Nicolás del Solar, director Escuela Derecho UTEM: “Enfrentar los desafíos de nuestra disciplina requiere una mirada integradora de la tecnología”

Autor: Claudio Pereda|
La carrera en la UTEM va tener desde el inicio una visión tecnológica, fortaleciendo en los estudiantes un conocimiento avanzado en esta materia, a través de variadas herramientas actuales. “El propósito es que nuestros futuros abogadas y abogados se destaquen profesionalmente, en un entorno competitivo y desafiante, colocando al servicio de la sociedad sus conocimientos con una impronta tecnológica y jurídica”, enfatiza Solar Duarte.

“Las nuevas relaciones en sociedad necesitan de profesionales del ámbito legal que cuenten con elementos que les permita entender la tecnología y desde ahí aplicar el Derecho con visiones acordes”, enfatiza el abogado Nicolás del Solar Duarte, máster en Derecho Público de la Universidad Carlos III de Madrid, ex asesor de la subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo y director de la carrera de Derecho UTEM que se suma la oferta académica de nuestra casa de estudios.

«Lo cierto es que asumimos este desafío con entusiasmo y también con harta responsabilidad, entendemos lo que significa formar futuros abogadas y abogados con este nuevo sello», dijo del Solar al presentar la carrera a comienzos de diciembre, en el conversatorio «Derecho e Inteligencia Artificial, desafíos y oportunidades en la formación y ejercicio de la profesión». En la jornada estuvieron presentes también la subcontralora general de la República, Dorothy Pérez Gutiérrez, y el ex fiscal Carlos Gajardo Pinto.

También se presentó el avatar Gabriela, originado con inteligencia artificial, que cumplirá tareas de asistencia a estudiantes, resolviendo dudas, analizando casos y entregando resúmenes de asignaturas, entre otras variadas posibilidades.

La carrera en la UTEM va tener desde el inicio una visión tecnológica, fortaleciendo en los estudiantes un conocimiento avanzado en esta materia, a través de variadas herramientas actuales. Va a contar –además- con titulación dentro de la carrera. Tradicionalmente la preparación del examen de grado se hace una vez que el alumno egresa de la universidad, periodo en el que –sin embargo- la experiencia comparada indica que se eleva la deserción por diferentes razones.

Ante ello, la UTEM define que en su último año los alumnos de Derecho van a preparar el examen de grado como una asignatura más, de manera que egresen titulados. De la misma forma, quienes estudien con gratuidad podrán realizarlo en el tiempo en que dure ese beneficio, sin considerar costos adicionales.

¿Cómo evalúa la actividad de presentación de la carrera? ¿Qué se buscó proponer y qué cosas le dejó la jornada?

– Considero que la actividad de presentación de la carrera fue positiva, superó nuestras expectativas y esperamos que la de todas las personas que pudieron asistir a ella, en especial, de los futuros estudiantes. La actividad tuvo por finalidad reflexionar sobre la incorporación de la inteligencia artificial a nuestra vida cotidiana y la forma de cómo el derecho reacciona frente a este suceso.

En particular, se relevó el avance de estas nuevas tecnologías en el ámbito del ejercicio de la profesión de abogado, así como también los desafíos, oportunidades y riesgos que representa. En esta misma línea, se plantearon cuestiones en torno a la formación de nuevas abogadas y abogados y las competencias que deberán desarrollar en un contexto en constante cambio.

La jornada, a mi juicio, dejó muchas interrogantes, pero al mismo tiempo numerosos desafíos en la formación de futuras abogadas y abogados. El componente ético y las nuevas habilidades necesarias para enfrentar el futuro de la profesión fueron reflexiones muy valiosas para quienes asistieron.

La tecnología hoy implica en sí misma un área de litigios judiciales, muchos juicios tienen como tema principal algún aspecto tecnológico. Y -aparte- también se posiciona como una dinámica que está influyendo en el ejercicio de la propia disciplina. ¿Cómo la carrera de Derecho UTEM va a abordar estos y otros desafíos de la profesión para el siglo XXI?

