Un grupo de investigadores e investigadoras de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Finís Terrae; del INTA de la Universidad de Chile; de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de Valparaíso; y el director del Departamento de Biotecnología UTEM, Rommy Zúñiga Pardo, han trabajado en la fortificación de la crema y bebida láctea Años Dorados que entrega el Programa Complementario de Alimentación del Adulto Mayor (Pacam), instancia pública que desarrolla alternativas alimentarias para el citado segmento poblacional.

Un estudio hecho por el grupo interuniversitario -bajo el contexto de un Fondef, Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico- había descubierto que tanto la crema como la bebida láctea del programa estatal contenían insuficiente cantidad de vitaminas y minerales, además que no mostraban la absorción necesaria para mejorar el estado nutricional de las personas mayores.

El académico Zúñiga Pardo explica que “en el proyecto Fondef trabajamos con la microencapsulación de los micronutrientes mediante secado por atomización, escalamos el proceso a nivel industrial y los resultados de ensayos de digestión in vitro mostraron que los micronutrientes microencapsulados eran más bioaccesibles –es decir, no se degradaban en el tracto gastrointestinal y se liberaban en mayor cantidad- que los no encapsulados”.

Por efectos de la pandemia, las y los investigadores no realizaron una intervención alimentaria con personas mayores, por lo que no se corroboraron estos resultados in vivo. Sin embargo, a base de los resultados del citado proyecto Fondef, el ministerio de Salud modifica la formación de los productos del Pacam y los que actualmente se entregan en los Cesfam vienen con los micronutrientes encapsulados.

Por una mejor nutrición y salud

Lo anterior, dio paso a la postulación y adjudicación del proyecto Fonis (Fondo Nacional de Investigación y Desarrollo en Salud). El investigador de la UTEM señala que “en esta nueva investigación, además de la microencapsulación de minerales y vitaminas, estamos fortificando el alimento con tres elementos: resveratrol, un antioxidante natural; leucina, un aminoácido que es deficitario en la alimentación de personas mayores; y omega-3, ácido graso poliinsaturado. La idea es mejorar la nutrición, la función motora y parámetros metabólicos de las personas mayores”.

“Con esto podríamos prevenir el desarrollo de una serie de enfermedades crónicas no transmisibles en este segmento de la población chilena. En poco tiempo se va a comenzar con la intervención nutricional para probar si las mejoras realizadas en el producto, tanto en el proyecto Fondef como en el Fonis, tienen un impacto directo sobre la salud de las personas mayores”, destaca Rommy Zúñiga.

Respecto a la colaboración con el ministerio de Salud (Minsal), viene de un trabajo previo al proyecto Fondef de parte de las y los investigadores de la Universidad Finis Terrae y del INTA, quienes llevan varios años trabajando de la mano con la Unidad de Programas Alimentarios del Departamento de Nutrición y Alimentos de la citada secretaría de Estado.

Durante el desarrollo del proyecto Fondef se genera una mesa técnica de trabajo que permite modificar la formulación de los productos del Pacam y cambiar las bases técnicas del Minsal para licitar la fabricación de estos productos, los que este año pasan a llamarse NutraMax.

“Este hecho marca un gran hito, ya que a través de este proyecto de investigación aplicada se modifican políticas públicas en pro de una mejor nutrición y salud de personas mayores a nivel nacional. Es relevante indicar que el Minsal entregó en promedio 500.000 kg de alimentos -entre crema y bebida láctea- en el periodo 2019–2022, por lo que el alcance de los resultados obtenidos es enorme”, recalca el investigador de la UTEM.

Responsabilidad social UTEM

Uno de los lineamiento estratégicos del Plan de Desarrollo Institucional (PDI) de la UTEM es posicionar a la universidad siendo reconocidos en al ámbito de la educación superior como un ente relevante en el desarrollo de la Región Metropolitana y del país.

En ese contexto, el director del Departamento de Biotecnología UTEM asegura que esta casa de estudios superiores “debe dirigir su investigación aplicada a resolver problemas con alto impacto social, no debemos enfocarnos en resolver problemas de privados o de grandes industrias. Lo anterior está en línea con nuestros sellos institucionales, debemos ser una universidad tecnológica con responsabilidad social y siempre desarrollando investigación con una mirada sostenible”.

Y agrega: “La investigación que realizamos debe tener un componente aplicado, no podemos quedarnos sólo con publicar artículos científicos, debemos concretar el conocimiento generado en la creación o mejora de productos y/o servicios que resuelvan problemáticas relevantes a nivel país. Es importante que como UTEM participemos de grandes proyectos de tipo interdisciplinario que resuelvan de forma palpable problemas sociales para mejorar la calidad de vida de la población”.