“Apuntes para una Memoria Feminista”: Investigación UTEM recopila desconocidos textos de comienzos del siglo XX

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La propuesta del Movimiento Pro-Emancipación de las Mujeres de Chile (MEMCH) iba más allá del voto femenino, abarcando derechos como el régimen de separación de bienes en 1943. Demandas como la eliminación de la distinción entre hijos legítimos e ilegítimos (1998) y el derecho al divorcio (2004) permanecieron sin respuesta durante años. También promovieron la emancipación biológica y la regulación del aborto.

Durante la tercera versión del Congreso Vive la Investigación, que se llevó a cabo del 15 al 17 de octubre en la UTEM, Claudia Fedora Rojas, académica del Departamento de Trabajo Social, expuso de su investigación “Apuntes para una Memoria Feminista”, centrada en la historia del feminismo en Chile y su conexión con movimientos sociales más amplios.

En su ponencia, la académica explicó que el movimiento feminista en Chile es parte de un fenómeno social más amplio que busca la democratización y la justicia social, y destacó la importancia de comprender el pasado para abordar las desigualdades presentes y construir un futuro más justo.

«Este movimiento feminista es parte de algo más grande, un movimiento popular que tiene un proyecto político», señaló. Su estudio se centra en el Movimiento Pro Emancipación de las Mujeres de Chile (MEMCH), fundado en 1935, que luchó por derechos fundamentales, como el sufragio femenino, logrado en 1949. Esta organización fue pionera en articular demandas específicas de género y se convirtió en un referente del feminismo en la época.


Rojas destacó que el MEMCH no solo abogó por el derecho al voto, sino que también planteó cuestionamientos sobre la maternidad y los derechos reproductivos. «Las mujeres de esta época hablaban de liberación biológica», explicó.

Lo anterior, significaba cuestionar las expectativas tradicionales sobre la maternidad y la feminidad. En un momento en que la sociedad chilena estaba fuertemente influenciada por la religión y las tradiciones patriarcales, estas demandas representaron un cambio radical en la percepción de la mujer y su papel en la sociedad.

Esta postura vanguardista se anticipó a muchos debates actuales sobre la autonomía femenina. Sin embargo, el movimiento enfrentó numerosos desafíos a lo largo de su historia, que llevaron a su declive en 1953. «El ocaso del MEMCH se debió a conflictos políticos internos y externos que dificultaron la continuidad del movimiento feminista», añadió.

El Movimiento Pro-Emancipación de las Mujeres de Chile

Según el Archivo Nacional de Chile, El 11 de mayo de 1935 es fundado el Movimiento Pro Emancipación de las Mujeres de Chile (MEMCH) convocado por Elena Caffarena, Marta Vergara, Graciela Mandujano, entre otras. Con un espíritu pluralista, su programa apuntaba a la emancipación jurídica, económica y biológica de las mujeres.

Estos objetivos eran discutidos en concentraciones y congresos que reunían a mujeres de diversas zonas del país organizadas en numerosos comités locales, de los cuales podemos tener información a partir de más de 800 cartas que forman parte del Fondo Correspondencia del MEMCH del Archivo Mujeres y Géneros.

Rojas enfatizó que, a pesar de los logros de estas pioneras, la lucha por la equidad de género continúa. La académica advirtió sobre la persistencia de obstáculos culturales y sociales que afectan a las mujeres en la actualidad. «El cambio cultural es clave para avanzar en los derechos de las mujeres», afirmó, sugiriendo que, si bien existen leyes que protegen estos derechos, la transformación cultural es esencial para que se respeten y ejerzan de manera efectiva.

Fuentes históricas

Rojas subrayó la importancia de las fuentes históricas en su investigación sobre el MEMCH y la evolución del feminismo en el país. La utilización de fuentes orales fue fundamental en sus inicios, dado que muchas de las mujeres que formaron parte del movimiento estaban vivas cuando comenzó su estudio. Esto permitió una conexión directa con las experiencias y relatos de las protagonistas de la historia.

Además, los documentos escritos, especialmente los registros archivados por figuras como Elena Caffarena, proporcionan una visión más completa del movimiento. Estos archivos incluyen cartas y comunicados que muestran las dinámicas internas del MEMCH y sus interacciones con la sociedad en general.

«Elena Caffarena, una líder indiscutida del MEMCH, guardó cerca de 1,500 registros que documentan las actividades del movimiento», explicó. Estos documentos, que incluyen cartas y otros materiales, son un testimonio invaluable de las luchas pasadas y serán parte de un catálogo histórico que se publicará en colaboración con el Archivo Nacional.


Nuevas generaciones

La conexión entre la historia y el presente es un tema recurrente en el discurso de Rojas. Ella relacionó el mayo feminista de 2018 con las luchas de décadas anteriores, destacando que «si no entendemos el pasado, no podemos comprender el presente». Esta perspectiva histórica es crucial para las nuevas generaciones, que deben ser conscientes de los logros alcanzados y de los retos que aún persisten. Rojas enfatizó que «cada generación tiene la responsabilidad de continuar esta lucha», instando a los jóvenes a involucrarse activamente en la defensa de los derechos de las mujeres.

La académica también abordó la percepción del feminismo en la sociedad actual. Mencionó que, a pesar de los avances, aún persisten estigmas en torno a la palabra «feminismo». «En épocas anteriores, era más fácil hablar de feminismo; ahora, muchas jóvenes se sienten reticentes a identificarse como feministas», indicó. Esta resistencia refleja una falta de comprensión sobre la relevancia del feminismo en la lucha por la equidad y la justicia social.

Rojas instó a los estudiantes y al público en general a involucrarse más con la historia social de Chile, más allá de la narrativa política tradicional. «Siempre se ha estudiado mucho la historia política, pero hay una rica historia social que es fundamental conocer», concluyó. Esta invitación a la reflexión y a la acción resuena en un momento en que la sociedad chilena continúa buscando justicia e igualdad. Además, Rojas subrayó que «los derechos no están garantizados para siempre«, recordando que el contexto social es dinámico y puede cambiar rápidamente.

Finalmente, la académica reafirmó la necesidad de incorporar la historia del feminismo en la educación. «El feminismo ha hecho grandes aportes a la democratización del país», destacó, enfatizando que es fundamental reconocer las luchas históricas para valorar los derechos actuales. La charla de Rojas no solo fue una lección sobre el pasado, sino también una convocatoria a seguir luchando por un futuro más equitativo para todos.


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