“Hemos podido comprender cómo la realidad de los Derechos Humanos tiñe cada acción y cada decisión que tomamos, tanto desde lo profesional como de lo humano. En lo personal, se abre una perspectiva nueva de entender la realidad social en la que pretendo intervenir”.

Así resume la estudiante de trabajo social Cinthya Jara Gallegos su participación en la Asignatura de Ciudadanía y Derechos Humanos, instancia que implica la aprobación de tres semestres.

La joven forma parte de unos 140 alumnas y alumnos de todas las carreras de la universidad que han culminado en forma exitosa su proceso de formación en Derechos Humanos y Ciudadanía desde el primer semestre de 2020, año en que fue puesta en marcha la asignatura de manera oficial.

«Nos asiste el convencimiento profundo de que nuestra misión es promover la formación no sólo de profesionales de excelencia, sino de ciudadanas y ciudadanos con conciencia cívica, crítica y reflexiva, conscientes de sus derechos y responsabilidades, que promuevan el diálogo y contribuyan a forjar una ciudadanía inspirada en la democracia, la responsabilidad y la solidaridad social, y respetuosa de la diversidad y la preservación del medio ambiente», plantea la rectora de la UTEM, Marisol Durán Santis.

En la mañana del miércoles 9 de noviembre un total de 57 estudiantes de la universidad constituyeron la segunda cohorte del curso, recibiendo sus respectivos diplomas en una ceremonia realizada en el Salón de Honor de la Casa Central de la universidad.

“Toda persona tiene el derecho a no ser discriminada y, por ende, apelando a la igualdad de derechos y la dignidad humana, no tengo el derecho a discriminar en nombre de mi exigencia a la libertad personal. No existe el derecho a discriminar, ni a torturar, desaparecer, violar, asesinar, ni cegar a una persona, ni a disparar lacrimógenas en la cara, porque no existe el derecho a vulnerar derechos», plantea el estudiante de arquitectura Felipe Ayala Roco.

La formación del Programa de Derechos Humanos y Ciudadanía es el resultado del convencimiento profundo de que la UTEM, por su condición de universidad estatal, debe cumplir con el perfil propio de una institución académica compleja, que logre equilibrio entre docencia, investigación y vinculación con el medio.

Al respecto, la Ley N° 21.094 establece que las universidades del Estado tienen que cumplir esas funciones “con la finalidad de contribuir al fortalecimiento de la democracia, al desarrollo sustentable e integral del país y al progreso de la sociedad”.

Se trata de una perspectiva fue reforzada el año pasado con la promulgación de la Ley N° 21.369, que regula el acoso sexual, la violencia y la discriminación de género en la educación superior, incluyendo el imperativo de desarrollar programas de capacitación y especialización, actividades y campañas permanentes de sensibilización e información sobre derechos humanos, especialmente en los planes curriculares de las instituciones de educación superior.

El Programa de Derechos Humanos y Ciudadanía de la UTEM da sus primeros pasos en el segundo semestre de 2018, estableciéndose en términos formales entre mayo y agosto de 2019 como espacio académico de docencia, investigación, interacción con el medio social y el territorio, fortaleciendo la cooperación internacional desde un enfoque integral e interdisciplinario.

Víctor Osorio Reyes, actual director de Relaciones Nacionales e Internacionales de la universidad, ha coordinado el diseño, implementación y desarrollo del programa. Enfatiza que “estamos convencidos de que la promoción del respeto de los Derechos Humanos es condición indispensable para la convivencia social en libertad y democracia, para la resolución no violenta de las controversias inherentes a una sociedad plural, fortaleciendo condiciones crecientes de dignidad, justicia e inclusión social”.

El programa aborda el desafío de la formación en Derechos Humanos de las y los estudiantes de la UTEM a través de un diseño que considera la generación de la asignatura de Ciudadanía y Derechos Humanos, expresada en una primera etapa como un Electivo de Formación General Extracurricular, Transversal a la totalidad de las Carreras, con el propósito de comenzar a impartirse a partir del Año Académico 2020, considerando el desarrollo de tres niveles de carácter semestral. En forma adicional, se estipula que la aprobación de los tres niveles de la asignatura conduce al otorgamiento de un Diploma en Derechos Humanos y Ciudadanía.

Se estipula también que la asignatura se incorpore en forma progresiva a las carreras de la universidad como Electivo de Formación General del Programa de Desarrollo Personal y Social, lo que comienza a hacerse efectivo en el segundo semestre del Año Académico 2021. “El objetivo es avanzar en forma progresiva hasta incorporar todas las disciplinas que se imparten en la universidad”, asegura la rectora Durán Santis.

«Se haga costumbre»

En el marco del “estallido social” de octubre de 2019, el programa resuelve de manera urgente constituir una coordinación intrauniversitaria con todos los servicios y unidades que se relacionan directamente con la comunidad universitaria. El objetivo: actuar de manera eficiente ante las violaciones a los derechos humanos que comenzaron a producirse.

Desde la potente labor que emprende dicho espacio, surge una entidad permanente: el Consejo Asesor del Programa de Derechos Humanos, que opera de manera regular hasta ahora y otorga un especial impulso a la labor desarrollada por el programa.

“Los esfuerzos que la universidad realiza desde el Programa de Derechos Humanos van a ser de enorme significación para los propósitos a los que deben consagrarse las universidades estatales en su sentido esencial: aportar a la construcción de una sociedad fundada en la promoción y ejercicio de los derechos y la dignidad humana”, subraya el coordinador Víctor Osorio Reyes.

“No tenemos dudas de que nuestra decisión de generar y fortalecer este programa representa un paso de enorme envergadura en el camino de construir una universidad compleja y con una mirada integral de su sentido de responsabilidad social. No tenemos dudas de que también estamos aportando a la construcción de un Chile en que el respeto a los derechos fundamentales de todas y todos se haga costumbre”, enfatiza la rectora Marisol Durán Santis.