La rectora Marisol Durán Santis posee diversas especializaciones, tanto en su área disciplinar como en gestión educativa. Es ingeniera en alimentos de la Universidad de La Serena y Magíster en Tecnología de los Alimentos en la Universidad de Santiago de Chile (Usach). Cuenta con más de veinte años de experiencia como académica, en los cuales se ha dedicado preferentemente a la pedagogía y la gestión institucional.

Ingresó a la UTEM en 1994. Desde entonces se ha desempeñado en diversas áreas y responsabilidades. Comenzó como académica del Departamento de Biotecnología, impartiendo cátedras a las carreras de Ingeniería en Biotecnología e Ingeniería en Industria Alimentaria, además de guiar trabajos de titulación y tesis de grado.

Posteriormente, fue directora del Centro de Desarrollo de Tecnología Agroindustrial y directora del Departamento de Biotecnología. En los últimos años se desempeñó como Vicerrectora Académica de la institución. En 2021 asume como la primera mujer electa como rectora en la UTEM y en una competencia democrática con personas de otro género. Con ello, en 2022 fue elegida presidenta del Directorio de la Red de Televisión de las Universidades del Estado (UESTV) y forma parte del directorio del Consorcio de Universidades del Estado de Chile (CUECH).

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, conversamos con nuestra rectora Marisol Durán Santis acerca del escenario para este 2023 en materia de género y los avances de la institución en este tema.

¿Por qué es importante que se conmemore el 8M para las instituciones de educación superior?

La conmemoración del 8M es parte de las fechas conmemorativas que las Naciones Unidas han adoptado como una forma de promover y sensibilizar a la sociedad en su conjunto en la igualdad de derechos y equidad de género.

En ese sentido, las instituciones de educación superior tenemos una responsabilidad social frente a las temáticas de interés público en el sentido de visibilizar desigualdades e inequidades que afectan a distintos grupos de la sociedad con el propósito de generar debate y propuestas orientadas a su mejora.

¿Es relevante que existan figuras femeninas en roles de autoridad? ¿considera positivo el avance de los últimos años?

La participación e incorporación de mujeres en puestos de toma de decisiones es una señal de equidad y un referente para otras mujeres. Si bien hemos avanzado como país en ello, aún existen brechas importantes en la industria, como el sector minero, así como en política cuya representación femenina en el parlamento es de un 35,5%. En particular, en las instituciones de educación superior hemos avanzado, pero aún no es suficiente. Tenemos que seguir trabajando.

De todas maneras, miramos con esperanza el futuro y vemos que hoy más colegas están decidiendo participar en elecciones para ocupar cargos directivos en las universidades; un hecho muy próximo lo tenemos aquí en nuestra casa de estudios, en donde destacadas mujeres profesionales se han presentado como canditadas en las elecciones a Decana en sus respectivas Facultades.

¿Cómo cree que la enseñanza universitaria -en general- y la de la UTEM -en particular- puede mejorar el paisaje laboral para las mujeres en Chile?

Como institución de educación superior, tenemos el deber de formar profesionales con plena convicción de su ciudadanía. Ello implica que los temas de igualdad y equidad de género deben estar presentes en la formación académica, de manera que nuestros egresados y egresadas tengan la sensibilidad que se necesita para trabajar en pro de una sociedad más justa, sin discriminación y en igualdad de derechos.

En particular en la UTEM, estamos promoviendo mecanismos de acceso directo de mujeres a carreras STEM para estudiantes y perspectiva de género en los concursos académicos, que sin duda permitirá disminuir las brechas y barreras en las áreas tecnológicas.

En materia de género, ¿qué obstáculos ve hoy en Chile y en la UTEM para avanzar o mejorar? ¿cómo ayuda la política institucional de género en este aspecto?

Chile es un país que ha dado señales importantes en materia de equidad de género tanto en políticas públicas como en marcos regulatorios necesarios para avanzar en distintos ámbitos, así por ejemplo me parece importante destacar la dictación de la Ley 21.369 que regula el acoso sexual, la violencia y discriminación de género en las instituciones de educación superior. Sin embargo, para avanzar y mejorar se requiere a nivel de sociedad, incluida la UTEM, promover cambios culturales que permitan modificar las relaciones de género basadas en estereotipos y sesgos que obstaculizan el camino.

En esa línea, nuestra política institucional de género es un enorme avance, dado que nos entrega orientaciones y lineamientos de acciones para disminuir las brechas e inequidades que hoy tenemos y que esperamos revertir con mecanismos efectivos y validados por la comunidad. Tenemos mucha alegría, porque esta política fue el resultado de un trabajo participativo, colaborativo y triestamental.

¿Qué espera para la UTEM en este nuevo periodo?

Espero que nuestro Plan de Desarrollo Institucional permita consolidarnos como una institución de educación superior de calidad, capaz de responder a las demandas de nuestra sociedad y -en ese sentido- aportar al desarrollo económico