Académica del Departamento de Trabajo Social realizó postdoctorado en Universidad de Barcelona

Autor: Constanza Valdivia Rossel|
El proyecto de investigación “Metodologías Participativas y Aprendizaje-Servicio. Estrategias de Investigación-Acción y Trabajo Social Comunitario” es una investigación de corte etnográfico y se basó en la observación participante, por lo que requirió de una inmersión en diversos territorios o comunidades.

La académica del Departamento de Trabajo Social, Lorena Valencia Gálvez, participó en un postdoctorado financiado por el CONICYT, que se enmarca dentro del Programa de Formación de Capital Humano Avanzado. “Postdoctorado en el extranjero”, es una beca a la cual postuló en el año 2018 para estudiar desde junio del 2019 a agosto del 2021.

El postdoctorado se realizó en el Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Barcelona, dentro del Grupo de Innovación en Trabajo Social (GRITS), conformado por profesionales e investigadoras de distintas facultades y áreas como la antropología, derecho, sociología y otros.

La académica nos cuenta que “el objetivo de este grupo tiene que ver con la investigación en el marco de la historia, la teoría y metodología del trabajo social, la idea es incrementar el cuerpo teórico del conocimiento de la disciplina a través de la revisión/investigación de teorías, modelos de intervención y metodologías innovadoras del trabajo social”.

En este sentido, la investigadora cuenta que “es un proyecto muy extenso que tenía una planificación distinta a la que finalmente pude desarrollar por la pandemia. Inicialmente, tenía un plan de trabajo de 14 meses, pero al cerrar las universidades en Europa desde marzo de 2020, este plan se vio truncado y me obligó a hacer una modificación del proyecto y enfocarlo a otras aristas”.

En el proyecto de investigación e intervención social desarrollado, trabajó con las comunidades, familias y personas en su propio entorno y territorio. Se llevó a cabo con la Oficina de Aprendizaje y Servicio (ApS) de la Universidad de Barcelona (UB), que aborda proyectos de ApS transversales con varias carreras, y con el Departamento de Trabajo Social a través de un proyecto de ApS, el cual se implementa con la Fundación Benallar y 30 estudiantes del grado de trabajo social de la Universidad de Barcelona.

La académica comenta que durante el tiempo que cursó el postdoctorado en la Universidad de Barcelona, realizó actividades prácticas en distintas zonas de España y el extranjero, asistió a congresos en Lisboa e Italia, participó en diversos grupos de investigación, colaboró en artículos y publicaciones internacionales.

Además, realizó seguimiento y visitas de observación a “Fundación Pare Manel”, proyecto de acompañamiento escolar que forma parte de los programas socioeducativos del Centro abierto Muntanyès, “Fundación La Vinya”, centro socioeducativo que ofrece actividades cada tarde para una cinquentena de niños y jóvenes en Barrio del Gornal en Barcelona y en el proyecto “Educación Física e Intervención Socioeducativa a Centros de Justicia Juvenil”, de la Fundación Futbol Club Barcelona, que tiene como objetivo favorecer la socialización de los jóvenes que están internos en el Centro Educativo de Justicia “Can Llupiá”.

De las experiencias que destaca, se encuentra una estancia de Investigación en Marruecos realizada en agosto del 2019, el proyecto “Els somriures dels Casals”, una iniciativa de aprendizaje y servicio transversal con estudiantes de la Universidad de Barcelona, realizada en conjunto con la ONG “Associació Katxima per al Desenvolupament Comunitari”, en la localidad rural de Tafraout, cerca de la ciudad de Merzouga, al sudeste de Marruecos.

“El trabajo de campo que hicimos en esta comunidad fue bien extremo, allí no hablan castellano ni inglés, nos tocó dormir sobre esterillas o alfombras en un refugio. Es un lugar donde hace bastante calor, pero con el pasar de los días nos fuimos acostumbrando. Realizamos actividades socioeducativas, visitamos las escuelas, hicimos un diagnóstico social y logramos conocer otras culturas y formas de vida”, cuenta Valencia.

Sumada a su experiencia postdoctoral durante este periodo, la académica ganó una Beca de Formación como Dinamizadora o Facilitadora del Teatro Fórum o Teatro del Oprimido. Curso dictado por La Xixa Teatre y el Ayuntamiento de Barcelona entre febrero y noviembre del año 2020. “Parte de la pandemia estuve estudiando en línea el Teatro Foro, lo cual me ayudó un montón para la salud mental, ya que estaba alejada de la familia y con todo lo que estaba pasando fue un salvavidas”, indicó la investigadora.

Para el decano de la Facultad de Humanidades y Tecnologías de la Comunicación Social, Tomás Cárdenas Fincheira, “la experiencia postdoctoral de la profesora Valencia tiene muchos méritos tanto personales como institucionales, pues se conjugan esfuerzos compartidos, siendo primero y más extenso el de la académica, ex estudiante UTEM con destacada trayectoria, que adjudica fondos estatales para la realización post doctoral en Barcelona. El segundo esfuerzo lo asume el Departamento y Escuela de Trabajo Social, la Facultad y la Universidad, que apoya sin dudar este desafío, respaldando en todo momento su estancia y acciones académicas”.

Por otra parte, el decano Tomás Cárdenas indica que “los estudios, trabajos y gestiones que la doctora logró materializar en este tiempo de perfeccionamiento, son muy valorables para el desarrollo de su Unidad, debido a que aporta al fortalecimiento internacional de su disciplina, así como al desarrollo y difusión científica de la investigación en Trabajo Social, entre otros factores trascendentes que enriquecen a la institución”.

Al finalizar, Valencia enfatiza en que el aporte para la UTEM “fue la experiencia multicultural de estar en África y conocer como es la realidad del trabajo social en España, creo que me pude compenetrar en profundidad de lo que estaba pasando y cómo es el trabajo social, y por otro lado, fueron dos años productivos en relación a los indicadores que nos piden como publicaciones y proyectos FONDECYT”.

“Las redes de contacto que se pueden llegar a hacer y cómo esto impacta en la docencia directa es relevante, porque uno va aprendiendo otras formas de trabajo, de enseñar, otros contextos y la apertura que te da estar en culturas tan distintas, te permite tener una mirada más amplia para comprender la pobreza y el racismo. Abre la mente de una como profesional, regresar, ver el país y universidad con otros ojos, y desde allí generar estrategias, mejorar nuestras investigaciones, docencia, trabajo en territorio y ver como la universidad se proyecta a estos espacios donde realmente va a tener un efecto real en la vida de las personas”, concluyó Valencia.

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