Con el objetivo de que los estudiantes pudieran desarrollar sus conocimientos fuera del aula, sin la presión de ser evaluados, es que la Escuela de Cartografía, con el apoyo financiero y operacional de la Vicerrectoría de Transferencia Tecnológica y Vinculación, creó el Concurso interno estudiantil de inicio e incentivo para la investigación, al que postularon estudiantes de distintos años de la carrera, interesados en realizar investigación.

El académico de la Escuela de Cartografía de la Universidad Tecnológica Metropolitana, Dr. Jorge Espinoza, destacó el interés que demostraron los estudiantes por participar en esta iniciativa, pues aunque solo se escogió a tres proyectos, en los que en total participaron 16 estudiantes, fueron más los que se presentaron a este Concurso.

Espinoza dijo “queríamos fomentar en ellos la capacidad de investigar e innovar, y además en los equipos hay estudiantes de distintos años de la carrera, así se retroalimentan con compañeros y aprenden a trabajar en equipo, presentando proyectos autónomos, con un tema escogido por ellos, formulando el proyecto y planteándose sus propias metas”.

El académico hizo hincapié en que estos proyectos van en la línea de ser un aporte a la sociedad y además tuvieron que “comunicarse con instituciones y tratar de indagar en los problemas que estas presentaban, para buscar soluciones desde la cartografía”.

El equipo de estudiantes que expuso sobre el Bosque Santiago, que es parte del Parque Metropolitano, propuso a esta institución hacer un mapa táctil y visual, con la finalidad de lograr la inclusión de personas con discapacidad visual, este prototipo pretende que las personas que vayan se ubiquen espacialmente en el sendero que recorrerán. En el proyecto se incluyen estaciones interactivas con extractos sobre cultura mapuche, rapanui y otras, además de estaciones didácticas para que los asistentes sientan los tipos de tierra y olores.

Paula Ovalle Molina, estudiante de quinto año, que participó en el desarrollo de esta investigación, señaló que “en la Región Metropolitana existe solamente un parque con cartografía táctil, que es el Parque Inés de Suárez, entonces encontramos este bosque que es bonito y más simple, en cuanto a terreno, y decidimos trabajar con ellos, que ya tenían el sendero inclusivo realizado, y nosotros les propusimos modificaciones y arreglos”.

Por otra parte, el proyecto “Localización de sitios arqueológicos en el cerro Pucará y el grado de vulnerabilidad derivado de su entorno”, evaluó los distintos grados de destrucción o desintegración que hay en el Pucará del Cerro Chena, lo que según Danilo Vidal Becerra, estudiante de tercer año que participó en este diagnóstico, “esto se debe principalmente a malas regulaciones por parte de las autoridades, porque han otorgado un uso de suelo que ha amenazado a este monumento arqueológico. A esto se suma que hay poca cultura por parte de quienes visitan este lugar, porque dejan residuos como colchones o ramas después de hacer una fogata, y eso también lo hace tener una contaminación visual que no debería tener un monumento histórico”.

Vidal, dijo que este proyecto lo “emocionó mucho, porque me hizo tomarle cariño al monumento y todos deberíamos sentir lo mismo por algo que es nuestro, parte de nuestra cultura, de nuestra identidad y nuestra historia, pero esto, lamentablemente, se está dejando olvidado”.

Un método novedoso fue el que presentó el equipo encargado de realizar “Cartografía Participativa: Comprensión y percepción del territorio de los estudiantes de Enseñanza Básica. Caso de estudio: estudiantes de 4° año básico de diversos establecimientos educacionales de la Región Metropolitana”, pues tuvieron que desarrollar talleres para niños, en que presentaron los conceptos básicos de cartografía, con un lenguaje entendible, para luego tener una actividad participativa, en la que generaron los mapas y llenaron una encuesta que permite comunicar el territorio a través de la experiencia de una comunidad – cartografía social. En este caso los niños manifestaron su percepción emocional a lo que está en el entorno de sus colegios, esto permitiría generar políticas públicas que puedan servir para poner en relevancia estos espacios.

Iván Rojas Briones, estudiante de quinto año, comentó que distintos países de Latinoamérica utilizan este método como forma de generar participación ciudadana, pero en Chile este tipo de métodos se utiliza poco, pese a que el Ministerio de Desarrollo Social usa esta fórmula.

Rojas recalcó que para este proyecto escogieron niños porque son el futuro, “son los actores que van a accionar el territorio, entonces esta información nos sirve para proyectar lo que ellos van a generar en ese mismo sector, y ha sido súper emocionante y satisfactorio poder trabajar con niños, sobre todo porque trabajamos en lugares que son más vulnerables, como la población La Faena, de Peñalolén, Pudahuel sur y la población José María Caro”.

El estudiante destacó que esta es una forma distinta de obtener la información y que les permitió aplicar todos los conocimientos que adquirieron durante el pregrado, además “en particular el profesional de la UTEM tiene que tener algo que los otros no tienen, que es el rol de la responsabilidad social, entonces esto responde al llamado que tenemos nosotros como profesionales de la UTEM a intentar generar pequeños cambios en las comunidades”.

Grupo 1: Bosque Santiago, parte del Parque Metropolitano inclusivo
• Estudiantes: Paula Ovalle Molina, Fallow Herrera Vera, Mario García Oteiza, Valentina Márquez Fuentes y Constanza Parodi Aros.
Grupo 2: Localización de sitios arqueológicos en el cerro Pucará y el grado de vulnerabilidad derivado de su entorno
• Estudiantes: Roberto Jofré Vargas, Camilo Cea Carvajal, Danilo Vidal Becerra, Benjamín Villacura González y Edgar Alarcón Mallea.
Grupo 3: Cartografía Participativa: Comprensión y percepción del territorio de los estudiantes de Enseñanza Básica. Caso de estudio: estudiantes de 4° año básico de diversos establecimientos educacionales de la Región Metropolitana
• Estudiantes: Iván Rojas Briones, Nicole Estay Miño, Francisco Romero Catalán, Valentina Avendaño Acosta, Gonzalo Martínez Troncoso y Juan Candia López.

Por Carolina Vásquez Cáceres