctor en Historia de la Universidad de Los Andes, junto a los investigadores ayudantes Cristian Valenzuela Urra (bibliotecario y decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UPLA) y Maximiliano López Gatica (bibliotecario Documentalista de la UTEM).
La iniciativa se presenta oficialmente al público el miércoles 19 de abril de 2023.
¿Cómo surge este proyecto de investigación?
– La necesidad nace desde de tres hitos significativos que ocurren el año 2019, que invitaron a reflexionar sobre el devenir del bibliotecario nacional: el 70 aniversario de la creación de la primera escuela profesional para esta disciplina en el país; el 50 aniversario del Colegio de Bibliotecarios de Chile; y el paso administrativo de la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos (DIBAM) desde el ministerio de Educación al Servicio Nacional del Patrimonio Cultural del ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio.
Por eso postulamos al Fondo del Libro la idea de investigar y crear un relato histórico sobre la profesión en el país.
¿Cuáles han sido los principales hallazgos del proyecto?
– Lo primero, identificar más de 120 hitos significativos para estos más siete décadas de historia de la profesión en el país, representados en una línea de tiempo.
Junto a ellos fue posible conocer todas las instancias de formación profesional de bibliotecarias y bibliotecarios que han existido desde 1949 y sus programas de estudio. Luego, se determinó el número de bibliotecarias y bibliotecarios profesionales que ha producido Chile, en 73 años de historia. En total somos 3.332 titulados, cifra que no es suficiente si se consideran las necesidades del área en el país, el número total de bibliotecas existentes de norte a sur y que otras profesiones titulan miles de profesionales cada año.
También es importante conocer las opciones de trabajo para los bibliotecarios, más allá de las unidades de información tradicionales como (bibliotecas, archivos o centros de documentación. Saber que la mayor parte de los bibliotecarios profesionales trabaja o ha trabajado en bibliotecas de educación superior, dejando desprovistos sus cargos en otros tipos de bibliotecas, como las escolares o públicas, los archivos o los centros de documentación especializados.
Finalmente, se pudo conocer y referenciar una parte de la producción intelectual de la profesión. Al obtener estos resultados, se optó por llamar al sitio web «Bibliotecología Chile», ya que se obtuvo una mirada de una profesión completa, su formación, sus protagonistas, su producción intelectual y sus aportes a través de temas que le son propios.
Desinformación e infoxicación
¿Es necesario por estos días visibilizar los múltiples roles y temas que pueden ver las/os bibliotecarias/os?
– Sin duda. Estamos en la sociedad de la información y en ella los profesionales del sector tenemos muchas herramientas y respuestas para ayudar a combatir la desinformación y la infoxicación que existe en estos tiempos. Además, en particular, Chile es un país con bajas tasas de comprensión lectora, con estadísticas de escasos libros leídos per cápita, en algunos sectores urbanos con hacinamiento las/os bibliotecarias/os a través de los servicios de las bibliotecas siguen brindando un espacio democrático de acogida, libertad de pensamiento, búsqueda de información verídica y de recreación y capacitación en todas las etapas de la vida.
Esta vez, ya no sólo con un libro como herramienta, sino que apoyado por una gama de alternativas tecnológicas que contribuyen a automatizar diversos procesos y servicios.
¿Qué clase de temas se deben seguir explorando en la profesión de los/as bibliotecarios/as y en el ámbito de la información y la cultura?
– En relación con este proyecto, creo que es muy importante para los grupos humanos conocer su historia y sus actores relevantes, de los cuales se toman ejemplos e inspiración. También es importante contar con una especie de observatorio que permita conocer datos como: ¿Cuántos son los bibliotecarios de Chile?, ¿En qué casa de estudio se titularon?, ¿Dónde se desarrollan profesionalmente?, ¿Existen mercados laborales emergentes?, ¿Qué temas están investigando y publicando?, entre otros.
A su juicio, ¿cuál es el futuro de las bibliotecas y los/as bibliotecólogos/as en el país?
– Creo que, hoy más que nunca, las y los bibliotecólogos, gestores de información, gestores documentales y archivistas -diversas formas de denominar, de acuerdo con los matices de nuestra área del conocimiento- tenemos la posibilidad de guiar en medio del caos informacional que se observa producto del crecimiento expansivo de las publicaciones y la diversificación de sus medios y formatos de comunicación.
¿Hay algún tema en el que las/os bibliotecólogas/os deban enfocarse con mayor énfasis?
– Sobre esta pregunta, pueden haber tantas respuestas como bibliotecólogos, pero mi parecer es que existen tres áreas relevantes: las tecnologías de información y comunicación y sus vertiginoso avance, que nos permite automatizar parte de los trabajos habituales y optimizar los recursos humanos; los servicios de información, que nos vinculan directamente con los usuarios y nos permiten aportar al desarrollo de las personas en todas las etapas de su vida, y el resguardo del patrimonio, que se condice con el trabajo que hemos desarrollado en las sociedades desde la época de la antigüedad.
¿Cuál es el aporte de este tipo de proyectos de investigación para la UTEM?
– Creo que la UTEM, al conocer más antecedentes sobre una de sus profesiones fundantes, ha ganado mucho en la posibilidad de potenciar esta carrera, estudios de postítulo y postgrado, y el contacto con empleadores potenciales de sus titulados. Además, este proyecto se desarrolló con la participación de algunas bibliotecarias y algunos bibliotecarios recién tituladas/os y estudiantes de la carrera de Bibliotecología de la UTEM, lo cual es un gran aporte para propiciar la sensibilidad patrimonial e histórica entre las nuevas generaciones.