– El enfoque tecnológico es uno de los sellos de nuestra universidad y un componente central en la formación que recibirán nuestras futuras y nuestros futuros estudiantes, quienes van a ver en toda su trayectoria formativa la incorporación de nuevas herramientas y tecnologías. Ello les permitirá desenvolverse de buena manera en un entorno digital, estando –por ejemplo- en una permanente interacción con la inteligencia artificial. Muestra de ello es –por ejemplo- la presentación de nuestro avatar Gabriela, que como una asistente jurídica va a ser un complemento en la actividad académica formativa, participando en litigios simulados, generando casos hipotéticos, entregando capsulas de repaso y ayudantías a los estudiantes, entre otras funcionalidades.

Ahora bien, tomando en consideración que históricamente la carrera de Derecho ha sido concebida bajo un enfoque tradicional, la UTEM tomando en cuenta los desafíos que impone la dinámica social actual y la necesidad del ser humano de interactuar continuamente con la tecnología, se ha propuesto como objetivo formar estudiantes sobre la base de una enseñanza-aprendizaje en sinergia con la Sustentabilidad, la Responsabilidad Social y la Tecnología, como sellos institucionales, los que permitirán a nuestra comunidad estudiantil desarrollar competencias que tributarán directamente a un perfil de egreso sólido, cuyo firme propósito es que nuestros futuros abogadas y abogados se destaquen profesionalmente, en un entorno competitivo y desafiante, colocando al servicio de la sociedad sus conocimientos con una impronta tecnológica y jurídica.

¿Cómo se estructura la enseñanza del Derecho en esta nueva propuesta y de qué forma la carrera dialoga con las otras propuestas académicas de la universidad?

– Al proponerse la creación de la carrera, se pensó en que la comunidad estudiantil debía recibir una formación sólida en ciencias jurídicas que, aunado a los sellos propios de la universidad, les permitiera estratégicamente ubicarse en el desafiante mundo profesional. Ahora bien, en cuanto a la estructura de la enseñanza-aprendizaje del Derecho, se diseñó un programa de estudios acorde con la complejidad de los tiempos actuales y la envergadura de los conflictos que a nivel social tienen asidero a diario.

En armonía con lo mencionado y, tomando en cuenta que cada vez se hace más imperioso un abordaje de las controversias desde el prisma de diversas áreas del saber – lo que redunda, precisamente, en que los fenómenos sociales deban ser resueltos, sobre la base de la inter o multidisciplinariedad- la carrera estará en constante diálogo con las otras propuestas académicas de la universidad.

En este sentido, el derecho es capaz de interactuar con múltiples áreas del saber, dado el enorme alcance de las normas que es cada vez más comprensivo de las diversas actividades humanas. Así, podrá colaborar con distintas carreras, complementándolas, aportando la perspectiva legal o regulatoria de dicha actividad. Por ello, nuestra intención es poder potenciar, mediante un trabajo colaborativo a otras carreras y aquellos proyectos que puedan enriquecerse con nuestra perspectiva.

Además de lo mencionado, el hecho de que nuestro estudiantado cuente con una formación jurídica sólida y una constante interacción con estudiantes y/o profesionales de otras áreas, se traducirá en un valioso aporte que se reflejará en un perfil profesional integral, capacitado para enfrentar en muchas ocasiones desafíos en los que confluyen múltiples miradas de otras ciencias y/o disciplinas.

¿Qué áreas o actividades actuales requieren, a su juicio, una mirada distinta del Derecho y que hoy no están siendo abordadas desde esa perspectiva?

– En muchas ocasiones se dice que el Derecho llega tarde dado la celeridad de los tiempos. En este contexto, creo que la disciplina legal se encuentra en etapas muy tempranas de desarrollo en entornos digitales, espacios en los que no existe mucha claridad del alcance de las normas en la forma tradicional en que son concebidas.

Así ocurre, por ejemplo, en entornos como el metaverso o en el actuar de grandes corporaciones que trascienden a los ordenamientos jurídicos nacionales y a la actividad misma del derecho internacional. Similares cuestiones surgen a partir de la actividad generada en relación con la inteligencia artificial, en la que confluyen aspectos éticos y de propiedad intelectual que aún están en etapas incipientes de desarrollo.

Todos estos aspectos, entre muchos otros que aún están en etapas tempranas de desarrollo, serán desafíos que deberemos afrontar con una mirada integradora de nuevas tecnologías, con regulaciones cuya legitimidad se encuentra en entredicho y que vale la pena abordar desde el Derecho.

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